intento de prosa cortada
Publicado: Mié, 09 Ago 2017 0:30
Guardo en el sótano
un vestido de boda,
no sé si te lo mostré
porque nos gustaba masticar la esperanza a solas
como a congeladas alas de mariposa.
Pero sí, aún guardo ese vestido pasado de moda
que valía para mujeres que intentaban fugarse
(de dónde, me preguntarás,
pero es un poema canalla, que no divulga
si hay cárceles en un vaso de agua).
Digamos mujeres que tenían miedo a ser mujeres.
Aquél día
que encontré la cabeza de un ciervo
en la maleta donde guardabas tu ropa interior
supe que
también los ciervos mueren, mueren de verdad.
La mañana tenía preparado el taxi
que te iba a llevar
lejos de la neurótica visión
de un hombre entre cuchillos
y también había preparado una calle sin semáforos.
Luego el taxista volvió a mi casa
y le pregunté cómo se dice adiós en albanés.
Me pidió cinco dólares
por unos agujeros que encontró en el asiento de atrás
y olvidé si se los pagué o no,
así que no te puedo decir si me debes algo, mujer.
un vestido de boda,
no sé si te lo mostré
porque nos gustaba masticar la esperanza a solas
como a congeladas alas de mariposa.
Pero sí, aún guardo ese vestido pasado de moda
que valía para mujeres que intentaban fugarse
(de dónde, me preguntarás,
pero es un poema canalla, que no divulga
si hay cárceles en un vaso de agua).
Digamos mujeres que tenían miedo a ser mujeres.
Aquél día
que encontré la cabeza de un ciervo
en la maleta donde guardabas tu ropa interior
supe que
también los ciervos mueren, mueren de verdad.
La mañana tenía preparado el taxi
que te iba a llevar
lejos de la neurótica visión
de un hombre entre cuchillos
y también había preparado una calle sin semáforos.
Luego el taxista volvió a mi casa
y le pregunté cómo se dice adiós en albanés.
Me pidió cinco dólares
por unos agujeros que encontró en el asiento de atrás
y olvidé si se los pagué o no,
así que no te puedo decir si me debes algo, mujer.