Editorial Alaire

Extiende la mañana un despertar de hierro,
me derriba el color de las nubes.
El huerto se vacía de frutas de temporada,
mientras me hundo en el vientre del cosmos.

¡Ay, de aquel tiempo…!
creí que la vida llevaba
orientación en sus arterias,
que un Vicente Ferrer pondría su verbo
en las entrañas de los huesos
sin más libros que lo hallado en el alma,
y que dios nos protegería como un templo de luz.

Pensé que estar tenía sus razones
y que soñar no bifurcaba la senda.

Un día descubrí la alforja llena de proyectos.
Allí, bañados en futuro, pugnaban por un parto prematuro.
Se creían eternos,
con neuronas en su cráneo como hilos de plomo,
en su savia la luna llena
y en sus zapatos suelas irrompibles.
Los recibí colmada de placer incesante,
y me sentía como niños que atraviesan
la valla prohibida.
Comencé a degustar delicias,
bebí el licor de nuevas raíces
y me bañé en centellas de luz.

Hoy miro como la mochila se vacía.

La dejo abierta,

y guardo latidos del corazón.

Que los sueños no te falten nunca, que la palabra brote con fuerza creando versos que llenen tu mochila
Un abrazo
Carmen

Cuánta nostalgia hay en este poema, Pilar. pero siempre hay que dejar la mochila abierta para que vuelva a llenarse de sueños.

Un placer leerte, Pilar.

Abrazos.

Un poema con gran profusión y diversidad donde los materiales poéticos saltan y se ajustan magníficamente en los versos. Es un poema rico y hermoso, de la alta escuela en la que ya impartes con puesto y contrato fijo.

Todo un placer de lectura, Pilariña.

Bicos.

Pilar Morte escribió:Extiende la mañana un despertar de hierro,
me derriba el color de las nubes.
El huerto se vacía de frutas de temporada,
mientras me hundo en el vientre del cosmos.

¡Ay, de aquel tiempo…!
creí que la vida llevaba
orientación en sus arterias,
que un Vicente Ferrer pondría su verbo
en las entrañas de los huesos
sin más libros que lo hallado en el alma,
y que dios nos protegería como un templo de luz.

Pensé que estar tenía sus razones
y que soñar no bifurcaba la senda.

Un día descubrí la alforja llena de proyectos.
Allí, bañados en futuro, pugnaban por un parto prematuro.
Se creían eternos,
con neuronas en su cráneo como hilos de plomo,
en su savia la luna llena
y en sus zapatos suelas irrompibles.
Los recibí colmada de placer incesante,
y me sentía como niños que atraviesan
la valla prohibida.
Comencé a degustar delicias,
bebí el licor de nuevas raíces
y me bañé en centellas de luz.

Hoy miro como la mochila se vacía.

La dejo abierta,

y guardo latidos del corazón.

Bien guardados los latidos... y mi placer de leerte, poeta! Besos para ti.

Leo un magnçífico poema cargado de nostalgia y de inquietud, pero la pasado no vuelve y el futuro se ve demasiado cerca.

Mis aplausos y felicitaciones.

Un abtazo

La mochila se nos llena de ilusiones perdidas. Precioso poema que he disfrutado. Abrazos.

Precioso poema, Pilar. Como todos los tuyos. Pero no hay que ver vacía la mochila: está llena del aprecio y la admiración de muchos como yo. Este sentimiento debe suplir la pérdida de proyectos, que, seguro, todavía son posibles.
Besos.
Jerónimo

Me ha encantado el poema, estimada amiga. Me uno al comentario de Ferreiro para celebrarlo. Mis abrazos, Pilar.

En ello estamos, Carmen, pero a veces es difícil acertar con ellos. Gracias por venir con tu amable palabra
Besos
Pilar

Sigues escribiendo muy, pero que muy precioso en este poema de nostalgias y de descubrimientos. Solo me resta aplaudir tu buen hacer poético.

Besos.

Gracias, Rosa, por estar con tu amable palabra.
Besos
Pilar

Como todo lo que escribes, un poema de vanguardia,
de exquisita lectura porque al final siem`pre la belleza
de la esperanza.

Felicidades


Un gran abrazo y feliz verano

Rafael

Querido Ferreiro, eres tan generoso con tus palabras que subes mi ánimo, a veces cabizbajo . Gracias por estar
Besos
Pilar

Me ha gustado mucho este poema que convierte la nostalgia en esperanza. Tu poesía ha crecido en todos los registros: es placentero leerte cuando observas tu entorno, el mundo, y cuando miras la profundidad de tu mundo interior. Mis aplausos.

Un abrazo fraternal.
Óscar