Ocho sencillos consejos para morirse uno feliz (...o lo más
Publicado: Dom, 30 Jul 2017 16:14
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1)- El primero y más importante:
Comprender que te va a dar lo mismo morirte feliz o infeliz.
Te vas a morir de cualquier manera, sí o sí.
Sin tonterías, sin vuelta atrás, sin excepción, sin milagros
de última hora ni remisión.
2)- Saber que lo mejor de todo es que no tienes que hacer nada:
solo dejarte llevar -como cuando se hace el amor por primera vez-
(mientras menos pienses en cómo hay que hacerlo, ¡mejor!)
No tendrás que tomar ninguna decisión ni determinación crucial.
No debes tener miedo a equivocarte,
a hacerlo bien o mal, a cagarla o no.
¡Qué importa lo que hablen después de ti!
No tienes que hacer absolutamente nada
... solo te mueres y punto.
3)- Debes saber también que en poco tiempo
(unas decenas de años como mucho) todos se morirán también:
La cotilla de la vecina del sexto, todos los chupócteros
del gobierno, y también los de la oposición.
Todos los cabrones que no han dado un palo en su vida
y tienen yate/s y una veintena de amantes por barba,
esa pareja de actores tan impertinentemente
atractivos, forrados e hiperfamosos,
... ese jefe malnacido que disfruta jodiéndote la existencia,
(como terapia de choque para sobreponerse a sus incurables
complejos y frustraciones),
... todos esos obesos banqueros, superempresarios y jeques,
y también todas sus fotocopias de herederos que se creían
entes semidivinos por nacer bañados de oro.
Y también se morirá ese futbolista tan payaso
que mira a sus atontados hinchas con sus aires de superioridad
(e incluso la modelo bombón de su novia)
Y también los hinchas,
las putas, los puteros, los yankis, los yonkies,
los chinos, los suecos, los talibanes,
los vegetarianos, los toros y los toreros...
Y hasta ese pedante amiguete tuyo que se hacía a las chicas más guapas,
(esas que unilateralmente te otorgaban
el inconmensurable título de mejor amigo)
todos y cada uno de los fines de semana de tu agridulce juventud.
Vamos, ¡que no va a quedar ni uno vivo!
4)- Sé positivo.
Por fin se terminarán definitivamente todos tus problemas.
¡Hasta nunca a esos inhumanos madrugones invernales
para ir a trabajar!
Ya no tendrás que esperar más colas:
la del Inem, la de Dirección General de Tráfico,
la de las urgencias de la seguridad social...
El tener que dejar de fumar, de beber alcohol o la obligación
de ir al gimnasio a sufrir como un cabrón, día sí, día no,
y esa minimalista e insulsa dieta para los michelines
y el colesterol.
Ya no importará que se te estropee la lavadora
y el embrague del coche a la vez
justo el día de tu cumpleaños.
Y también se acabaran tus cumpleaños,
y la infumable melancolía navideña y toda su farándula de neón.
Tampoco tendrás que soportar la adolescencia sin fin de los "ninis"
de tus hijos, sobrinos y/o nietos.
Te importarán un comino las supuestas o ciertas infidelidades de tu pareja.
Se acabarán la rutina y las hecatombes no rutinarias.
Adiós a la crisis y a tu lumbago, a la preocupación
por el calentamiento global y el deshielo de los polos,
a los devastadores efectos del tiempo sobre tu piel,
a tu acumulada mala conciencia, al temor a los virus
y al cáncer, a los malabarismos con la nómina de enero,
etc. etc.
5)- Piensa que ya no te estafarán más esos piratas
de las compañías eléctricas,
y tampoco volverás a verles la cara a esas ratas que salen en los periódicos
y en la tele
con sus inagotables mentiras e impuestos:
ivas, ibis, ibos..., que hasta te cobran por respirar,
... y esos buitres de la Hacienda pública
y sus derechos recaudatorios destinados a sufragar
a costa de su manso pueblo
a esa voraz nidada de funcionarios vagos e inútiles:
diputados, senadores, presidentes, vicepresidentes,
alcaldes, concejales, jueces, fiscales, primos
y su puta madre en verso (y en prosa también)
¡Por fin ya no serás una jodida tuerca
en este enorme y sucio engranaje
donde unos (la inmensa mayoría) se oxidan como hojalata a la intemperie,
y otros (cuatro espabilados) se lo montan de miedo
con el 99% de los beneficios!
