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Hay cuentos que nacen de las estrellas

Publicado: Dom, 25 Jun 2017 1:26
por Alejandro Costa
Hay cuentos que nacen de las estrellas,
y estrellas en el firmamento que no dibujan estelas,
ni se envuelven en pecados capitales
ni se amontonan en el ocaso interplanetario de los celos.

Por esa razón, a veces, tan solo a veces,
dejamos correr la ignorancia entre los laureles de los dioses,
para dejar descansar los errores cometidos,
sabiendo que como tal, errores son,
pero acomodándolos en la súplica siniestra del olvido.

Ahí radica un apartado más de la incongruencia humana,
ahí radica parte de la vergüenza por donde caminamos,
por donde tropezamos constantemente, y donde,
sumisos y un tanto irracionales,
no logramos solucionar los logaritmos de la convivencia.

Y en ese mundo, descarado, humillante, vergonzoso y acelerado,
nos movemos,
abriendo las alas constantemente,
para buscar un cielo blanco y extenso que nos proteja,
que nos dé la posibilidad de ser libres,
más allá de los témpanos de hielo, que nos queman y congelan,
más allá de la huida manifiesta de la realidad,
más allá de nuestras vergüenzas y nuestros parabienes.

A veces, muy pocas, me siento tirano y poderoso,
debe ser porque la sensación de ser gánster es impredecible,
te convierte en rey, te arrastra con fuerza y domina parte de tu mundo,
vistes bien, ordenas y no te falta oro con el que apostar,
mujeres con las que bailar y fiesta donde matar,
¡sí! ¡matar! impune y siempre inmune.
El poder, la gloria, el oro,
siempre rompen puertas, cierran bocas y abren cárceles.

Pero…, tan solo soy, aquello que soy,
un incompetente, en un mundo incompetente,
un resignado, en un dibujo de convivencia,
un gregario a la orden de un capataz,
y un capataz en ciernes de perderse con las alas abiertas.

Al fin y al cabo, esos cuentos que nacen de las estrellas,
tan solo son unos pocos cuentos infantiles,
y en ellos se encierra la fantasía necesaria
para no hacernos sentir vergüenza.

Al fin y al cabo,
solo los cuentos convierten la vergüenza en belleza.

Re: Hay cuentos que nacen de las estrellas

Publicado: Dom, 25 Jun 2017 8:14
por Ramón Carballal
Conviertes esos cuentos en poemas y los poemas en belleza. Creo que eso tiene mucho más valor que el mero poder material que a fin de cuentas es efímero. No puede sentir vergüenza sino orgullo quien es capaz de crear como lo haces tú. Mi felicitación y un abrazo.

Re: Hay cuentos que nacen de las estrellas

Publicado: Dom, 25 Jun 2017 8:24
por Pilar Morte
Hay mucho para pensar en estos versos. Un hermoso poema que he disfrutado
Besos
PIlar

Re: Hay cuentos que nacen de las estrellas

Publicado: Lun, 26 Jun 2017 21:35
por Silvia Savall
Totalmente de acuerdo con Ramón. Cada vez que te leo aprendo de ti.
Besitos mi poeta.

Re: Hay cuentos que nacen de las estrellas

Publicado: Mar, 27 Jun 2017 7:38
por Carmen Pla
El poeta reflexiona y refleja la vida y la fragilidad , y nos enseña precisamente
a revelarnos sobre todo lo que reside
dentro de nosotros.
Me gustó el discernimiento del autor
sobre un poema de muy buena calidad
expresiva.
Un abrazo, Alejandro

Re: Hay cuentos que nacen de las estrellas

Publicado: Jue, 29 Jun 2017 10:21
por Alejandro Costa
Ramón Carballal escribió:Conviertes esos cuentos en poemas y los poemas en belleza. Creo que eso tiene mucho más valor que el mero poder material que a fin de cuentas es efímero. No puede sentir vergüenza sino orgullo quien es capaz de crear como lo haces tú. Mi felicitación y un abrazo.
Me da mucha alegría ver que uno de los grandes valora mi trabajo como tú lo has valorado.

Mil gracias, compañero.

Un fuerte abrazo.

Re: Hay cuentos que nacen de las estrellas

Publicado: Jue, 29 Jun 2017 10:22
por Alejandro Costa
Pilar Morte escribió:Hay mucho para pensar en estos versos. Un hermoso poema que he disfrutado
Besos
PIlar
Gracias, Pilar por acercarte a mi jardín.

Un besazo.

Re: Hay cuentos que nacen de las estrellas

Publicado: Dom, 02 Jul 2017 10:28
por Rafel Calle
Hermoso e interesante trabajo de Alejandro.

