Editorial Alaire

Una percha alza sus tres astas
que recuerdo con detalle.
Sigue hablándonos con su amasijo
de frutas de clara atmósfera.
Rotula el placer
en una nube inamovible.

Yo sé de donde vengo.
Acarreando cajas de naranjas
fardo de cebollas
de una calle imposible.

Me quito los ojos para asomarme
a su boca dibujada.
A su lugar estratégico y codiciado
que goza de la felicidad
de sus primeros huéspedes.

Todo lo demás es viejo.

Hasta la ventana donde corre la lluvia
y toda su luz;
pintando su mundo
con un retrato en papel de barba.

Sus manos son redes de parajes.
Un traje de sastre bien cortado
de una clase desheredada
con orden imperante.

Sus adoquinadas callejuelas
son fardas de gas quebradas;
desgaire de cualquier esquina
de empuje vital.
Un camino real a un árbol de cielo
de mullido sueño.

¿Por qué huele divinamente el azar
y hiede la zorra?.
¿Por qué hay hermosas flores sin olor?.

Algún día entenderé esa ancla salvadora
que ahora no me sirve.
Que dentro de pocos años, sí importará
la exigua llama,
la elegía del amor envidiando los vestidos
que crecen en esa cuarta dimensión
llamada tiempo.

Mientras me despido de ti
con un adiós pequeño y tenaz.
- Siempre nos quedará París -.
Impulsados hacía la clamorosa ciudad
que nos hará sentar en su trono.

Paris y sus detalles bien valen un poema lucido y lúcido de metáfora y de inspirados versos.

Un abrazo

Mi querida Carmen, me ha embrujado esa manera tan sutil de amasar los versos, la delicadeza de tu mano pesó en este poema, agradezco de corazón que compartas con nosotros tan bello escrito.
Satír.

Siempre nos quedará Paris Carmen y las geniales metáforas de tus versos
Un abrazo
Carmen

Precioso poema de atractivas imágenes. Un gusto leerte
Besos
PIlar

Guillermo Cuesta escribió:Paris y sus detalles bien valen un poema lucido y lúcido de metáfora y de inspirados versos.

Un abrazo

Un abrazo, Guillermo
Agradezco tus palabras y me alegra que te guste.

Antonio Satír escribió:Mi querida Carmen, me ha embrujado esa manera tan sutil de amasar los versos, la delicadeza de tu mano pesó en este poema, agradezco de corazón que compartas con nosotros tan bello escrito.
Satír.

Y yo te agradezco mucho la sutileza amable de tus palabras.
Me alegra mucho que te guste el poema, Antonio.
Un fuerte abrazo para ti.

Siempre esas imágenes tuyas, ahora ne llevan tanto a París, como a la huerta valenciana.
Petons Carmeta.

carmen Parra escribió:Siempre nos quedará Paris Carmen y las geniales metáforas de tus versos
Un abrazo
Carmen

Gracias, Carmen.
Siempre hay un lugar para regresar.
Un abrazo

Pilar Morte escribió:Precioso poema de atractivas imágenes. Un gusto leerte
Besos
PIlar

Gracias, Pilar.
Besos

Concha Vidal escribió:Siempre esas imágenes tuyas, ahora ne llevan tanto a París, como a la huerta valenciana.
Petons Carmeta.

Concha, la primera vez que vi París me impresionó, me crié entre naranjos, lechugas y rabanitos...

Gracias por leerme.
Petons.

Qué buen poema, compañera,un placer viajar por tus versos.
“Siempre nos quedará París” dijo Rick en (Casablanca)
pero yo aún tengo pendiente mi primer viaje;)
Saludos cordiales

Carmen Pla escribió:


Me quito los ojos para asomarme
a su boca dibujada.
A su lugar estratégico y codiciado
que goza de la felicidad
de sus primeros huéspedes.

Todo lo demás es viejo.

Indudables aciertos y bellos descubrimiento a lo largo de tus versos (tal vez, la revisión de alguna puntuación que aclare la lectura...) que rozan incluso lo surreal en algunas imágenes. Parece -me lo parece- un poema escrito al ritmo del pensamiento, dejando fluir los sentimientos como de una fuente apacible de aguas claras. Felicitaciones.
Salud.

Volví a París para descubrir los secretos latentes en tus sugerentes metáforas y a medida que caminaba sus calles, me adentraba en tus sensaciones, en esa atmósfera fantástica que se sugiere desde esa ventana que se abre o que se cierra ante nosotros,
Cariños, Carmen

Ay mi poeta qué belleza en cada verso...
Destaco estos...

Me quito los ojos para asomarme
a su boca dibujada.
A su lugar estratégico y codiciado
que goza de la felicidad
de sus primeros huéspedes.

Todo lo demás es viejo.


Mientras me despido de ti
con un adiós pequeño y tenaz.
- Siempre nos quedará París -.
Impulsados hacía la clamorosa ciudad
que nos hará sentar en su trono

Besets perla.