Editorial Alaire

Yo no sé si debiera llevar en la memoria tanto peso
Cansado estoy y leve acudo a mi intención.
No dispongo de tiempo ni de sabiduría ni de ganas
para reconstruir nomenclaturas de mil cuerpos.

Me ausento de mi mismo, pero sin causa ni razón
vuelvo al no llegar a sitio alguno.

Quizás tuviera en el pasado las razones.
mirando hacia el futuro; ni las presiento ni las veo.

Mas para qué me agobio. Al fin y al cabo
dispongo de todo aquello que necesité.
Aunque a estas alturas ya no sé cómo tocarlo,
verlo, insinuarlo y describirlo.

Me dejaré llevar. Hay un acaso en el ambiente
que tiene tiempo y alguna sinrazón
El sabe cómo descuartizar los parasoles cuando llueve
y hasta dar un susto al miedo cuando ataca.

Hay tristeza y también resignación. Es dura la vida si nos hacemos cómplices del dolor. Un poema que llega.
Besos
Pilar

Una reflexión muy humana, donde el tiempo descarga las rapiñas de los sueños y donde todo huye con un tiket de ida sólo.
Muy profundo y muy real.
Un abrazo, Guillermo

Espléndida decisión, a veces se pierde actualidad al revisar el pasado y la experiencia que nos deja es relativa.
Tu poema es una mágica y oportuna receta para seguir el camino libre de equipaje.
Saludos, Guillermo

Pilar Morte escribió:Hay tristeza y también resignación. Es dura la vida si nos hacemos cómplices del dolor. Un poema que llega.
Besos
Pilar

Pilar, muchas gracias por tu amable visita Np hay pena, es la realidad campante y manifiesta. Pero me gusta tu aporte.

Un abrazo

Carmen Pla escribió:Una reflexión muy humana, donde el tiempo descarga las rapiñas de los sueños y donde todo huye con un tiket de ida sólo.
Muy profundo y muy real.
Un abrazo, Guillermo

Gracais, Carmen por tu humana presencia tan gratificante y razonada

Un abrazo.

Supongo que a veces la razón debe servir de cortafuegos para la memoria, y esta última para la sinrazón. Realmente interesante la relación entre ambas, como hermoso y sincero tu poema, con unos versos finales magníficos en mi opinión. Mis felicitaciones, Guillermo. Un abrazo.

Marimar González escribió:Espléndida decisión, a veces se pierde actualidad al revisar el pasado y la experiencia que nos deja es relativa.
Tu poema es una mágica y oportuna receta para seguir el camino libre de equipaje.
Saludos, Guillermo

Estar libre de equipaje y toner la cualidad es sano, muy sano. Gracias por tu amabilidad y tu conseja.

Un abrazo

Guillermo Cuesta escribió:Yo no sé si debiera llevar en la memoria tanto peso
Cansado estoy y leve acudo a mi intención.
No dispongo de tiempo ni de sabiduría ni de ganas
para reconstruir nomenclaturas de mil cuerpos.

Me ausento de mi mismo, pero sin causa ni razón
vuelvo al no llegar a sitio alguno.

Quizás tuviera en el pasado las razones.
mirando hacia el futuro; ni las presiento ni las veo.

Mas para qué me agobio. Al fin y al cabo
dispongo de todo aquello que necesité.
Aunque a estas alturas ya no sé cómo tocarlo,
verlo, insinuarlo y describirlo.

Me dejaré llevar. Hay un acaso en el ambiente
que tiene tiempo y alguna sinrazón
El sabe cómo descuartizar los parasoles cuando llueve
y hasta dar un susto al miedo cuando ataca.

Preñados de lirismo y buen versar, Guillermo. Mi enhorabuena!

La sinceridad brota de tus bellos y profundos versos, sin duda alguna eres un maestro. Lo he leído, y cuanta razón, no hay duda que el equipaje a ciertas alturas de la vida es pesado, pero también un aprendizaje para el resto. He reflexionado, es necesario. Un enorme abrazo, compañero, desde mi isla.

José Manuel F. Febles

Hermoso e interesante trabajo de Guillermo.

Me encantó la ultima estrofa. Es genial.

"Darle un susto al miedo", muy bueno.

Un abrazo.

Carlos Justino Caballero escribió:

Guillermo Cuesta escribió:Yo no sé si debiera llevar en la memoria tanto peso
Cansado estoy y leve acudo a mi intención.
No dispongo de tiempo ni de sabiduría ni de ganas
para reconstruir nomenclaturas de mil cuerpos.

Me ausento de mi mismo, pero sin causa ni razón
vuelvo al no llegar a sitio alguno.

Quizás tuviera en el pasado las razones.
mirando hacia el futuro; ni las presiento ni las veo.

Mas para qué me agobio. Al fin y al cabo
dispongo de todo aquello que necesité.
Aunque a estas alturas ya no sé cómo tocarlo,
verlo, insinuarlo y describirlo.

Me dejaré llevar. Hay un acaso en el ambiente
que tiene tiempo y alguna sinrazón
El sabe cómo descuartizar los parasoles cuando llueve
y hasta dar un susto al miedo cuano ataca.

Preñados de lirismo y buen versar, Guillermo. Mi enhorabuena!

Graciss por tu amable paso; Carlos Justino,
eres muy amable.Un abrazo.

Guillermo Cuesta escribió:Yo no sé si debiera llevar en la memoria tanto peso
Cansado estoy y leve acudo a mi intención.
No dispongo de tiempo ni de sabiduría ni de ganas
para reconstruir nomenclaturas de mil cuerpos.

Me ausento de mi mismo, pero sin causa ni razón
vuelvo al no llegar a sitio alguno.

Quizás tuviera en el pasado las razones.
mirando hacia el futuro; ni las presiento ni las veo.

Mas para qué me agobio. Al fin y al cabo
dispongo de todo aquello que necesité.
Aunque a estas alturas ya no sé cómo tocarlo,
verlo, insinuarlo y describirlo.

Me dejaré llevar. Hay un acaso en el ambiente
que tiene tiempo y alguna sinrazón
El sabe cómo descuartizar los parasoles cuando llueve
y hasta dar un susto al miedo cuando ataca.

Un poema saturado de sabia reflexión sobre la decadencia biológica del hombre, de cómo enfrentar la desazón de la búsqueda. Y lo más interesante del planteo es la fe, la aceptación de la realidad, la esperanza de seguir con las convicciones vivas. La forma: un multimétrico que coquetea victoriosamente con la prosa. Un aplauso, amigo.

Yo no sé si debiera llevar en la memoria tanto peso
Cansado estoy y leve acudo a mi intención.
No dispongo de tiempo ni de sabiduría ni de ganas
para reconstruir nomenclaturas de mil cuerpos.


Guillermo: Un poema muy psicológico que me ha gustado desde el principio
Porque estoy en las mismas, salvo que aún dejándome ir a la buena de Dios,
sí tengo un gran proyecto para reconstruir esquemas
que de alguna forma puedan liberarme del peso existencial.

Felicidades y un abrazo

Rafael