Editorial Alaire

Al alba dormías

y al despertar un pájaro

se posó en tu boca.


Una noche no basta

para saber dónde estábamos.


En el cuarto no había más

que un espejo

cuatro paredes

y sexo.


Del pomo de la puerta

de la habitación del hotel

habían colgado

una noche de luna

un siglo cualquiera

el no molesten.


Se apagó el grito

que acabó con los años

al modo de un sueño

de las manos de un niño.

Me gusta mucho.
Sí, me gustan mucho este tipo de poemas, aparentemente sencillos, pero con un gran transfondo. Me identifico con él.
Te felicito por este delicado y elegante poema.
Un abrazo, amigo
J. Manuel

Me gusta mucho cómo vas colocando el sentido, la emoción, las consecuencias. Siglos y lunas en complot para robar ilusión al mismísimo tiempo.

Aplausos y felicidad, querido poeta.

Parece que el amor sencillo se queda colgando de los pomos. Que la molestia es infinita... nadie lo sabrá hasta
que salga el sueño a saludar y reafirme que era amor lo que en tus versos cunde

Un abrazo

Tu incursión en el surrealismo le ha dado a tu poética un hálito de mucha profundidad. Te felicito.

Un abrazo grande.
Óscar

José Manuel, muchas gracias por el comentario, un abrazo, amigo.

Me gusta mucho tu poema Manuel, el final de tus versos me ha encantado con ese cartel de no molesten...
Un abrazo
Carmen

Gracias Hallie, un abrazo, amiga.

Gracias Guillermo, un abrazo, amigo.

Gracias Oscar, un abrazo, amigo.

Gracias Carmen, amiga, eres un cielo, un abrazo.

Me gustó el poema, bien desarrolado y atractivo.
Besos
Pilar

Gracias Pilar, un abrazo, amiga.

Gran poema, Manuel, uno aprecia como vas desgranando la emoción. Sencillamente muy hermoso.

Mi aplauso.

un abrazo.

Gracias Ramon, un abrazo, amigo.