6)- ¡Engáñate!
Piensa que si hay tantos filósofos, genios y lumbreras
de la historia que creen y han creído en el más allá
y en los sublimes paisajes del edén, será por algo,
y habrá bastantes probabilidades de que por lo menos
alguno de ellos (aunque solo sea uno) tenga o tuviera razón.
Piensa que es posible que en la otra vida
goces de una maravillosa y eterna estancia
en un balneario de cinco estrellas,
en un entorno muy parecido a las Seychelles,
en el que te pases todo el tiempo corriendo en pelotas,
revolcándote y tirando palos a tus mascotas queridas
(y muertas también) sobre verdes y floridos valles;
y al anochecer celestial te vayas de fiesta con tus fallecidos
colegas y un surtido harén de angelitas (tipo Victoria secret´s),
... y encima no tendrás que tener cuidado de morirte
por excesos ni sobreesfuerzos de ninguna clase ni condición.
7)- No olvides que tampoco debes preocuparte por los seres queridos
que dejas acá en el mundo de los vivos;
que se las apañen ellos solitos y como mejor puedan,
que tú ya tuviste que bregar bastante
por estos insufribles terruños de Dios.
Sí, es normal que ahora lo pasen mal durante algún tiempo,
pero estate seguro que en unos cuantos meses
o en un par de años a lo sumo, tendrán su mente inmersa
de lleno en sus banales quehaceres terrenales,
y después, tú solo serás un recuerdo más
entre una kilométrica hilera de recuerdos;
o bien, estarás enterrado dentro de un viejo álbum de fotos,
... quizás en algún vídeo o pendrive, bajo un montón de dvds
de los últimos estrenos cinematográficos de Hollywood,
dos pelis X y alguna antigua antología de mierda
de subvencionado cine nacional.
Y tú yacerás hecho cenizas en alguna urna de chapa "made in china"
con una pegatina con tu sonriente careto y unas líneas
con algo así como:
"No te olvidamos Fulanito, te añoraremos por siempre tus queridísimos...
bla, bla, bla."
Hasta que un buen día el gato lo desparrame por el suelo,
tras un salto mal calculado, y finalmente acabes en una planta
de reciclado para papel y cartón, dentro de una maldita bolsa de aspiradora.
Y todo porque tus allegados no se quisieron rascar el bolsillo
y esparcir tus asquerosas e inservibles cenizas entre los delfines,
desde el ferry Denia-Ibiza, donde, un día (colocado hasta las cejas)
creíste encontrar la metafísica y suprema paz existencial...
Y el empleado de la planta pensará que qué mierda es
ese polvo que se agarra como un cabrón a la ropa y a la piel
como si quisiera abducirle.
Y también saldrás a relucir de manera esporádica
en alguna conversación alcohólica y trasnochada,
unas palabras en tu memoria,
un par de lágrimas como mucho,
y hasta luego majete, ¡que siga la fiesta!
8/- Por último, en tan trágicos y lacrimosos momentos,
deberás recordar que hay cosas mucho peores
que estar muerto,
como por ejemplo: ser colaborador televisivo de esa mierda
del "Socórreme" (o algo parecido), y un día de repente,
recobrar de golpe el raciocinio y la dignidad al mismo tiempo
(en el caso que alguna vez se hubieran tenido, claro)
O que a uno le toquen tres millones de euros en la lotería
dos días antes de que se estrelle un meteorito
del tamaño de Andorra en plenos Campos Elíseos,
y deje la puta tierra más seca que una castaña quemada.
En resumen, que sin duda hay cosas
más jodidas y desalentadoras que morirse.
PD: Sería conveniente añadir que aun siguiendo
estos pasos religiosa o atéamente,
lo más probable es que ni esto ni nada
te vaya a hacer mínimamente feliz cuando tengas consciencia
del inmediato y fatal desenlace en cuestión.
Casi con toda seguridad estarás absolutamente acojonado,
sentirás un terrible terror al vacío, a la nada, a lo desconocido,
... a esa pequeña posibilidad de que sea mentira todo eso
del paraíso, la reencarnación y demás inventos;
y te acordarás del cabrón
que escribió esta sarta de estupideces.
Y al final, lo único que te aliviará un poco el trance
será el saber que él también la palmará
(si no la palmó ya antes),
y que en esos trágicos y tan difíciles momentos
con toda certeza estará igual de cagado que tú,
(o más)
¡Pues que se joda el listo!,
a la mierda y al hoyo también con él,
... ¡por cachondo!
