Editorial Alaire

Hoy puedo describir el rostro de aquello
que no vi,
aquello que callamos, lo que no se menciona.

Preparábamos juntas un altar a diciembre,
pero siempre llegaba desnudo, en los huesos.

Recuerdo
los días previos, sus augurios de incienso,
tus pisadas nerviosas por el triste pasillo
de la desesperanza; su sosegada voz, acostumbrada
a navegar a tientas sobre el mar
de las pérdidas...

Recuerdo, sobre todo (y esto es cierto)
que dos y dos jamás sumaban cuatro;
una fracción de él, revestida de un cuerpo
fatigado
y confuso
acudía al encuentro,
el resto se hacinaba junto a las risas cómplices
de extraños en tugurios que bullen sobre brasas
de cielos extinguidos.

Pronto vendrá diciembre -decían tus labios-
y modelabas tu verdad con el barro de algún deseo
agónico,
él, mientas tanto, daba dos o tres vueltas
al abismo para huir
de los largos brazos de diciembre,
de la irónica intersección del deber
familiar,
de sí mismo,
de su sombra de fieltro;
y en la primera copa del penúltimo olvido
brindaba por la inexactitud
del número perfecto.

Un hermoso poema, lleno de metáforas brillantes y amenas
que brinda por esa inexactitud del número perfecto.

Feliz verano y abrazos poeta

Rafael

Un poema genial, Rosa, y está palabra se me queda corta. Los primeros versos advierten que se trata de una expansión luminosamente nostálgica de todos los sentidos, se trata de ubicarse en la tormenta del ser y describir todo cuanto acumula, recuerdos, la forma inexacta de los cántaros del tiempo, y el número perfecto -nos cuesta tanto definir lo que amamos-, tatuado en hielo. Mis abrazos, querida amiga.

Para darle valor a la poesía no hay cuatro que valga aunque lo pinte un dos por dos.

Tu sí que sabes aderezar lo que no has visto calculando la inesactitud del menos primo de los números.
cuanto más se acerca a su diciembre.

Un abrazo

Un poema de los que yo llamo "para uno mismo" por utilizarse símbolos muy implicados en la vivencia de un momento particular. La exquisita forma en que los versos musicalizan el poema y la gran calidad de las imágenes hacen que traspase esos límites y el lector sienta un escalofrío cuando los lee, pueda sentir la emoción que caracteriza un buen poema.
Un abrazo.

Excelente final para un poema melancólico e íntimo. Me gustó mucho. Un abrazo.

Duele, implica, emociona; logras eso y más con el camino de la perfección; algo que azota, que mueve. Justo ese ángulo que clama por todo el sentimiento, por toda la fuerza...
Coincido en todo con nuestro amigo Marius.

Ovación sin pausa, querida Rosa.

Abrazos.

Rafael Zambrano Vargas escribió:Un hermoso poema, lleno de metáforas brillantes y amenas
que brinda por esa inexactitud del número perfecto.

Feliz verano y abrazos poeta

Rafael

Gracias por pasar y dejar huella, Rafael. Me alegro que te hayan gustado estos versos.

Feliz verano, compañero.

Abrazos.

Marius Gabureanu escribió:Un poema genial, Rosa, y está palabra se me queda corta. Los primeros versos advierten que se trata de una expansión luminosamente nostálgica de todos los sentidos, se trata de ubicarse en la tormenta del ser y describir todo cuanto acumula, recuerdos, la forma inexacta de los cántaros del tiempo, y el número perfecto -nos cuesta tanto definir lo que amamos-, tatuado en hielo. Mis abrazos, querida amiga.

Muchas gracias, Marius. Llevas razón, nos es sumamente difícil definir lo que amamos, solo conseguimos desescombrar pedazos rotos de la memoria, tratando de recomponer sus claroscuros, como en este caso.

Gracias por tu generosa huella, querido amigo.

Abrazos.

Guillermo Cuesta escribió:Para darle valor a la poesía no hay cuatro que valga aunque lo pinte un dos por dos.

Tu sí que sabes aderezar lo que no has visto calculando la inesactitud del menos primo de los números.
cuanto más se acerca a su diciembre.

Un abrazo

Gracias, Guillermo. Siempre es un placer recibir tu visita, amigo.

Un abrazo.

Hola Rosa.
Espléndido poema, compañera.
A veces el número perfecto, el amor perfecto, la vida perfecta, dejan mucho que desear. Con tus metáforas abres el camino a esa comprensión. Un abrazo.

Mario

Armilo Brotón escribió:Un poema de los que yo llamo "para uno mismo" por utilizarse símbolos muy implicados en la vivencia de un momento particular. La exquisita forma en que los versos musicalizan el poema y la gran calidad de las imágenes hacen que traspase esos límites y el lector sienta un escalofrío cuando los lee, pueda sentir la emoción que caracteriza un buen poema.
Un abrazo.

Creo que la poesía no es poesía si no es capaz de traspasar la barrera de lo íntimo, de pellizcar las emociones del lector, haciendo universal un sentimiento, una vivencia. Morimos casi siempre en ese intento, Armilo, así que me alegran enormemente tus palabras.

Muchas gracias por tu atenta lectura y huella, compañero.

Un abrazo.

Rosa Marzal escribió:Hoy puedo describir el rostro de aquello
que no vi,
aquello que callamos, lo que no se menciona.

Preparábamos juntas un altar a diciembre,
pero siempre llegaba desnudo, en los huesos.

Recuerdo
los días previos, sus augurios de incienso,
tus pisadas nerviosas por el triste pasillo
de la desesperanza; su sosegada voz, acostumbrada
a navegar a tientas sobre el mar
de las pérdidas...

Recuerdo, sobre todo (y esto es cierto)
que dos y dos jamás sumaban cuatro;
una fracción de él, revestida de un cuerpo
fatigado
y confuso
acudía al encuentro,
el resto se hacinaba junto a las risas cómplices
de extraños en tugurios que bullen sobre brasas
de cielos extinguidos.

Pronto vendrá diciembre -decían tus labios-
y modelabas tu verdad con el barro de algún deseo
agónico,
él, mientas tanto, daba dos o tres vueltas
al abismo para huir
de los largos brazos de diciembre,
de la irónica intersección del deber
familiar,
de sí mismo,
de su sombra de fieltro;
y en la primera copa del penúltimo olvido
brindaba por la inexactitud
del número perfecto.

Muy agradable leerte, Rosa. Derrochas talento. Mis besos.

Me encantan los dos primeros versos. Un poema donde el poeta se mira y recuerda lo que fue o pudo ser. Magnífico decir.
Besos
Pilar

Ramón Carballal escribió:Excelente final para un poema melancólico e íntimo. Me gustó mucho. Un abrazo.

Gracias por tu visita, Ramón. Me alegro de que te haya gustado este poema.

Un abrazo.