Editorial Alaire

Los sonidos llegan difusos,
desde lejos:
son ruidos de camiones
y violaciones,
los gritos del delirio
del adicto.

Los primeros sonidos
llegan de todas direcciones:
un goteo abismal
o unos pasos.

Bajo el puente
se acumula la basura:
una muleta rota,
metales oxidados,
un negro televisor sin pantalla.

Aquí nadie vendrá a buscarte.
Aquí no saben llegar
las vidas que dejaste atrás.

En las profundidades
de diagonales oscuras
se distingue un ocre
triángulo de luz.

Las antenas están dibujadas
en el cielo nocturno.

La noche no está
en las calles populosas,
sino en la penumbra de un cruce
donde uno siente detrás la presencia
de su propia respiración,
la noche está en los lugares
que mueven algo dentro:
una criatura de alquitrán
que repta en nuestro interior.

Los ojos como agujeros,
las manos temblorosas
y ocultas,
los suspiros contenidos.

Cuando amanezca cambiaremos de vida,
cuando sea otro día
y hayamos dormido,
cuando se pase esta urgencia
y esta voracidad.



Facundo Díaz; Tan callando

Arriba con este hermoso trabajo de Facundo.

Me ha llegado el poema, con la locura del
mundo y el mundo de la locura que nos fuerza plantearse qué es la realidad y cómo enfrentarse a ella.
Un placer leerte.
Saludos

Facundo Díaz escribió:Los sonidos llegan difusos,
desde lejos:
son ruidos de camiones
y violaciones,
los gritos del delirio
del adicto.

Los primeros sonidos
llegan de todas direcciones:
un goteo abismal
o unos pasos.

Bajo el puente
se acumula la basura:
una muleta rota,
metales oxidados,
un negro televisor sin pantalla.

Aquí nadie vendrá a buscarte.
Aquí no saben llegar
las vidas que dejaste atrás.

En las profundidades
de diagonales oscuras
se distingue un ocre
triángulo de luz.

Las antenas están dibujadas
en el cielo nocturno.

La noche no está
en las calles populosas,
sino en la penumbra de un cruce
donde uno siente detrás la presencia
de su propia respiración,
la noche está en los lugares
que mueven algo dentro:
una criatura de alquitrán
que repta en nuestro interior.

Los ojos como agujeros,
las manos temblorosas
y ocultas,
los suspiros contenidos.

Cuando amanezca cambiaremos de vida,
cuando sea otro día
y hayamos dormido,
cuando se pase esta urgencia
y esta voracidad.



Facundo Díaz; Tan callando

Pasara la urgencia y tu vida ha de cambiar segun lo desees.Mientras siga en tus renglone esa luz que ilumina tus diagonales.Me ha gustado tu poema.Gracias por comartir. Gracias por visitarme. Podras corregir los asentos que no pongo¿ desde el mobil que no entiendo. Un abrazo gentil poeta.

Gracias Rafel, Carmen, y Mirta. Es un poema con un ambiente oscuro, donde ni el consuelo llega a consolar, pero mi intención es conocer y dar a conocer esa criatura, la noche aislada, la noche difícil. Gracias a los tres por pasar y dejar unas palabras.

Facundo Díaz escribió:Los sonidos llegan difusos,
desde lejos:
son ruidos de camiones
y violaciones,
los gritos del delirio
del adicto.

Los primeros sonidos
llegan de todas direcciones:
un goteo abismal
o unos pasos.

Bajo el puente
se acumula la basura:
una muleta rota,
metales oxidados,
un negro televisor sin pantalla.

Aquí nadie vendrá a buscarte.
Aquí no saben llegar
las vidas que dejaste atrás.

En las profundidades
de diagonales oscuras
se distingue un ocre
triángulo de luz.

Las antenas están dibujadas
en el cielo nocturno.

La noche no está
en las calles populosas,
sino en la penumbra de un cruce
donde uno siente detrás la presencia
de su propia respiración,
la noche está en los lugares
que mueven algo dentro:
una criatura de alquitrán
que repta en nuestro interior.

Los ojos como agujeros,
las manos temblorosas
y ocultas,
los suspiros contenidos.

Cuando amanezca cambiaremos de vida,
cuando sea otro día
y hayamos dormido,
cuando se pase esta urgencia
y esta voracidad.



Facundo Díaz; Tan callando

Me conmueve este singular y patetico poema. Me conmueve a llorar por todos quienes estan afligidos por la droaddiccion y el alcoholismo. Hace muy poco mi hijo perdio la batalla contra esa oscuridad. Tu poema bien describe el tormento, la afliccion, la desolacion de este padecer. Te felicito, Facundo, por un poema de caracter social, y fiel a la condicion psicologica del enfermo. Recibe un abrazo, ERA

Gracias Aristy, es un poema ambiguo, precisamente porque es una condición ambigua, una batalla que queremos ganar y perder al mismo tiempo, una lucha interna. Agradezco especialmente tu comentario porque veo que te ha llegado lo que yo quería transmitir, el trasfondo del poema.