Vivir, vivir, vivir...
Publicado: Mar, 08 Jul 2008 5:27
Para Janet Romero
En el alba, en el atardecer,
hay un grandioso pacto
que brota y desemboca
en altos mares rojos
que se agitan entre nubes
de cielos incendiados.
Oleaje reverberante
de caricias divinas,
el presagio de la noche
y los luminosos días.
Taciturnas cascadas
de nostalgias encendidas,
tibia vertiente inmensa
de un silente sol misterioso
que surge y muere
en el horizonte de mi rostro.
Un infierno de agonía
se consume y va desapareciendo
al ir cayendo en los profundos
pequeños lagos de mis ojos.
Algo se muere en mí
y yo respiro al mundo puro,
todo parece limpio,
todo luce tan seguro,
que me atrevo a sentirte mía
por un segundo.
Y te acaricio sin tocarte
en un breve paraiso sin morir.
Al cielo suave de tus labios,
entre rezos, mis besos van llegando
a un amado instante
donde todos los sueños caben,
donde todos los tiempos arden,
donde todos los sentidos crecen,
donde todos los latidos nacen,
donde todo soy de ti...
y donde quiero vivir, vivir, vivir...
Ivan Ortega
En el alba, en el atardecer,
hay un grandioso pacto
que brota y desemboca
en altos mares rojos
que se agitan entre nubes
de cielos incendiados.
Oleaje reverberante
de caricias divinas,
el presagio de la noche
y los luminosos días.
Taciturnas cascadas
de nostalgias encendidas,
tibia vertiente inmensa
de un silente sol misterioso
que surge y muere
en el horizonte de mi rostro.
Un infierno de agonía
se consume y va desapareciendo
al ir cayendo en los profundos
pequeños lagos de mis ojos.
Algo se muere en mí
y yo respiro al mundo puro,
todo parece limpio,
todo luce tan seguro,
que me atrevo a sentirte mía
por un segundo.
Y te acaricio sin tocarte
en un breve paraiso sin morir.
Al cielo suave de tus labios,
entre rezos, mis besos van llegando
a un amado instante
donde todos los sueños caben,
donde todos los tiempos arden,
donde todos los sentidos crecen,
donde todos los latidos nacen,
donde todo soy de ti...
y donde quiero vivir, vivir, vivir...
Ivan Ortega