acerca de mí
Publicado: Lun, 11 Sep 2017 23:42
Mi obsesión por la poesía
nunca me dejará ser yo mismo
y me llevará de un lugar a otro,
de Londres a Almería,
de Almería a un pueblo que nadie conoce
donde mi madre aún aguanta al niño que fui
y se pone nerviosa a conciencia
de que voy a saludar las víboras escondidas en el jardín.
Ella sabe del tacto de ceniza de todos mis sueños.
No le sonreíré
porque tengo la boca llena de fusiles,
¿cómo le explico que no recuerdo
si los peces son del río donde nadan
o del río donde mueren?
¿Cómo le explico que llevo cuevas en la memoria,
que el pasado es un holocausto de besos en el aire,
que mi alma es una llovizna de nimiedades,
que le tengo debilidad al humo
y al balcón invisible,
que me masturbo detrás de una cortina de siempres
con iluminaciones de opio?
Hay una docena de madrugadas que serán las últimas
y el aburrimiento es una amapola blanca.
La luz más profunda es la que se está apagando lentamente, madre.
Quienes encienden una vela les cuesta mucho apagarla,
por eso soy una luneta de pesares.
La retina de un payaso no refleja a nadie, madre.
No te preguntes por qué tu hijo duerme en una cuna de termitas.
nunca me dejará ser yo mismo
y me llevará de un lugar a otro,
de Londres a Almería,
de Almería a un pueblo que nadie conoce
donde mi madre aún aguanta al niño que fui
y se pone nerviosa a conciencia
de que voy a saludar las víboras escondidas en el jardín.
Ella sabe del tacto de ceniza de todos mis sueños.
No le sonreíré
porque tengo la boca llena de fusiles,
¿cómo le explico que no recuerdo
si los peces son del río donde nadan
o del río donde mueren?
¿Cómo le explico que llevo cuevas en la memoria,
que el pasado es un holocausto de besos en el aire,
que mi alma es una llovizna de nimiedades,
que le tengo debilidad al humo
y al balcón invisible,
que me masturbo detrás de una cortina de siempres
con iluminaciones de opio?
Hay una docena de madrugadas que serán las últimas
y el aburrimiento es una amapola blanca.
La luz más profunda es la que se está apagando lentamente, madre.
Quienes encienden una vela les cuesta mucho apagarla,
por eso soy una luneta de pesares.
La retina de un payaso no refleja a nadie, madre.
No te preguntes por qué tu hijo duerme en una cuna de termitas.