Editorial Alaire

En mi alma, hermana de la tarde no hay contornos...
el crepúsculo cierne todo el alrededor,
se fue lo que quería dejándome de lado;
más que los años siento el hueco que dejó.

Cada vez más el día se convierte en otoño
y la rosa simbólica de mi única pasión
florece en cada sombra, florece y es en vano;
no me llega el perfume ni a ella llego yo.

Sólo queda el paisaje, como un campo olvidado,
cuatro hierbas se yerguen, al fondo está la flor;
es una flor que nace en tierras ignoradas,
distante, que no acerca mi menguada visión.

Mi vida es como el tiempo de un reloj sin adornos,
es el mismo vacío que nombra lo que soy,
que sólo me acompaña para que no esté solo
y que no tiene aroma, ni forma, ni color.

Alonso Vicent escribió:

En mi alma, hermana de la tarde no hay contornos...
y la rosa simbólica de mi única pasión
es una flor que nace en tierras ignoradas,
y que no tiene aroma, ni forma, ni color.
Manuel Machado

En mi alma, hermana de la tarde no hay contornos...
el crepúsculo cierne todo el alrededor,
se fue lo que quería dejándome de lado;
más que los años siento el hueco que dejó.

Cada vez más el día se convierte en otoño
y la rosa simbólica de mi única pasión
florece en cada sombra, florece y es en vano;
no me llega el perfume ni a ella llego yo.

Sólo queda el paisaje, como un campo olvidado,
cuatro hierbas se yerguen, al fondo está la flor;
es una flor que nace en tierras ignoradas,
distante, que no acerca mi menguada visión.

Mi vida es como el tiempo de un reloj sin adornos,
es el mismo vacío que nombra lo que soy,
que sólo me acompaña para que no esté solo
y que no tiene aroma, ni forma, ni color.

Yo imagino a Don Manuel
en uno de esos patios de las alturas,
entre geranios y limones, disfrutar tu poema
y aplaudir tu arte.
Qué capacidad la tuya, amigo entero,
qué maravilla...
Un placer de lectura, compañero, un beso.

Alonso Vicent escribió:

En mi alma, hermana de la tarde no hay contornos...
y la rosa simbólica de mi única pasión
es una flor que nace en tierras ignoradas,
y que no tiene aroma, ni forma, ni color.
Manuel Machado

En mi alma, hermana de la tarde no hay contornos...
el crepúsculo cierne todo el alrededor,
se fue lo que quería dejándome de lado;
más que los años siento el hueco que dejó.

Cada vez más el día se convierte en otoño
y la rosa simbólica de mi única pasión
florece en cada sombra, florece y es en vano;
no me llega el perfume ni a ella llego yo.

Sólo queda el paisaje, como un campo olvidado,
cuatro hierbas se yerguen, al fondo está la flor;
es una flor que nace en tierras ignoradas,
distante, que no acerca mi menguada visión.

Mi vida es como el tiempo de un reloj sin adornos,
es el mismo vacío que nombra lo que soy,
que sólo me acompaña para que no esté solo
y que no tiene aroma, ni forma, ni color.

La primera vez que te leí supe que estaba ante un gran poeta y lo vuelvo a confirmar.
Creativo y con alma interior.
Vaya cada día me sorprendes más.
Besets i bona nit.

Una exquisita pluma como la tuya, compañero, acierta a escribir un glosario tan hermoso, a un poeta de la categoría de Don Manuel Machado.

Un cordial saludo.

José Manuel F. Febles, desde mi isla

Un mágico poema glosando al gran poeta Don Manuel Machado,
te aseguro que tus versos tienen el aroma y la forma que una quiera imaginar...
Precioso, te felicito
Un abrazo
Carmen

Un magnífico poema, Alonso, que ahonda en esa perspectiva tan humana como puede ser sentirse abandonado de todo. Me gusta mucho su aire melancólico y ese tono pesimista que para nada cae en la afectación. Lo dicho, simplemente magnífico.
Mi aplauso.

Un abrazo.

