Editorial Alaire

Y adónde iré.


¿Y adónde iré cuando la música se
acabe y vuelva a la realidad…?

Dime, ¿cómo vibraré si no tengo cuerdas
como los violines, ni mástil como
las guitarras, ni alas para volar…?

¡Mi alma, es una alfaguara sin cauce, una
aurora sin mañana, un colibrí perdido,
una llama sin hogar…!

¡Oh Señor, cómo quisiera volar hasta las
estrellas para sentirme libre como las
notas de este bello adagio que estoy
oyendo… cómo quisiera romper las cuerdas
que me atan, forjar caricias en mi alma
llenar mi corazón de gozo…!
Mas, la pena que me embarga, es un puñal
que me hiere, una losa que me aplasta, el
abismo de un profundo pozo…

Dime, ¿adónde iré cuando la música se
acabe… dónde encontraré el puerto blanco,
el vuelo alto del halcón, los espacios sin
aristas, la paz y el amor que estoy sintiendo…

¡La polifonía que me eleva y sublima
mis sentidos?

_____________________________

Autor: Francisco López Delgado.
Derechos reservados.

A veces nos ahoga la vida , pero, en estos momentos, tienes el recurso del adagio que te eleva sobre la tristeza. Sigamos con la mirada alta. Un placer leerte
Abrazos
Pilar

¿Y porque no pensar que estás aquí oyendo ese adagio que te eleva?
cuando el arpa se rompa, si se quiebran las alas, seguro que allá donde vayamos
tendrá su espacio lleno de música de violines, que nos llenaran de paz
Un abrazo Francisco
Carmen

Francisco López Delgado escribió:Y adónde iré.


¿Y adónde iré cuando la música se
acabe y vuelva a la realidad…?

Dime, ¿cómo vibraré si no tengo cuerdas
como los violines, ni mástil como
las guitarras, ni alas para volar…?

¡Mi alma, es una alfaguara sin cauce, una
aurora sin mañana, un colibrí perdido,
una llama sin hogar…!

¡Oh Señor, cómo quisiera volar hasta las
estrellas para sentirme libre como las
notas de este bello adagio que estoy
oyendo… cómo quisiera romper las cuerdas
que me atan, forjar caricias en mi alma
llenar mi corazón de gozo…!
Mas, la pena que me embarga, es un puñal
que me hiere, una losa que me aplasta, el
abismo de un profundo pozo…

Dime, ¿adónde iré cuando la música se
acabe… dónde encontraré el puerto blanco,
el vuelo alto del halcón, los espacios sin
aristas, la paz y el amor que estoy sintiendo…

¡La polifonía que me eleva y sublima
mis sentidos?

_____________________________

Autor: Francisco López Delgado.
Derechos reservados.

Es muy interesante como hacemos las mismas preguntas pero desde diferentes perspectivas. Tengo un poema que dice: adónde se desagua la vida cuando se acaba el pensamiento? , Un poema vital en la contemplación íntima de nuestro viaje. La música, la matemática sagrada, en esas alas vuelas, Francisco. ERA

Qué bien demuestran tus versos que tienes el deber y la intención de reconciliarte contigo mismo.

Avísame cuando lo consigas que yo también estoy en ello y pretendo ir al concierto musical que da la clave,
no sé si la de sol o la de fa.
Un abrazo

Pilar Morte escribió:A veces nos ahoga la vida , pero, en estos momentos, tienes el recurso del adagio que te eleva sobre la tristeza. Sigamos con la mirada alta. Un placer leerte
Abrazos
Pilar

Gracias Pilar por tus palabras de ánimo. Abrazos cordiales.

carmen Parra escribió:¿Y porque no pensar que estás aquí oyendo ese adagio que te eleva?
cuando el arpa se rompa, si se quiebran las alas, seguro que allá donde vayamos
tendrá su espacio lleno de música de violines, que nos llenaran de paz
Un abrazo Francisco
Carmen

Eso espero amiga Carmen. Gracias por todo. Recibe un fuerte abrazo.

E. R. Aristy escribió:

Francisco López Delgado escribió:Y adónde iré.


¿Y adónde iré cuando la música se
acabe y vuelva a la realidad…?

Dime, ¿cómo vibraré si no tengo cuerdas
como los violines, ni mástil como
las guitarras, ni alas para volar…?

¡Mi alma, es una alfaguara sin cauce, una
aurora sin mañana, un colibrí perdido,
una llama sin hogar…!

¡Oh Señor, cómo quisiera volar hasta las
estrellas para sentirme libre como las
notas de este bello adagio que estoy
oyendo… cómo quisiera romper las cuerdas
que me atan, forjar caricias en mi alma
llenar mi corazón de gozo…!
Mas, la pena que me embarga, es un puñal
que me hiere, una losa que me aplasta, el
abismo de un profundo pozo…

Dime, ¿adónde iré cuando la música se
acabe… dónde encontraré el puerto blanco,
el vuelo alto del halcón, los espacios sin
aristas, la paz y el amor que estoy sintiendo…

¡La polifonía que me eleva y sublima
mis sentidos?

_____________________________

Autor: Francisco López Delgado.
Derechos reservados.

Es muy interesante como hacemos las mismas preguntas pero desde diferentes perspectivas. Tengo un poema que dice: adónde se desagua la vida cuando se acaba el pensamiento? , Un poema vital en la contemplación íntima de nuestro viaje. La música, la matemática sagrada, en esas alas vuelas, Francisco. ERA

Gracias Era. Eres una mujer profundamente espiritual. Me gustaría leer tu poema. Recibe un fuerte y afectuoso abrazo.

Guillermo Cuesta escribió:Qué bien demuestran tus versos que tienes el deber y la intención de reconciliarte contigo mismo.

Avísame cuando lo consigas que yo también estoy en ello y pretendo ir al concierto musical que da la clave,
no sé si la de sol o la de fa.
Un abrazo

Guillermo, me has hecho sonreír. Si llego yo primero, ya te avisaré y te diré en que clave se toca... y te tendré reservado un buen asiento en platea. Abrazos.

Bell´ísimo poema compañero, destaco estos versos. que se clavan.

Mas, la pena que me embarga, es un puñal
que me hiere, una losa que me aplasta, el
abismo de un profundo pozo…


Un abrazo grande.

Gracias Silvia. Abrazos cordiales.