Editorial Alaire

Ni el abrigo del poncho
con sus hebras curtidas
de tiempo y de vida,
cobijó tu duelo.
Apoyaste tu cabeza
en el estambre suave
y dejaste crecer los ríos
en tus ojos.
No salió de tu boca
suspiro ni lamento,
los hiciste prisioneros
de tu pluma.
Fue sólo un instante.
Pobre instante solo,
sólo a ti te tuvo
y a tu silencio sonoro.


De mi libro “Soles y de escarchas“. 2004 ISBN 987-9415-17-5

Carlos Justino Caballero escribió:Ni el abrigo del poncho
con sus hebras curtidas
de tiempo y de vida,
cobijó tu duelo.
Apoyaste tu cabeza
en el estambre suave
y dejaste crecer los ríos
en tus ojos.
No salió de tu boca
suspiro ni lamento,
los hiciste prisioneros
de tu pluma.
Fue sólo un instante.
Pobre instante solo,
sólo a ti te tuvo
y a tu silencio sonoro.


De mi libro “Soles y de escarchas“. 2004 ISBN 987-9415-17-5

Maravilloso poema a la hora dura, sola, de un dolor tan grande que no emite sollozos. Te felicito por articular en versos de balsamo y de empatia total una estampa que francamente hay que vivirla para conocer su patetismo. ERA

Carlos, intimista, fuerte, doloroso, todo el poema rezuma sentimiento.

Abrazos marinos.

Puro sentimiento desprendido de tus hermosos versos. Me gustó leerte
Abrazos
Pilar

E. R. Aristy escribió:

Carlos Justino Caballero escribió:Ni el abrigo del poncho
con sus hebras curtidas
de tiempo y de vida,
cobijó tu duelo.
Apoyaste tu cabeza
en el estambre suave
y dejaste crecer los ríos
en tus ojos.
No salió de tu boca
suspiro ni lamento,
los hiciste prisioneros
de tu pluma.
Fue sólo un instante.
Pobre instante solo,
sólo a ti te tuvo
y a tu silencio sonoro.


De mi libro “Soles y de escarchas“. 2004 ISBN 987-9415-17-5

Maravilloso poema a la hora dura, sola, de un dolor tan grande que no emite sollozos. Te felicito por articular en versos de balsamo y de empatia total una estampa que francamente hay que vivirla para conocer su patetismo. ERA

Te has detenido en mis letras y halagado con ello. Lo valoro. Muchas gracias, poeta!

Carlos Justino Caballero escribió:Ni el abrigo del poncho
con sus hebras curtidas
de tiempo y de vida,
cobijó tu duelo.
Apoyaste tu cabeza
en el estambre suave
y dejaste crecer los ríos
en tus ojos.
No salió de tu boca
suspiro ni lamento,
los hiciste prisioneros
de tu pluma.
Fue sólo un instante.
Pobre instante solo,
sólo a ti te tuvo
y a tu silencio sonoro.


De mi libro “Soles y de escarchas“. 2004 ISBN 987-9415-17-5

Muy bello instante, donde plasmas un dolor callado con hermosos y certeros versos.

Abrazos.

Preciosos poema en el que las contradicciones apuntan a la verdad del sentimiento hondo que aprueba y que reniega al mismo
tiempo. Bello instante.

Un abrazo

Carlos Justino Caballero escribió:Ni el abrigo del poncho
con sus hebras curtidas
de tiempo y de vida,
cobijó tu duelo.
Apoyaste tu cabeza
en el estambre suave
y dejaste crecer los ríos
en tus ojos.
No salió de tu boca
suspiro ni lamento,
los hiciste prisioneros
de tu pluma.
Fue sólo un instante.
Pobre instante solo,
sólo a ti te tuvo
y a tu silencio sonoro.


De mi libro “Soles y de escarchas“. 2004 ISBN 987-9415-17-5

Maravilloso, Carlos.

¡Qué sensibilidad! Tiene la típica delicadeza de un poema con letra mayúscula.
Todo una lección de poesía.

Un fuerte abrazo.

Concha Vidal escribió:Carlos, intimista, fuerte, doloroso, todo el poema rezuma sentimiento.

Abrazos marinos.

Me alegra tu visita, Concha! Muchas gracias y besos.

Pilar Morte escribió:Puro sentimiento desprendido de tus hermosos versos. Me gustó leerte
Abrazos
Pilar

Gracias, Pilar, por tu cercanía! Besos

Ramón Castro Méndez escribió:

Carlos Justino Caballero escribió:Ni el abrigo del poncho
con sus hebras curtidas
de tiempo y de vida,
cobijó tu duelo.
Apoyaste tu cabeza
en el estambre suave
y dejaste crecer los ríos
en tus ojos.
No salió de tu boca
suspiro ni lamento,
los hiciste prisioneros
de tu pluma.
Fue sólo un instante.
Pobre instante solo,
sólo a ti te tuvo
y a tu silencio sonoro.


De mi libro “Soles y de escarchas“. 2004 ISBN 987-9415-17-5

Muy bello instante, donde plasmas un dolor callado con hermosos y certeros versos.

Abrazos.

Muy amable visita que agradezco, Ramón! Abrazo

Guillermo Cuesta escribió:Preciosos poema en el que las contradicciones apuntan a la verdad del sentimiento hondo que aprueba y que reniega al mismo
tiempo. Bello instante.

Un abrazo

Rico comentario que agradezco, Guillermo. Un abrazo.

Intimista y bellisimos tus versos querido Justino
Un gran abrazo amigo poeta
Carmen

Alejandro Costa escribió:

Carlos Justino Caballero escribió:Ni el abrigo del poncho
con sus hebras curtidas
de tiempo y de vida,
cobijó tu duelo.
Apoyaste tu cabeza
en el estambre suave
y dejaste crecer los ríos
en tus ojos.
No salió de tu boca
suspiro ni lamento,
los hiciste prisioneros
de tu pluma.
Fue sólo un instante.
Pobre instante solo,
sólo a ti te tuvo
y a tu silencio sonoro.


De mi libro “Soles y de escarchas“. 2004 ISBN 987-9415-17-5

Maravilloso, Carlos.

¡Qué sensibilidad! Tiene la típica delicadeza de un poema con letra mayúscula.
Todo una lección de poesía.

Un fuerte abrazo.

Gracias por tu generoso comentario, Alejandro! Un abrazo!

carmen Parra escribió:Intimista y bellisimos tus versos querido Justino
Un gran abrazo amigo poeta
Carmen

Gracias por tu visita, querida amiga! Besos