Re: Hay cuentos que nacen de las estrellas

Publicado: Lun, 03 Jul 2017 20:02
por Rafael Zambrano Vargas
Alejandro: Otra de tus entregas poéticas de categoría,
modernista y de metáforas muy diáfanas, un deleite
de lectura, y los últimos versos, sin menoscabo
e anteriores, me ha gustado muchísimo

Felicidades, un gran abrazo poeta

Rafael

Re: Hay cuentos que nacen de las estrellas

Publicado: Mar, 04 Jul 2017 22:46
por Alejandro Costa
Silvia Savall escribió:Totalmente de acuerdo con Ramón. Cada vez que te leo aprendo de ti.
Besitos mi poeta.
¿De veras?

Yo siempre he pensado que del peor poeta, del hombre que pisotea los campos, que labra la tierra, que roba o incluso que mata, siempre, se saca alguna frase que puede ser un verso genial y único. La vida es la mayor fuente de versos.

Un besazo, corazón.

Re: Hay cuentos que nacen de las estrellas

Publicado: Mar, 04 Jul 2017 22:47
por Alejandro Costa
Carmen Pla escribió:El poeta reflexiona y refleja la vida y la fragilidad , y nos enseña precisamente
a revelarnos sobre todo lo que reside
dentro de nosotros.
Me gustó el discernimiento del autor
sobre un poema de muy buena calidad
expresiva.
Un abrazo, Alejandro
Gracias Pilar, siempre tan correcta y amable.

Me alegra saber que te ha gustado.

Un beso.

Re: Hay cuentos que nacen de las estrellas

Publicado: Mar, 04 Jul 2017 22:47
por Alejandro Costa
Rafel Calle escribió:Hermoso e interesante trabajo de Alejandro.
Gracias, Rafael.

Un abrazo.

Re: Hay cuentos que nacen de las estrellas

Publicado: Mar, 04 Jul 2017 22:48
por Alejandro Costa
Rafael Zambrano Vargas escribió:Alejandro: Otra de tus entregas poéticas de categoría,
modernista y de metáforas muy diáfanas, un deleite
de lectura, y los últimos versos, sin menoscabo
e anteriores, me ha gustado muchísimo

Felicidades, un gran abrazo poeta

Rafael
Mil gracias, Rafael.

Viniendo de que viene le doy aún más valor.

Un fuerte abrazo.

Re: Hay cuentos que nacen de las estrellas

Publicado: Vie, 07 Jul 2017 0:05
por E. R. Aristy
Alejandro Costa escribió:Hay cuentos que nacen de las estrellas,
y estrellas en el firmamento que no dibujan estelas,
ni se envuelven en pecados capitales
ni se amontonan en el ocaso interplanetario de los celos.

Por esa razón, a veces, tan solo a veces,
dejamos correr la ignorancia entre los laureles de los dioses,
para dejar descansar los errores cometidos,
sabiendo que como tal, errores son,
pero acomodándolos en la súplica siniestra del olvido.

Ahí radica un apartado más de la incongruencia humana,
ahí radica parte de la vergüenza por donde caminamos,
por donde tropezamos constantemente, y donde,
sumisos y un tanto irracionales,
no logramos solucionar los logaritmos de la convivencia.

Y en ese mundo, descarado, humillante, vergonzoso y acelerado,
nos movemos,
abriendo las alas constantemente,
para buscar un cielo blanco y extenso que nos proteja,
que nos dé la posibilidad de ser libres,
más allá de los témpanos de hielo, que nos queman y congelan,
más allá de la huida manifiesta de la realidad,
más allá de nuestras vergüenzas y nuestros parabienes.

A veces, muy pocas, me siento tirano y poderoso,
debe ser porque la sensación de ser gánster es impredecible,
te convierte en rey, te arrastra con fuerza y domina parte de tu mundo,
vistes bien, ordenas y no te falta oro con el que apostar,
mujeres con las que bailar y fiesta donde matar,
¡sí! ¡matar! impune y siempre inmune.
El poder, la gloria, el oro,
siempre rompen puertas, cierran bocas y abren cárceles.

Pero…, tan solo soy, aquello que soy,
un incompetente, en un mundo incompetente,
un resignado, en un dibujo de convivencia,
un gregario a la orden de un capataz,
y un capataz en ciernes de perderse con las alas abiertas.

Al fin y al cabo, esos cuentos que nacen de las estrellas,
tan solo son unos pocos cuentos infantiles,
y en ellos se encierra la fantasía necesaria
para no hacernos sentir vergüenza.

Al fin y al cabo,
solo los cuentos convierten la vergüenza en belleza.
Que cierre tan poderoso, Alejandro! Me conmuee la crudeza y el fatalismo del cuerpo del poema, me conmueve el desamaldo movil que expresas en siniestras sentencias, atrapadas y agasajadas patologias de las que no queda exento ninguno de nosotros. ERA