Editorial Alaire

Por no saber no sé si tengo suerte.
No sé si me comprendo, si disipo mi angustia,
si me aplano. No sé si soy consciente
de ver la diferencia que existe en migo mismo.
al tiempo que desplazo de mi esencia
la voz que se acompleja invertebrada
sin verse de primicia. Yo soy inverosímil y siniestro
No sé si lo que oculto me protege.

No sé si pongo precio o desprecio
al ser que se me arrima.
Si subo a tanta altura ¿quién me aprecia?
Y ¿quien me satisface si busco una sonrisa?
¿Recibo yo el recibo que me aporta consuelo
y me evita volver a las andadas?
Dame y dime si en esta infraestructura que nos cuida
sobresale la practica intención de ver el duelo mixto
que aparece en el instante más inusual .
¿Se recupera al saber que la remienda si toma auge
para entregar y devolver lo que le sobra?

Cuánta duda, Guillermo. En algún lugar leí o escuché decir que la persona que no duda es de poco fiar. Yo me fío y me confío al ritmo de estos versos y a esa "dura" introspección. Un placer pasarme por tus letras. Me ha gustado mucho este poema por continente y contenido.

Un abrazo.

Será verdad lo de que las dudas aclaran las ideas. Encerrarse en una obstinada forma y tono no lleva a sitio alguno, o sí, pero
de rebote en rebote.
Gracias por tu amable presencia y comentario.

Un abrazo

Guillermo Cuesta escribió:Por no saber no sé si tengo suerte.
No sé si me comprendo, si disipo mi angustia,
si me aplano. No sé si soy consciente
de ver la diferencia que existe en migo mismo.
al tiempo que desplazo de mi esencia
la voz que se acompleja invertebrada
sin verse de primicia. Yo soy inverosímil y siniestro
No sé si lo que oculto me protege.

No sé si pongo precio o desprecio
al ser que se me arrima.
Si subo a tanta altura ¿quién me aprecia?
Y ¿quien me satisface si busco una sonrisa?
¿Recibo yo el recibo que me aporta consuelo
y me evita volver a las andadas?
Dame y dime si en esta infraestructura que nos cuida
sobresale la practica intención de ver el duelo mixto
que aparece en el instante más inusual
se recupera al saber que la remienda toma auge
para entregar y devolver lo que le sobra.

Estamos en cambio constante. Nadie es totalmente oscuro ni totalmente transparente. Logras expresar esa combustibilidad. Un gran estímulo leerte, Guillermo. ERA