Editorial Alaire

A tu adiós le ha sobrevivido un nido de avispas.
Por la noche estoy atento a su peculiar manera de zumbar,
zumban como si te estuvieran mirando desnuda
frente a un espejo de los que engañan la edad
y otro hombre te tocara los hombros,
zumban ferozmente mientras decido
que mi ser es el cumplimiento
de unos conciertos trágicos,
que si no fuera por ellas,
poco quedaría que mentirle a los vecinos.
Se fue, porque le tiene mucho miedo a las agujas y al veneno,
pero volverá.
He empezado a tenerles cariño.
Me dejan arrancar sus alas y no se quejan.
Yo dejo que cubran mi cuerpo y tampoco me quejo.
Si me vieras en traje de avispas
y con un vaso de whiskey en la mano,
¡sí que me amarías!
Mi madre dice
que las avispas son una nube que ha sido castigada.
¿Qué son, entonces, las lágrimas
y, sobre todo,
qué otra cosa le puedo dar a la vida
sino ese puñado de avispas
para que me explique
por qué nacer es una fábrica de despedidas?

Aquí te has salido, Marius, todo un poemazo, querido amigo. Inspirado, bello, intenso, ingenioso..
Magnífico de principio a fin.. Me encantó. Mis aplausos y un fuerte abrazo, amigo..

Gracias, querido amigo, gracias por dedicarme tiempo, valoro mucho tu presencia. Ahora voy y lo cambio. Mis abrazos sinceros, Luis.

Qué extraordinario, querido amigo. Me he quedado sin palabras y sin ovaciones suficientes para celebrar esta maravilla.

Abrazos grandes.

Bien expresado ya que el nido de avispas. está vivito y coleando alrededor de sus preocupaciones. Tú a las tuyas y muy
logrado el contenido y el lenguaje, incluso bueno lo que entre lineas va escondido.

Un abrazo

Gran Reserva de Alaire.

Entre sentimiento e imaginación has escrito un gran poema. Felicidades, querido amigo.
Besos
Pilar

Es una preciosa profundidad la que navegan tus versos querido amigo...
Hermoso leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Marius Gabureanu escribió:A tu adiós le ha sobrevivido un nido de avispas.
Por la noche estoy atento a su peculiar manera de zumbar,
zumban como si te estuvieran mirando desnuda
frente a un espejo de los que engañan la edad
y otro hombre te tocara los hombros,
zumban ferozmente mientras decido
que mi ser es el cumplimiento
de unos conciertos trágicos,
que si no fuera por ellas,
poco quedaría que mentirle a los vecinos.
Se fue, porque le tiene mucho miedo a las agujas y al veneno,
pero volverá.
He empezado a tenerles cariño.
Me dejan arrancar sus alas y no se quejan.
Yo dejo que cubran mi cuerpo y tampoco me quejo.
Si me vieras en traje de avispas
y con un vaso de whiskey en la mano,
¡sí que me amarías!
Mi madre dice
que las avispas son una nube que ha sido castigada.
¿Qué son, entonces, las lágrimas
y, sobre todo,
qué otra cosa le puedo dar a la vida
sino ese puñado de avispas
para que me explique
por qué nacer es una fábrica de despedidas?

Tu estilo es personal e indiscutible Das riendas sueltas a la creación de estas imagenes conductivas de emociones crudas, y de emociones escondidas. Las abejas, la miel, el sistema de as abejas en su panal...evoca mucho tu poema cuando el simbolismo hace su magia en la mente del lector. Pero si recuerda tan solo que las avispas son fundamental para nuestro planeta, se dejaría picar. Maravilloso poema, te felicito, Marius! ERA

Me parece un excelente poema. Hay una tensión argumental que me atrapa, que posee esa coherencia donde la poesía, sin dejar de lado su misterio, su capacidad sugestiva, hace uso de la bendita herramienta de la razón, de la conciencia, para no caer en disquisiciones o simbolismos extraños a la comunicación. Mis aplausos.

Un abrazo.
Óscar