Editorial Alaire

“Entonces la mujer de Lot miró atrás, a espaldas de él, y se volvió estatua de sal.”
Gen. 19:26

Dentro del sabor,
con la envidia propia de pan ácimo
-sin fermento no huelen igual-
ella miró.

—Te estás perdiendo la esencia -le gritaban
los animales-,
aquellos que chapotean en la madrugada: "Fornicar,
es parte de nuestra filosofía".

De Adit quiero sus labios, miel de alacrán
para que algo roce, de mi espuma, el ocaso.
—¡Por el sol y sus adentros,
por la sangre que es requiebro y verde!
¡Viva Gomorra!

...Supuras veneno, eres bella
en la ponzoña que deseamos los infieles.
Se adivina fuego detrás
el poco aliento
que deja un verano.
Te fantaseo.
Tu coño derrama trinidad
como agua bendita
y fresca.
—Apaga las calles, a los rebeldes, a Dios
que ahora pago yo.
—¡Para follarte! -gritaba traspasado el viento.

Y tú, mi viejo Lot, impotente,
no te mires los pies -muchos somos los cobardes-
que se hunden en la acera de hombre barato.
Santo proxeneta de la sinrazón
¿qué más podemos hacer?
Y sobre todo:
¿qué voy a hacer
mientras todo sea una mentira?

Ella tenía en su pellejo el sabor de judea.
Y yo, tan solo, en aquel restaurante de lujo...
—¡Camarera, por favor! ¿Me trae sal de Lot?
Esta carne está insulsa.

elPrior

Armilo Brotón escribió:“Entonces la mujer de Lot miró atrás, a espaldas de él, y se volvió estatua de sal.”
Gen. 19:26

Dentro del sabor,
con la envidia propia de los panes
sin fermento -no huelen de la misma forma-,
ella miró.

-Te estás perdiendo la esencia de vivir.
Gritaban
los animales,
los que chapotean en la madrugada: "Fornicar,
es también una filosofía".

De Adit quiero sus labios, miel de alacrán
para que algo roce y haga espuma en la caída de la tarde.
¡Por el sol y sus adentros!
donde la sangre es requiebro y verde
¡viva Gomorra!

Supuras veneno, eres bella.
La ponzoña que deseamos los infieles
cuando se adivina fuego detrás,
el poco aliento que deja un verano.
Te fantaseo.
Tu coño derrama trinidad como agua bendita
y fresca.
¡Apaga las calles, a los rebeldes, a Dios
que ahora te sigo yo!

Y tú, mi viejo Lot, impotente,
no te mires los pies -muchos somos los cobardes-
que se hunden en la acera de hombre barato.
Santo proxeneta de la sinrazón
¿qué más podemos hacer?

-¡Camarero por favor! ¿Me trae sal de Lot?
Esta carne está insulsa.

elPrior

Claro que si Armilo, el poeta tiene que explorar los limites y salirse de ellos para encontrar sus propias preguntas. La historia biblica de Sodoma y Gomorra es sin duda un tema caliente y dificil de asir. En esta historia la homosexualidad, en particular, y el desenfreno de las orgias era la diversion de la gente, y cuando aparecieron los angeles de Dios, una multitud quizo tumbar la puerta por la belleza de estos angeles en cuerpos de hombres.

Le dejo a elPrior un trocito del Cantar de los cantares para que no diga nadie que la sexualidad esta vedada en La Biblia.

[Cuán bella eres, amor mío,
¡cuán encantadora en tus delicias!
7 Tu talle se asemeja al talle de la palmera,
y tus pechos a sus racimos.
8 Me dije: «Me treparé a la palmera;
de sus racimos me adueñaré».
¡Sean tus pechos como racimos de uvas,
tu aliento cual fragancia de manzanas,
9 y como el buen vino tu boca!


Siempre una aventura intensa leerte.

ERA

ERA

Muy bueno este poema, Armilo. Mis sinceras feicitaciones, ha sido un placer de lectura.

Un poema valiente y sincero, que reivindica la necesidad de romper los rancios límites de lo establecido y atreverse a vivir, a ser uno mismo.

Magnífico, Armilo. Mis aplausos.

Un abrazo.