____________
1)- El primero y más importante:
Comprender que te va a dar lo mismo morirte feliz o infeliz.
Te vas a morir de cualquier manera, sí o sí.
Sin tonterías, sin vuelta atrás, sin excepción, sin milagros
de última hora ni remisión.
2)- Saber que lo mejor de todo es que no tienes que hacer nada:
solo dejarte llevar -como cuando se hace el amor por primera vez-
(mientras menos pienses en cómo hay que hacerlo, ¡mejor!)
No tendrás que tomar ninguna decisión ni determinación crucial.
No debes tener miedo a equivocarte,
a hacerlo bien o mal, a cagarla o no.
¡Qué importa lo que hablen después de ti!
No tienes que hacer absolutamente nada
... solo te mueres y punto.
3)- Debes saber también que en poco tiempo
(unas decenas de años como mucho) todos se morirán también:
La cotilla de la vecina del sexto, todos los chupócteros
del gobierno, y también los de la oposición.
Todos los cabrones que no han dado un palo en su vida
y tienen yate/s y una veintena de amantes por barba,
esa pareja de actores tan impertinentemente
atractivos, forrados e hiperfamosos,
... ese jefe malnacido que disfruta jodiéndote la existencia,
(como terapia de choque para sobreponerse a sus incurables
complejos y frustraciones),
... todos esos obesos banqueros, superempresarios y jeques,
y también todas sus fotocopias de herederos que se creían
entes semidivinos por nacer bañados de oro.
Y también se morirá ese futbolista tan payaso
que mira a sus atontados hinchas con sus aires de superioridad
(e incluso la modelo bombón de su novia)
Y también los hinchas,
las putas, los puteros, los yankis, los yonkies,
los chinos, los suecos, los talibanes,
los vegetarianos, los toros y los toreros...
Y hasta ese pedante amiguete tuyo que se hacía a las chicas más guapas,
(esas que unilateralmente te otorgaban
el inconmensurable título de mejor amigo)
todos y cada uno de los fines de semana de tu agridulce juventud.
Vamos, ¡que no va a quedar ni uno vivo!
4)- Sé positivo.
Por fin se terminarán definitivamente todos tus problemas.
¡Hasta nunca a esos inhumanos madrugones invernales
para ir a trabajar!
Ya no tendrás que esperar más colas:
la del Inem, la de Dirección General de Tráfico,
la de las urgencias de la seguridad social...
El tener que dejar de fumar, de beber alcohol o la obligación
de ir al gimnasio a sufrir como un cabrón, día sí, día no,
y esa minimalista e insulsa dieta para los michelines
y el colesterol.
Ya no importará que se te estropee la lavadora
y el embrague del coche a la vez
justo el día de tu cumpleaños.
Y también se acabaran tus cumpleaños,
y la infumable melancolía navideña y toda su farándula de neón.
Tampoco tendrás que soportar la adolescencia sin fin de los "ninis"
de tus hijos, sobrinos y/o nietos.
Te importarán un comino las supuestas o ciertas infidelidades de tu pareja.
Se acabarán la rutina y las hecatombes no rutinarias.
Adiós a la crisis y a tu lumbago, a la preocupación
por el calentamiento global y el deshielo de los polos,
a los devastadores efectos del tiempo sobre tu piel,
a tu acumulada mala conciencia, al temor a los virus
y al cáncer, a los malabarismos con la nómina de enero,
etc. etc.
5)- Piensa que ya no te estafarán más esos piratas
de las compañías eléctricas,
y tampoco volverás a verles la cara a esas ratas que salen en los periódicos
y en la tele
con sus inagotables mentiras e impuestos:
ivas, ibis, ibos..., que hasta te cobran por respirar,
... y esos buitres de la Hacienda pública
y sus derechos recaudatorios destinados a sufragar
a costa de su manso pueblo
a esa voraz nidada de funcionarios vagos e inútiles:
diputados, senadores, presidentes, vicepresidentes,
alcaldes, concejales, jueces, fiscales, primos
y su puta madre en verso (y en prosa también)
¡Por fin ya no serás una jodida tuerca
en este enorme y sucio engranaje
donde unos (la inmensa mayoría) se oxidan como hojalata a la intemperie,
y otros (cuatro espabilados) se lo montan de miedo
con el 99% de los beneficios!
6)- ¡Engáñate!