Alonso Vicent escribió:

En mi alma, hermana de la tarde no hay contornos...
y la rosa simbólica de mi única pasión
es una flor que nace en tierras ignoradas,
y que no tiene aroma, ni forma, ni color.
Manuel Machado

En mi alma, hermana de la tarde no hay contornos...
el crepúsculo cierne todo el alrededor,
se fue lo que quería dejándome de lado;
más que los años siento el hueco que dejó.

Cada vez más el día se convierte en otoño
y la rosa simbólica de mi única pasión
florece en cada sombra, florece y es en vano;
no me llega el perfume ni a ella llego yo.

Sólo queda el paisaje, como un campo olvidado,
cuatro hierbas se yerguen, al fondo está la flor;
es una flor que nace en tierras ignoradas,
distante, que no acerca mi menguada visión.

Mi vida es como el tiempo de un reloj sin adornos,
es el mismo vacío que nombra lo que soy,
que sólo me acompaña para que no esté solo
y que no tiene aroma, ni forma, ni color.

Qué belleza, Alonso. Un poema de auténtica y generosa belleza.

Aplausos a rabiar; un abrazo también.

Tu glosada intromisión porta el arte de Don Manuel Machado y lo hace tuyo.

Un abrazo

Rosa Martín escribió:

Alonso Vicent escribió:

En mi alma, hermana de la tarde no hay contornos...
y la rosa simbólica de mi única pasión
es una flor que nace en tierras ignoradas,
y que no tiene aroma, ni forma, ni color.
Manuel Machado

En mi alma, hermana de la tarde no hay contornos...
el crepúsculo cierne todo el alrededor,
se fue lo que quería dejándome de lado;
más que los años siento el hueco que dejó.

Cada vez más el día se convierte en otoño
y la rosa simbólica de mi única pasión
florece en cada sombra, florece y es en vano;
no me llega el perfume ni a ella llego yo.

Sólo queda el paisaje, como un campo olvidado,
cuatro hierbas se yerguen, al fondo está la flor;
es una flor que nace en tierras ignoradas,
distante, que no acerca mi menguada visión.

Mi vida es como el tiempo de un reloj sin adornos,
es el mismo vacío que nombra lo que soy,
que sólo me acompaña para que no esté solo
y que no tiene aroma, ni forma, ni color.

Yo imagino a Don Manuel
en uno de esos patios de las alturas,
entre geranios y limones, disfrutar tu poema
y aplaudir tu arte.
Qué capacidad la tuya, amigo entero,
qué maravilla...
Un placer de lectura, compañero, un beso.

Glosando, glosando estamos viniendo, con los amigos y las letras... Hola amiga entera, que de vez en cuando hay que traer una melancolía u otra.
Don Antonio y don Manuel, diferentes corrientes pero Manchados y con mucha poesía entre los dedos.
Besos con cafetito y cariño.

Silvia Savall escribió:

Alonso Vicent escribió:

En mi alma, hermana de la tarde no hay contornos...
y la rosa simbólica de mi única pasión
es una flor que nace en tierras ignoradas,
y que no tiene aroma, ni forma, ni color.
Manuel Machado

En mi alma, hermana de la tarde no hay contornos...
el crepúsculo cierne todo el alrededor,
se fue lo que quería dejándome de lado;
más que los años siento el hueco que dejó.

Cada vez más el día se convierte en otoño
y la rosa simbólica de mi única pasión
florece en cada sombra, florece y es en vano;
no me llega el perfume ni a ella llego yo.

Sólo queda el paisaje, como un campo olvidado,
cuatro hierbas se yerguen, al fondo está la flor;
es una flor que nace en tierras ignoradas,
distante, que no acerca mi menguada visión.

Mi vida es como el tiempo de un reloj sin adornos,
es el mismo vacío que nombra lo que soy,
que sólo me acompaña para que no esté solo
y que no tiene aroma, ni forma, ni color.

La primera vez que te leí supe que estaba ante un gran poeta y lo vuelvo a confirmar.
Creativo y con alma interior.
Vaya cada día me sorprendes más.
Besets i bona nit.

