Editorial Alaire

Ramón Castro Méndez escribió:Magnífico poema de tono nostálgico, expresado con belleza, pulcritud y un estilo directo. Me ha encantado y aplaudo tus letras.

Un abrazo.

Óscar Distéfano escribió:Un poema de exquisita resurrección de los sentimientos del pasado, y una crónica refinada de aquella realidad. Es un muy buen poema que emociona. A mí me ha gustado mucho. Salud.

Un abrazo de amistad.
Óscar

Alonso Vicent escribió:

Rosa Martín escribió:Naciste con el boom del ladrillo
fuera de la ciudad intramuros
y en ti se construyó con libertad
el futuro hipotecado de unos
y la codicia de otros...
Ya no recuerdo si te conté alguna vez
que hubo una calle en mi infancia
con olor a lumbre, chorizo y boniato
jabón casero y matanza.
Calle de "mande usted" y "sí señor"
y de niños que jugaban a taparla
para que no pasase nadie
y pasó el cura, mi abuela la escobera,
el amo y los sin nombre...
El pan era de dios, la vida era una tómbola
y la esperanza se nos quedó viuda
con cinco gatos...
El resto ya lo sabes
después vinieron otras calles
hasta que di contigo
y ahora vemos como crecen tus árboles
al mismo tiempo que mis hijos.

Rosario Martín

Traes emociones en cada renglón; cuentas, y tanto que cuentas de ciudades y de lo humano que nos trajo hasta esta mesa en la que compartir viandas y lo que se tercie... me pido un tercio de cerveza fresquita y un plato de jamón de tu zona.
"La esperanza se nos quedó viuda con cinco gatos"... o seis. Precioso, Rosario, cada vez que lo leo enterito.
Besos y naranjas compañera.

Cristino Vidal Benavente escribió:

Rosa Martín escribió:Naciste con el boom del ladrillo
fuera de la ciudad intramuros
y en ti se construyó con libertad
el futuro hipotecado de unos
y la codicia de otros...
Ya no recuerdo si te conté alguna vez
que hubo una calle en mi infancia
con olor a lumbre, chorizo y boniato
jabón casero y matanza.
Calle de "mande usted" y "sí señor"
y de niños que jugaban a taparla
para que no pasase nadie
y pasó el cura, mi abuela la escobera,
el amo y los sin nombre...
El pan era de dios, la vida era una tómbola
y la esperanza se nos quedó viuda
con cinco gatos...
El resto ya lo sabes
después vinieron otras calles
hasta que di contigo
y ahora vemos como crecen tus árboles
al mismo tiempo que mis hijos.

Rosario Martín

Por un momento me he encontrado en esa calle y hasta he olido a matanza y hasta sentí el frío de una tarde de invierno, pero luego he regresado a la realidad para felicitarte y mandarte un abrazo, Rosa. Se me olvidaba que también venía a darte las gracias por haberme llevado hasta mi adolescencia, que siempre será el mejor trozo de la vida de un hombre.

Hallie Hernández Alfaro escribió:Arriba con la belleza. Abrazos y felicidad, querida poeta.