In honoris causa
Publicado: Sab, 05 Jul 2008 18:36
¿Cómo puede uno masticar el poema con la boca del miedo
que se avecina entre las esdrújulas y las comillas de la pausa?
¿Cómo beberlo con los ojos del cerebro imaginativo,
con su punto y aparte, otra larga pausa antes del final,
como un malabarista de circo, al acecho de la imagen
que como un negativo se convierte en positivo?
¿Cómo puede uno subsistir con tanta hipocresía?
¿Cómo ser fiel al corazón hinchado de amor
y al mismo tiempo cubrirse los ojos con gafas oscuras,
para que otros no puedan leer el manuscrito del alma?
Es sumamente difícil comprimir el discurso pensado,
dar las gracias por los honores de paso,
capturar la sensación grata de una caricia perdida,
beber del vaso sacro que yace entre tus piernas...
¿Cómo, sinceramente, recibir el bautismo y hacerse hombre,
ser humano, hermano, macho y hembra?
Desconcertante el pensar que existimos sólo para doblar una esquina,
escuchar una canción con voz sacrosanta, cantada
por una mujer que tiene el corazón carcomido por la droga
y con un vaso de vino tambaleándose en una tarima.
Imágenes que nos llegan a diario, en otros tiempos
cuando la iglesia era algo, la haríamos santa,
para besarle hasta el... alma, sin que nadie nos critique.
¿Cómo puedo yo no ser más sufrido, beber de la bota el tinto
que guardaste hace tanto tiempo, para matar el dolor
que penetra por los ojos, los oídos y la súper sensibilidad
de la piel traumatizada por los jabones del tiempo?
5 de julio de 2008.
que se avecina entre las esdrújulas y las comillas de la pausa?
¿Cómo beberlo con los ojos del cerebro imaginativo,
con su punto y aparte, otra larga pausa antes del final,
como un malabarista de circo, al acecho de la imagen
que como un negativo se convierte en positivo?
¿Cómo puede uno subsistir con tanta hipocresía?
¿Cómo ser fiel al corazón hinchado de amor
y al mismo tiempo cubrirse los ojos con gafas oscuras,
para que otros no puedan leer el manuscrito del alma?
Es sumamente difícil comprimir el discurso pensado,
dar las gracias por los honores de paso,
capturar la sensación grata de una caricia perdida,
beber del vaso sacro que yace entre tus piernas...
¿Cómo, sinceramente, recibir el bautismo y hacerse hombre,
ser humano, hermano, macho y hembra?
Desconcertante el pensar que existimos sólo para doblar una esquina,
escuchar una canción con voz sacrosanta, cantada
por una mujer que tiene el corazón carcomido por la droga
y con un vaso de vino tambaleándose en una tarima.
Imágenes que nos llegan a diario, en otros tiempos
cuando la iglesia era algo, la haríamos santa,
para besarle hasta el... alma, sin que nadie nos critique.
¿Cómo puedo yo no ser más sufrido, beber de la bota el tinto
que guardaste hace tanto tiempo, para matar el dolor
que penetra por los ojos, los oídos y la súper sensibilidad
de la piel traumatizada por los jabones del tiempo?
5 de julio de 2008.