Eso es la vida, atreverse a vivirla sin las cadenas que nos imponen. He disfrutado tu poema.
Besos
Pilar

Muy bello, inteligente y muy interesante trabajo de Armilo.

Nos esperábamos menos del provocador Prior, aquí dando reienda suelta al pecado más fustrante y castrador de todas la religiones, ese incomprensible persecución a los que celebran el sexo en todo su esplendor.

Todo un placer de lectura, querido amigo.

Un fuerte abrazo.

Saboreas la carne del placer para que hable por ti tu verso sin el incómodo respiro de la sed. Precioso el invento que pone sal
en la semilla de lo que nos rodea, bueno o malo. El placer y el sexo se mueven a sus anchas por la libertad y por la voz que clama y reclama la atracción de la belleza y la idiosincrasia del veneno.

Un abrazo

.

E. R. Aristy escribió: Claro que si Armilo, el poeta tiene que explorar los limites y salirse de ellos para encontrar sus propias preguntas. La historia biblica de Sodoma y Gomorra es sin duda un tema caliente y dificil de asir. En esta historia la homosexualidad, en particular, y el desenfreno de las orgias era la diversion de la gente, y cuando aparecieron los angeles de Dios, una multitud quizo tumbar la puerta por la belleza de estos angeles en cuerpos de hombres.

Le dejo a elPrior un trocito del Cantar de los cantares para que no diga nadie que la sexualidad esta vedada en La Biblia.

[Cuán bella eres, amor mío,
¡cuán encantadora en tus delicias!
7 Tu talle se asemeja al talle de la palmera,
y tus pechos a sus racimos.
8 Me dije: «Me treparé a la palmera;
de sus racimos me adueñaré».
¡Sean tus pechos como racimos de uvas,
tu aliento cual fragancia de manzanas,
9 y como el buen vino tu boca!


Siempre una aventura intensa leerte.

ERA

ERA

Gracias ERA por tus referencias. Como cura que soy conozco esos maravillosos versos. Y apunto algunos más:

Cantar de los Cantares, I, 11-12

11-Mientras estaba el rey recostado en su asiento, mi nardo precioso difundió su fragancia.
12- Manojito de mirra es para mí el amado mío: entre mis pechos quedará.

Cantar de los Cantares, II, 3-4

3- Como el manzano entre árboles silvestres y estériles, así es mi amado entre los hijos de los hombres. Sentéme a la sombra del que tanto había yo deseado, y su fruto es muy dulce al paladar mío.
4-Introdújome en la pieza en que tiene el vino más exquisito, y ordenó en mí el amor.

Lo de Gomorra tuvo que estar tan caliente que Adit volvió la cabeza y es un bello motivo para reflexión.
En comentarios posteriores creo que iré ampliando mi opinión sobre este pasaje.

Un abrazo y muchas gracias por tu comentario.

Hola Armilo.

Ella tenía en su piel todo el sabor de judea
y yo tan solo, en aquel lujoso restaurante.
—¡Camarera por favor! ¿Me trae sal de Lot?
Esta carne está un poco insulsa.

Me gustó la sal que el poema derrama en su lectura y me quedo con el sorprendente final.
Un abrazo.

Mario

Hallie Hernández Alfaro escribió:Muy bueno este poema, Armilo. Mis sinceras feicitaciones, ha sido un placer de lectura.

Muchas gracias Hallie.
Un abrazo

Rosa Marzal escribió:Un poema valiente y sincero, que reivindica la necesidad de romper los rancios límites de lo establecido y atreverse a vivir, a ser uno mismo.

Magnífico, Armilo. Mis aplausos.

Un abrazo.

Sí Rosa, esa es una de las heridas que nos queda cicatrizar.
Gracias por tu generoso comentario amiga.
Un abrazo

Excelente poema, amigo, y el giro que da la última estrofa cambiándonos de realidad y tiempo está genial. Me encantó. Un fuerte abrazo.

Un poema culto que se desarrolla con mucha imaginación y conclusión personal sobre el relato bíblico. Invectiva que comparto y aplaudo. La biblia es, probado está una vez más a través de esta obra, una caja insondable de polisemia. Mis aplausos.

Un abrazo.
Óscar