Hola Silvia... Un día más de trabajo y uno menos para que lleguen las vacaciones; y mientras tanto entre versos andamos, de esos que tanto nos atraen.
Besets i moltes gracies per tot.

José Manuel F. Febles escribió:Una exquisita pluma como la tuya, compañero, acierta a escribir un glosario tan hermoso, a un poeta de la categoría de Don Manuel Machado.

Un cordial saludo.

José Manuel F. Febles, desde mi isla

Muy agradecido, señor José, y aquí seguimos dejándonos llevar por los grandes poetas como Don Manuel.
Un abrazo compañero.

carmen Parra escribió:Un mágico poema glosando al gran poeta Don Manuel Machado,
te aseguro que tus versos tienen el aroma y la forma que una quiera imaginar...
Precioso, te felicito
Un abrazo
Carmen

Muchas gracias, Carmen, que intentamos seguir los versos de Manuel incluyendo el sentimiento propio de tiempos pasados.
Un abrazo, poetisa, y un agradecimiento infinito.

Alonso Vicent escribió:

En mi alma, hermana de la tarde no hay contornos...
y la rosa simbólica de mi única pasión
es una flor que nace en tierras ignoradas,
y que no tiene aroma, ni forma, ni color.
Manuel Machado

En mi alma, hermana de la tarde no hay contornos...
el crepúsculo cierne todo el alrededor,
se fue lo que quería dejándome de lado;
más que los años siento el hueco que dejó.

Cada vez más el día se convierte en otoño
y la rosa simbólica de mi única pasión
florece en cada sombra, florece y es en vano;
no me llega el perfume ni a ella llego yo.

Sólo queda el paisaje, como un campo olvidado,
cuatro hierbas se yerguen, al fondo está la flor;
es una flor que nace en tierras ignoradas,
distante, que no acerca mi menguada visión.

Mi vida es como el tiempo de un reloj sin adornos,
es el mismo vacío que nombra lo que soy,
que sólo me acompaña para que no esté solo
y que no tiene aroma, ni forma, ni color.

Una belleza total, su sublime armonía me enternece. Te felicito Alonso, por un poema logrado y trascendental. ERA

Ramón Castro Méndez escribió:Un magnífico poema, Alonso, que ahonda en esa perspectiva tan humana como puede ser sentirse abandonado de todo. Me gusta mucho su aire melancólico y ese tono pesimista que para nada cae en la afectación. Lo dicho, simplemente magnífico.
Mi aplauso.

Un abrazo.

Muy agradecido, Ramón, por tus palabras y tu lectura.
De su poema “Adelfos” surgieron estos; y es ese un poema referente para mí desde la adolescencia.
Un abrazo, junto a mi agradecimiento

Hallie Hernández Alfaro escribió:

Alonso Vicent escribió:

En mi alma, hermana de la tarde no hay contornos...
y la rosa simbólica de mi única pasión
es una flor que nace en tierras ignoradas,
y que no tiene aroma, ni forma, ni color.
Manuel Machado

En mi alma, hermana de la tarde no hay contornos...
el crepúsculo cierne todo el alrededor,
se fue lo que quería dejándome de lado;
más que los años siento el hueco que dejó.

Cada vez más el día se convierte en otoño
y la rosa simbólica de mi única pasión
florece en cada sombra, florece y es en vano;
no me llega el perfume ni a ella llego yo.

Sólo queda el paisaje, como un campo olvidado,
cuatro hierbas se yerguen, al fondo está la flor;
es una flor que nace en tierras ignoradas,
distante, que no acerca mi menguada visión.

Mi vida es como el tiempo de un reloj sin adornos,
es el mismo vacío que nombra lo que soy,
que sólo me acompaña para que no esté solo
y que no tiene aroma, ni forma, ni color.

Qué belleza, Alonso. Un poema de auténtica y generosa belleza.

Aplausos a rabiar; un abrazo también.

Nos rondan por la cabeza los versos que nos hicieron amar la poesía, y esta estrofa, y todo el poema de “Adelfos”, son un ejemplo.
Muchas gracias, Hallie, y un abrazo con cariño.