Editorial Alaire

Esta música en vilo
que ignora su lento fulgor,
este ápice celeste
acre como cárdeno fruto tardío
acaso solo sean anónimo espejismo
fondeado en la marea.
Aquéllo que no es y aún así
necesita ser contado.
Qué es este silencio
sino la luz que con su último hálito
reclama para sí sus dioses y su Ítaca,
la huella que persiste
como intemporal misterio.
Viene a descender la noche
cuando no queda más que la triste bondad
de un recuerdo queriendo crecer inexpugnable,
como un astro que amenaza desde la desolación.
Aún así, todo parece fuera de sitio,
ya que nada aposenta.

Cuantas veces se nos confunde el sitio y cuantas lo cambiamos de lugar con la conciencia en ristre. aunque a oscuras y pensando como tú muy bien lo has hecho se nos vuelva inexpugnable.

Un abrazo con satisfacción y ganas, amigo.

Ramón Castro Méndez escribió:

Esta música en vilo
que ignora su lento fulgor,
este ápice celeste
acre como cárdeno fruto tardío
acaso solo sean anónimo espejismo
fondeado en la marea.
Aquéllo que no es y aún así
necesita ser contado.
Qué es este silencio
sino la luz que con su último hálito
reclama para sí sus dioses y su Ítaca,
la huella que persiste
como intemporal misterio.
Viene a descender la noche
cuando no queda más que la triste bondad
de un recuerdo queriendo crecer inexpugnable,
como un astro que amenaza desde la desolación.
Aún así, todo parece fuera de sitio,
ya que nada aposenta.

Con esta música, silencio y luz llaman tus letras. Qué decirte, cada verso es una oda poética. Sigo tus pasos, aprendo de grandes como tú.
Un abrazo grande.

Imágenes hermosas en tu poema Ramón, me ha ido calando al tiempo que lo leía
Un abrazo
Carmen

Ramón Castro Méndez escribió:

Esta música en vilo
que ignora su lento fulgor,
este ápice celeste
acre como cárdeno fruto tardío
acaso solo sean anónimo espejismo
fondeado en la marea.
Aquéllo que no es y aún así
necesita ser contado.
Qué es este silencio
sino la luz que con su último hálito
reclama para sí sus dioses y su Ítaca,
la huella que persiste
como intemporal misterio.
Viene a descender la noche
cuando no queda más que la triste bondad
de un recuerdo queriendo crecer inexpugnable,
como un astro que amenaza desde la desolación.
Aún así, todo parece fuera de sitio,
ya que nada aposenta.

Qué lindo es escribir y recibir todos los elogios que has recibido de quienes me precedieron en la lectura!! Todos justos... y yo sólo agrego mi humilde aplauso. Un abrazo.

Ramón Castro Méndez escribió:

Esta música en vilo
que ignora su lento fulgor,
este ápice celeste
acre como cárdeno fruto tardío
acaso solo sean anónimo espejismo
fondeado en la marea.
Aquéllo que no es y aún así
necesita ser contado.
Qué es este silencio
sino la luz que con su último hálito
reclama para sí sus dioses y su Ítaca,
la huella que persiste
como intemporal misterio.
Viene a descender la noche
cuando no queda más que la triste bondad
de un recuerdo queriendo crecer inexpugnable,
como un astro que amenaza desde la desolación.
Aún así, todo parece fuera de sitio,
ya que nada aposenta.

Un poema inmenso en significados. Me conmueve su belleza y el inexpugnable Hilo de su memoria. Un lujo leerte, Ramon. ERA

Bello poema, Ramón
un abrazo

Guillermo Cuesta escribió:Cuantas veces se nos confunde el sitio y cuantas lo cambiamos de lugar con la conciencia en ristre. aunque a oscuras y pensando como tú muy bien lo has hecho se nos vuelva inexpugnable.

Un abrazo con satisfacción y ganas, amigo.

Siempre agradecido a tu paso y a tus atentos comentarios.

Un fuerte abrazo, amigo.

Muy cuidado y transmisor este poema, querido amigo. Dentro de la calidad y el esmero.

Abrazos y felicidad.

Silvia Savall escribió:

Ramón Castro Méndez escribió:

Esta música en vilo
que ignora su lento fulgor,
este ápice celeste
acre como cárdeno fruto tardío
acaso solo sean anónimo espejismo
fondeado en la marea.
Aquéllo que no es y aún así
necesita ser contado.
Qué es este silencio
sino la luz que con su último hálito
reclama para sí sus dioses y su Ítaca,
la huella que persiste
como intemporal misterio.
Viene a descender la noche
cuando no queda más que la triste bondad
de un recuerdo queriendo crecer inexpugnable,
como un astro que amenaza desde la desolación.
Aún así, todo parece fuera de sitio,
ya que nada aposenta.

Con esta música, silencio y luz llaman tus letras. Qué decirte, cada verso es una oda poética. Sigo tus pasos, aprendo de grandes como tú.
Un abrazo grande.

Amiga Silvia, me alegra que disfrutes de mis letras, como yo lo hago también de las tuyas, y te agradezco mucho los elogios, que creo inmerecidos, pues soy, y así me considero, un aprendiz y aún me queda. Me encanta la poesía y disfruto mucho no solo de escribirla, o intentarlo, sino también de leer y aprender de los demás compañeros del foro.

Gracias, de nuevo.

Nos seguimos leyendo.

Un afectuoso abrazo.

Carmen, Carlos Justino, Era, Enrique y Hallie:

Muchas gracias por vuestros atentos comentarios.

Me disculpo por contestaros a todos a la vez, pero estoy teniendo problemas para entrar en el foro, a veces no me lo permite y otras va demasiado lento.

Muy bueno Ramón. te felicito. Yo también tengo problemas con la página y me desespero. ¿Qué pasa? Recibe un fuerte abrazo.

Un poema intenso, profundo, sentido, un placer pasar por tus hermosos versos, abrazo Poeta.

Cecilia

Esta música en vilo
que ignora su lento fulgor,
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Aquéllo que no es y aún así
necesita ser contado.
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la huella que persiste
como intemporal misterio.
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Aún así, todo parece fuera de sitio,
ya que nada aposenta.


Magnífico, amigo Ramón, este acercarse a la materia inasible que todos los poetas intentan modelar
"Aquello que no es y aún así
necesita ser contado"

Todo un placer de lectura, querido amigo.

Un abrazo.

Buena poesía acabo de leer. Abrazos.