Piensa que si hay tantos filósofos, genios y lumbreras
de la historia que creen y han creído en el más allá
y en los sublimes paisajes del edén, será por algo,
y habrá bastantes probabilidades de que por lo menos
alguno de ellos (aunque solo sea uno) tenga o tuviera razón.
Piensa que es posible que en la otra vida
goces de una maravillosa y eterna estancia
en un balneario de cinco estrellas,
en un entorno muy parecido a las Seychelles,
en el que te pases todo el tiempo corriendo en pelotas,
revolcándote y tirando palos a tus mascotas queridas
(y muertas también) sobre verdes y floridos valles;
y al anochecer celestial te vayas de fiesta con tus fallecidos
colegas y un surtido harén de angelitas (tipo Victoria secret´s),
... y encima no tendrás que tener cuidado de morirte
por excesos ni sobreesfuerzos de ninguna clase ni condición.
7)- No olvides que tampoco debes preocuparte por los seres queridos
que dejas acá en el mundo de los vivos;
que se las apañen ellos solitos y como mejor puedan,
que tú ya tuviste que bregar bastante
por estos insufribles terruños de Dios.
Sí, es normal que ahora lo pasen mal durante algún tiempo,
pero estate seguro que en unos cuantos meses
o en un par de años a lo sumo, tendrán su mente inmersa
de lleno en sus banales quehaceres terrenales,
y después, tú solo serás un recuerdo más
entre una kilométrica hilera de recuerdos;
o bien, estarás enterrado dentro de un viejo álbum de fotos,
... quizás en algún vídeo o pendrive, bajo un montón de dvds
de los últimos estrenos cinematográficos de Hollywood,
dos pelis X y alguna antigua antología de mierda
de subvencionado cine nacional.
Y tú yacerás hecho cenizas en alguna urna de chapa "made in china"
con una pegatina con tu sonriente careto y unas líneas
con algo así como:
"No te olvidamos Fulanito, te añoraremos por siempre tus queridísimos...
bla, bla, bla."
Hasta que un buen día el gato lo desparrame por el suelo,
tras un salto mal calculado, y finalmente acabes en una planta
de reciclado para papel y cartón, dentro de una maldita bolsa de aspiradora.
Y todo porque tus allegados no se quisieron rascar el bolsillo
y esparcir tus asquerosas e inservibles cenizas entre los delfines,
desde el ferry Denia-Ibiza, donde, un día (colocado hasta las cejas)
creíste encontrar la metafísica y suprema paz existencial...
Y el empleado de la planta pensará que qué mierda es
ese polvo que se agarra como un cabrón a la ropa y a la piel
como si quisiera abducirle.
Y también saldrás a relucir de manera esporádica
en alguna conversación alcohólica y trasnochada,
unas palabras en tu memoria,
un par de lágrimas como mucho,
y hasta luego majete, ¡que siga la fiesta!
8/- Por último, en tan trágicos y lacrimosos momentos,
deberás recordar que hay cosas mucho peores
que estar muerto,
como por ejemplo: ser colaborador televisivo de esa mierda
del "Socórreme" (o algo parecido), y un día de repente,
recobrar de golpe el raciocinio y la dignidad al mismo tiempo
(en el caso que alguna vez se hubieran tenido, claro)
O que a uno le toquen tres millones de euros en la lotería
dos días antes de que se estrelle un meteorito
del tamaño de Andorra en plenos Campos Elíseos,
y deje la puta tierra más seca que una castaña quemada.
En resumen, que sin duda hay cosas
más jodidas y desalentadoras que morirse.
PD: Sería conveniente añadir que aun siguiendo
estos pasos religiosa o atéamente,
lo más probable es que ni esto ni nada
te vaya a hacer mínimamente feliz cuando tengas consciencia
del inmediato y fatal desenlace en cuestión.
Casi con toda seguridad estarás absolutamente acojonado,
sentirás un terrible terror al vacío, a la nada, a lo desconocido,
... a esa pequeña posibilidad de que sea mentira todo eso
del paraíso, la reencarnación y demás inventos;
y te acordarás del cabrón
que escribió esta sarta de estupideces.
Y al final, lo único que te aliviará un poco el trance
será el saber que él también la palmará
(si no la palmó ya antes),
y que en esos trágicos y tan difíciles momentos
con toda certeza estará igual de cagado que tú,
(o más)
¡Pues que se joda el listo!,
a la mierda y al hoyo también con él,
... ¡por cachondo!
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