Editorial Alaire

Arranco la oscuridad de mi pecho
como un abrigo roído,
dejo colgado su aroma
en la sombra de un árbol.

Nadie teje mejor que un gato.

Pierdo la bufanda carcomida,
luego recuerdo donde buscarla,
no quiere dejarme,
viene el invierno silbando
detrás de la pared,
viene cantando la lluvia esa canción
que solo ella y yo sabemos de niños.

Nadie teje mejor que un gato.

Inhalo vapor, exhalo niebla,
una hilacha de mi chaleco
rasgó el follaje,
quedó mimetizada en el musgo
de una ciudad arbórea.
Tu y yo no nacimos acá,
no es nuestra ciudad,
tendrías que haber sido loica
y yo lombriz.
Así que debemos conformarnos solo con amarnos.

Nadie teje mejor que un gato.

Miro a través
de la taza de café,
en la profundidad de la loza
hay un espejo negro,
veo mi rostro y mi chaleco roto,
Y ahí está!!
Ahí está el gato tejiendo mi chaleco
para esperar el próximo invierno.
Porque nadie teje mejor que un gato.

Buen poema Antonio, plagado de bellos momentos.
Un saludo.

Cuando un poema te gusta, lo menos importante es saber el porqué. Y este poema tiene algo que lo hace especial y muy hermoso. Mis felicitaciones, Antonio. Un abrazo, poeta.

Armilo Brotón escribió:Buen poema Antonio, plagado de bellos momentos.
Un saludo.

Muchas gracias Armilo, te dejo un abrazo desde mi lluvioso Chile!.
Satír.

Con inspiración y belleza vas destejiendo las huellas de la nostalgia.

Como dice Luis, tu poema tiene ese toque de magia que lo hace especial.
Me ha encantado, Antonio.
Un abrazo.

Luis M. escribió:Cuando un poema te gusta, lo menos importante es saber el porqué. Y este poema tiene algo que lo hace especial y muy hermoso. Mis felicitaciones, Antonio. Un abrazo, poeta.

Hola Luis, si tienes razón, muchas veces la atmósfera que envuelve el poema tiene mucho misterio, no por ello deja ser profundo ni hermoso al no entenderlo completamente, es más, creo que le da mucha más potencia.
Te dejo un abrazo.

Satír.

Antonio Satír escribió:Arranco la oscuridad de mi pecho
como un abrigo roído,
dejo colgado su aroma
en la sombra de un árbol.

Nadie teje mejor que un gato.

Pierdo la bufanda carcomida,
luego recuerdo donde buscarla,
no quiere dejarme,
viene el invierno silbando
detrás de la pared,
viene cantando la lluvia esa canción
que solo ella y yo sabemos de niños.

Nadie teje mejor que un gato.

Inhalo vapor, exhalo niebla,
una hilacha de mi chaleco
rasgó el follaje,
quedó mimetizada en el musgo
de una ciudad arbórea.
Tu y yo no nacimos acá,
no es nuestra ciudad,
tendrías que haber sido loica
y yo lombriz.
Así que debemos conformarnos solo con amarnos.

Nadie teje mejor que un gato.

Miro a través
de la taza de café,
en la profundidad de la loza
hay un espejo negro,
veo mi rostro y mi chaleco roto,
Y ahí está!!
Ahí está el gato tejiendo mi chaleco
para esperar el próximo invierno.
Porque nadie teje mejor que un gato.

Me ha gustado mucho esta provisión del gato. Abrigo para toda tempestad y todo tiempo, una ilusión óptica, quizá, nos distrae o nos centra momentáneamente, nos contiene en umomento fugaz, tan rápido descendemos en los quistes desconocidos de la mente, que lo único real es esto, este indiscriptible poema que dice tanto, Satir! Abrazos, ERA

Precioso poema lleno de magia y calidez. Has logrado llevarme a un refugio seguro con tus versos tan especiales.

Poesía de la que te hace sentir, soñar y suspirar.

Enhorabuena, Antonio
Besos
Ana

Muy buena ocurrencia poética. El gato como elemento asociativo de la idea central. Creo que el poema se sostiene perfectamente y agrada.

Un abrazo grande.
Óscar

Un poema muy original, con una fuerza expresiva impactante, sugerente y de sorprendente imaginación.

Todo un placer de lectura, querido amigo.

Un abrazo.

El gato teje de forma original en tus versos. Has creado un ambiente atractivo y poético. Me gustó
Besos
Pilar

Muchas gracias a todos por sus comentarios y su tiempo.
Saludos!.

Satír.

Los mejores poemas de Antonio Satir, en Alaire.

La recuperación de Rafel hizo posible que leyera este poema, Antonio...
Me encantó la imaginería por completo, me he quedado prendadita del poema y de ese gato tejedor...

Te mando un abrazo.

Carmen