Editorial Alaire

Los médanos y el mar junto a mi reja,
un cuadro que se anima en la mañana
que filtra haces de luz por la persiana,
y el sueño entre mis párpados refleja.

Habita el bien aquí y el agua espeja
las flores del balcón, y la campana
de la escuela parece tan cercana
que alegra el corazón, nunca se queja.

Y al escuchar tu voz en el sendero
que canta con el viento de los pinos
comienza nuestro cuento verdadero,

pintado en aquel cruce de caminos,
cuando giró tu paso forastero
y festejó el vitral nuestros destinos.

Encantos matutinos
que celebran las aves con su coro,
y baña el sol con hálitos de oro.

Marimar González escribió:

Los médanos y el mar junto a mi reja,
un cuadro que se anima en la mañana
que filtra haces de luz por la persiana,
y el sueño entre mis párpados refleja.

Habita el bien aquí y el agua espeja
las flores del balcón, y la campana
de la escuela parece tan cercana
que alegra el corazón, nunca se queja.

Y al escuchar tu voz en el sendero
que canta con el viento de los pinos
comienza nuestro cuento verdadero,

pintado en aquel cruce de caminos,
cuando giró tu paso forastero
y festejó el vitral nuestros destinos.

Encantos matutinos
que celebran las aves con su coro,
y baña el sol con hálitos de oro.

Una auténtica maravilla de exquisita belleza el cuadro poético que nos pintas en estos versos.
Enhorabuena.
Un abrazo.

Marimar sugerente y bello poema nos dejas. Me gustó y disfruté leyendo

saludos

rafael

Feliz y agradecida, Ramón, por el bello mensaje que le dedicas a mi poema.
Saludos cordiales

Qué bello poema, de unas imágenes exquisitas. Un gusto leerte
Abrazos
Pilar

Feliz y agradecida, Rafael, por tu visita y comentario.
Saludos cordiales.

Exquisito poema, lleno de frescura y belleza. Me ha encantado. Abrazos.

Marimar González escribió:

Los médanos y el mar junto a mi reja,
un cuadro que se anima en la mañana
que filtra haces de luz por la persiana,
y el sueño entre mis párpados refleja.

Habita el bien aquí y el agua espeja
las flores del balcón, y la campana
de la escuela parece tan cercana
que alegra el corazón, nunca se queja.

Y al escuchar tu voz en el sendero
que canta con el viento de los pinos
comienza nuestro cuento verdadero,

pintado en aquel cruce de caminos,
cuando giró tu paso forastero
y festejó el vitral nuestros destinos.

Encantos matutinos
que celebran las aves con su coro,
y baña el sol con hálitos de oro.

Maravilloso poema, Marimar. El lenguaje es escogido y mágico. ERA

Te agradezco, Pilar, el amable mensaje que le dedicas a mi poema.
Saludos cordiales.

Feliz y agradecida, Francisco, por acompañar mi poema con tan gratas palabras.
Saludos cordiales

Exquisita inspiración en forma de magnífico soneto desde los médanos del mar al baño con hálitos e oro y estrambote, encanto
matutino de las aves y el lector.

Un abrazo

Marimar González escribió:

Los médanos y el mar junto a mi reja,
un cuadro que se anima en la mañana
que filtra haces de luz por la persiana,
y el sueño entre mis párpados refleja.

Habita el bien aquí y el agua espeja
las flores del balcón, y la campana
de la escuela parece tan cercana
que alegra el corazón, nunca se queja.

Y al escuchar tu voz en el sendero
que canta con el viento de los pinos
comienza nuestro cuento verdadero,

pintado en aquel cruce de caminos,
cuando giró tu paso forastero
y festejó el vitral nuestros destinos.

Encantos matutinos
que celebran las aves con su coro,
y baña el sol con hálitos de oro.

Siempre un deleite leerte, amiga, tan llena de belleza y de talento. Mis besos

Te agradezco, ERA, el bello mensaje que le dedicas a mi poema.
Saludos cordiales

Los médanos y el mar junto a mi reja,
un cuadro que se anima en la mañana
que filtra haces de luz por la persiana,
y el sueño entre mis párpados refleja.

Habita el bien aquí y el agua espeja
las flores del balcón, y la campana
de la escuela parece tan cercana
que alegra el corazón, nunca se queja.

Y al escuchar tu voz en el sendero
que canta con el viento de los pinos
comienza nuestro cuento verdadero,

pintado en aquel cruce de caminos,
cuando giró tu paso forastero
y festejó el vitral nuestros destinos.

Encantos matutinos
que celebran las aves con su coro,
y baña el sol con hálitos de oro.

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Muy bello soneto con estrambote, amiga Marimar. Me gusta mucho tu estilo de combinación monométrica rimada, endecas, alejandros..., con un tratamiento del lenguaje literario que es soplo de aire fresco en este tipo de combinaciones.
Curiosamente, casi te ha salido un poema monorrítmico, pues salvo el 7º, todos son yámbicos.
Ha sido un placer leerte. Felicidades.
Abrazos.

Marimar González escribió:

Los médanos y el mar junto a mi reja,
un cuadro que se anima en la mañana
que filtra haces de luz por la persiana,
y el sueño entre mis párpados refleja.

Habita el bien aquí y el agua espeja
las flores del balcón, y la campana
de la escuela parece tan cercana
que alegra el corazón, nunca se queja.

Y al escuchar tu voz en el sendero
que canta con el viento de los pinos
comienza nuestro cuento verdadero,

pintado en aquel cruce de caminos,
cuando giró tu paso forastero
y festejó el vitral nuestros destinos.

Encantos matutinos
que celebran las aves con su coro,
y baña el sol con hálitos de oro.

Tu manera de hacer es exquisita como este poema.
Te felicito compañera.
Un abrazo grande.