Editorial Alaire

El símbolo es el ojo de la noche
que nos revela el mundo cada día
a través de los medios, Internet,
las palabras y números maestros.
Sólo necesitamos ver y oír
para entender los signos de los tiempos.
Rituales en noticias y en anuncios,
liturgias que se esconden en las grutas,
las leyendas servidas en bandeja
mientras comemos, fríos, nuestro almuerzo.

El símbolo es ahora realidad.
Ha suplantado suave a nuestra vida.
Despacio se ha colado en nuestras mentes,
alrededor de músicas y rostros.
Todo con el sigilo de los juegos
desde cuevas ocultas en ciudades
que los turistas quieren visitar.

El símbolo es tan sólo simulacro
de las cosas que pronto llegarán
o quizá exorcicemos con prudencia
mientras nos consagramos a la luz.


Ana Muela Sopeña

Me gusta cuando reflexionas dándole ese toque de nuevos descubrimientos. Un placer leerte
Besos
Pilar

El símbolo es el ojo de la noche

¡Qué síntesis más bella! Tu poesía, querida Ana, es un prodigio de unión entre el lirismo más limpio y la actualidad más palpitante. Me ha encantado leerte y espero seguir teniendo ese placer por mucho tiempo.
Besos.
Jerónimo

Ana Muela Sopeña escribió:El símbolo es el ojo de la noche
que nos revela el mundo cada día
a través de los medios, Internet,
las palabras y números maestros.
Sólo necesitamos ver y oír
para entender los signos de los tiempos.
Rituales en noticias y en anuncios,
liturgias que se esconden en las grutas,
las leyendas servidas en bandeja
mientras comemos, fríos, nuestro almuerzo.

El símbolo es ahora realidad.
Ha suplantado suave a nuestra vida.
Despacio se ha colado en nuestras mentes,
alrededor de músicas y rostros.
Todo con el sigilo de los juegos
desde cuevas ocultas en ciudades
que los turistas quieren visitar.

El símbolo es tan sólo simulacro
de las cosas que pronto llegarán
o quizá exorcicemos con prudencia
mientras nos consagramos a la luz.


Ana Muela Sopeña

El profeta hace una lectura de esos simbolos, de sintomas multiples, y nace asi la profecia; decir con anterioridad de ejecucion un evento, un hecho que se ha estado creando a si. Maravilloso poema, mistico, misterioso, espeluznante. Un placer leerte, Ana. ERA

Leer tus versos Ana siempre es un descubrimiento además de una gozada, he disfrutado volviendo a disfrutarlos
Un abrazo
Carmen

Una muy interesante reflexión sobre la sociedad actual, donde los símbolos aparecen y desaparecen, materiales y virtuales, indistintamente, marcando la realidad imaginada de nuestra cotidianidad.

Todo un placer de lectura, querida amiga.

Un bico.

Como un lenguaje encriptado de la realidad, simbología que da nombre, pero no matices, que enarbola mensajes olvidando quizás todos los trasfondos. Reflexivo e interesante querida Ana, un gusto venir
Besos

Gracias, Pilar, por venir y leerme.

Un fuerte abrazo
Ana

Muchas gracias, Jerónimo, son siempre reconfortantes tus palabras, tan efusivas.

Un beso grande
Ana

Como bien dices, Era, es espeluznante, como la realidad misma.

Un beso enorme, poeta
Ana

Muchas gracias, Carmen, por venir y dejar tu huella entre estos versos.

Un abrazo
Ana

Gracias, J.J., por tus palabras y por leerme.

Un beso grande
Ana

Ana Muela Sopeña escribió:El símbolo es el ojo de la noche
que nos revela el mundo cada día
a través de los medios, Internet,
las palabras y números maestros.
Sólo necesitamos ver y oír
para entender los signos de los tiempos.
Rituales en noticias y en anuncios,
liturgias que se esconden en las grutas,
las leyendas servidas en bandeja
mientras comemos, fríos, nuestro almuerzo.

El símbolo es ahora realidad.
Ha suplantado suave a nuestra vida.
Despacio se ha colado en nuestras mentes,
alrededor de músicas y rostros.
Todo con el sigilo de los juegos
desde cuevas ocultas en ciudades
que los turistas quieren visitar.

El símbolo es tan sólo simulacro
de las cosas que pronto llegarán
o quizá exorcicemos con prudencia
mientras nos consagramos a la luz.


Ana Muela Sopeña

Me ha gustado mucho el poema, querida amiga. Los símbolos siempre me han parecido un presagio, un anuncio de lo que ha de venir. Creo que se usa de ellos para uniformarnos. Luego está el lado pernicioso, el de imponer unos sobre otros. Hay símbolos (y signos) para anunciarnos nuevos mesías. Uno, a veces, no sabe por donde empezar a desenredar la madeja. Un placer volver a leerte.

Aplaudo tus versos.

Abrazo enorme.

Verdad dices en ta espléndido y elocuente poema. Ha sido un placer descubrir la realidad que está detrás del signo y del símbolo.
Saludos, Ana.

El simbolo va buscando la luz y la luz su s´ímbolo fragante para ver y distinguir el día de la noche.
Qué buen manejo de las artes poéticas remueves, amiga. Te saludo y te aplaudo y te envio un abrazo