El crucificado
Publicado: Sab, 05 Jul 2008 10:14
El crucificado<xml><o></o>
<o> </o>
<o> </o>
¡Hace tanto calor! <o></o>
Llegas mojada del baño, <o></o>
infectada de gotas, como enferma<o></o>
de oasis me rozas descuidada, <o></o>
haciendo quién sabe qué tarea <o></o>
doméstica, con ese camisón de niebla<o></o>
hipnótica, que presume con saña<o></o>
de velar por la divinidad del espacio <o></o>
que existe en la génesis de tus <o></o>
piernas blancas. <o></o>
<o> </o>
A mi tensa agonía me crucificas, <o></o>
clavándome por las manos y por las<o></o>
caderas a una cruz de ambiguos instintos;<o></o>
donde espero tu clemencia rezándote<o></o>
en el cuello como un poseído confeso.<o></o>
<o> </o>
Y parece que me oyes, que me acoges<o></o>
en tu exuberante desierto, y al <o></o>
instante afianzas mi insolente cintura<o></o>
con los clavos que se desprenden de<o></o>
sentirme, de momento, sólo un paréntesis.<o></o>
<o> </o>
Sumes a una agridulce embolia a todo<o></o>
lo que en mí circula buscando tu<o></o>
eximente desembocadura. <o></o>
<o> </o>
La incertidumbre me alimenta<o></o>
y me ahoga, me santifica, me<o></o>
excomulga de tus sacramentos.<o></o>
<o> </o>
Tarde o temprano tendrás que <o></o>
desenclavarme, y resucitaré, <o></o>
y encontraré bajo tu profético camisón<o></o>
un lugar para mi fe inquebrantable. <o></o>
<o> </o>
<o> </o>
¡Hace tanto calor! <o></o>
Llegas mojada del baño, <o></o>
infectada de gotas, como enferma<o></o>
de oasis me rozas descuidada, <o></o>
haciendo quién sabe qué tarea <o></o>
doméstica, con ese camisón de niebla<o></o>
hipnótica, que presume con saña<o></o>
de velar por la divinidad del espacio <o></o>
que existe en la génesis de tus <o></o>
piernas blancas. <o></o>
<o> </o>
A mi tensa agonía me crucificas, <o></o>
clavándome por las manos y por las<o></o>
caderas a una cruz de ambiguos instintos;<o></o>
donde espero tu clemencia rezándote<o></o>
en el cuello como un poseído confeso.<o></o>
<o> </o>
Y parece que me oyes, que me acoges<o></o>
en tu exuberante desierto, y al <o></o>
instante afianzas mi insolente cintura<o></o>
con los clavos que se desprenden de<o></o>
sentirme, de momento, sólo un paréntesis.<o></o>
<o> </o>
Sumes a una agridulce embolia a todo<o></o>
lo que en mí circula buscando tu<o></o>
eximente desembocadura. <o></o>
<o> </o>
La incertidumbre me alimenta<o></o>
y me ahoga, me santifica, me<o></o>
excomulga de tus sacramentos.<o></o>
<o> </o>
Tarde o temprano tendrás que <o></o>
desenclavarme, y resucitaré, <o></o>
y encontraré bajo tu profético camisón<o></o>
un lugar para mi fe inquebrantable. <o></o>