Editorial Alaire

Me refleja el espejo de la fuente
el tiempo necesario si pudiera
dejar mi penitencia de primera
al más circuspectivo impenitente.

Podría ser ahora recurrente.
Podría suplantarme, si quisiera
podría ser risueño en primavera
y hasta podría ser un delincuente.

Mi mundo es de este mundo, y no debo
llevar el agua turbia en la memoria
habiéndola en la fuente tan preclara.

Me asediento del agua que no bebo
cuando el cuerpo da vueltas a la noria
siguiendo el repertorio que depara

la sed del agua clara.
Alguna vez supongo que disiento
y asumo que me reta el pensamiento.

Guillermo Cuesta escribió:Me refleja el espejo de la fuente
el tiempo necesario si pudiera
dejar mi penitencia de primera
al más circuspectivo impenitente.

Podría ser ahora recurrente.
Podría suplantarme, si quisiera
podría ser risueño en primavera
y hasta podría ser un delincuente.

Mi mundo es de este mundo, y no debo
llevar el agua turbia en la memoria
habiéndola en la fuente tan preclara.

Me asediento del agua que no bebo
cuando el cuerpo da vueltas a la noria
siguiendo el repertoria que depara

la sed del agua clara.
Alguna vez supongo que disiento
si asumo que me reta el pensamiento.

------------------------------

Mi querido y magnifico sonetista, siempre original, siempre irónico y siempre, sin remedio y a costa de no ser mi estilo, me sacas la alabanza.
Del agua preclara, me hago sosías aún y muchas veces disientiendo, a refrescarla voy , Montaña Mágica hoy, en Yecla, creo, es mi senderismo.
Hasta la tarde.
Abrazos montañomarinos.

Concha Vidal escribió:

Guillermo Cuesta escribió:Me refleja el espejo de la fuente
el tiempo necesario si pudiera
dejar mi penitencia de primera
al más circuspectivo impenitente.

Podría ser ahora recurrente.
Podría suplantarme, si quisiera
podría ser risueño en primavera
y hasta podría ser un delincuente.

Mi mundo es de este mundo, y no debo
llevar el agua turbia en la memoria
habiéndola en la fuente tan preclara.

Me asediento del agua que no bebo
cuando el cuerpo da vueltas a la noria
siguiendo el repertoria que depara

la sed del agua clara.
Alguna vez supongo que disiento
si asumo que me reta el pensamiento.

------------------------------

Mi querido y magnifico sonetista, siempre original, siempre irónico y siempre, sin remedio y a costa de no ser mi estilo, me sacas la alabanza.
Del agua preclara, me hago sosías aún y muchas veces disientiendo, a refrescarla voy , Montaña Mágica hoy, en Yecla, creo, es mi senderismo.
Hasta la tarde.
Abrazos montañomarinos.

Gracias;Doña Concha. No me laves, amiga mía, léeme que eso me gratifica. Lo que más me satisface es que te guste y que disfrutes
pasando por es sendero de mis versos sorbiendo el agua que te pasa por mediación de lo que ofrezco

Besos montemarinos.

Como tengo un poco de hambre y me asedienta la sed lo subo, aunque sea luchar contra corriente.

Por eso mismo, compañeros.

No tengo muy claro el poema, Guillermo. Pero posee una venenosa artillería de versos que te hace beber del poema. ( Venenosa en el buen sentido de la palabra)
Me ha resultado curioso.
Un placer, amigo poeta.
Abrazo

La vida nos ofrece nuevos caminos para enriquecerla con el agua de la fuente, pero repetimos el mismo y el oasis estará lejos como un espejismo que anhelamos, pero munca se alcanza.
¡Qué maravilla!, la sintaxis enigmática me ha llevado al centro del dilema.
Saludos, Guillermo

Bellísimo soneto, con ese genial estrambote. Me ha gustado mucho. Un abrazo.

Se nota tu habilidad con el soneto. Me ha encantado la lectura. Un abrazo.

Carmen Pla escribió:No tengo muy claro el poema, Guillermo. Pero posee una venenosa artillería de versos que te hace beber del poema. ( Venenosa en el buen sentido de la palabra)
Me ha resultado curioso.
Un placer, amigo poeta.
Abrazo

Quiza me puse obtuso y no supe aclarar el agua de mi sed. El pensamiento es un jodido crucigrama con caprichos
Gracias por tu paso y por ese curioso veneno que detectas.

Un abrazo

Marimar González escribió:La vida nos ofrece nuevos caminos para enriquecerla con el agua de la fuente, pero repetimos el mismo y el oasis estará lejos como un espejismo que anhelamos, pero munca se alcanza.
¡Qué maravilla!, la sintaxis enigmática me ha llevado al centro del dilema.
Saludos, Guillermo

Gracias Marimar por tu visita y paso amable. Eso de los enigmas debe ser bueno porque cada cual los transporta a su manera.

Un abrazo

Francisco López Delgado escribió:Bellísimo soneto, con ese genial estrambote. Me ha gustado mucho. Un abrazo.

Gracias , Francisco, por tu amable paso y por tu delicado y gratificante comentario.

Un abrazo

Ramón Carballal escribió:Se nota tu habilidad con el soneto. Me ha encantado la lectura. Un abrazo.

Gracias por tu atenta visita, amigo Ramón. El soneto me gusta y llevo muchos compuestos y muchos descompuestos.

Un abrazo

Me ha gustado mucho Guillermo, es un placer, un abrazo, amigo.

Guillermo Cuesta escribió:Me refleja el espejo de la fuente
el tiempo necesario si pudiera
dejar mi penitencia de primera
al más circuspectivo impenitente.

Podría ser ahora recurrente.
Podría suplantarme, si quisiera
podría ser risueño en primavera
y hasta podría ser un delincuente.

Mi mundo es de este mundo, y no debo
llevar el agua turbia en la memoria
habiéndola en la fuente tan preclara.

Me asediento del agua que no bebo
cuando el cuerpo da vueltas a la noria
siguiendo el repertorio que depara

la sed del agua clara.
Alguna vez supongo que disiento
y asumo que me reta el pensamiento.

Me han gustado mucho estos versos. Yo establezco un paralelismo entre el agua y la sabiduría. Así cuanto más bebes, más sabes y te das cuenta que más ignoras; de ahí que te asediente el agua. No sé si van por ahí los tiros. Reitero lo dicho,me ha gustado mucho y aplaudo tu ingenio.

Un abrazo.

Me refleja el espejo de la fuente
el tiempo necesario si pudiera
dejar mi penitencia de primera
al más circuspectivo impenitente.

Podría ser ahora recurrente.
Podría suplantarme, si quisiera
podría ser risueño en primavera
y hasta podría ser un delincuente.

Mi mundo es de este mundo, y no debo
llevar el agua turbia en la memoria
habiéndola en la fuente tan preclara.

Me asediento del agua que no bebo
cuando el cuerpo da vueltas a la noria
siguiendo el repertorio que depara

la sed del agua clara.
Alguna vez supongo que disiento
y asumo que me reta el pensamiento.


Un buen soneto adornado con estrambote, Guillermo. Siempre es un placer leerte.
Un fuerte abrazo.

Mario