Editorial Alaire

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Lo bueno de un poema(al menos para mí)es la particularidad
de entrar en él y hacer el mismo recorrido que los versos,
algo así como sentir en carne propia las sensaciones de su autor,
no es tarea fácil pero algun@s lo consiguen.
Un placer de lectura.Saludos cordiales.

Manuel Sánchez escribió:

Nunca te he conocido demasiado.

Hemos bebido apenas

unos litros de vino.

Fuimos juntos a ver al viento emborracharse

en las rocas del mar

y recorrimos luego el camino de Ítaca.

Entre tu voz acuosa y mi garganta estéril

han vivido las frases más humildes.

Apenas si sabemos

los muertos que nos comen las heridas.

No se puede decir que me conozcas.

Pero he visto tus ojos reflejarse en las yemas

heladas del invierno

físicamente expuestos a la luna,

recorrido contigo los mercados de flores,

la larga mansedumbre de nuestras avenidas.

Juntos hemos cuidado

las piedras del camino

y hemos sentido juntos los zumos de la tierra.

Hola amigo, yo estoy de acuerdo totalmente con Rosa y dejo que tu poesía me invada y me haga sentir toda la emoción que desprenden tus versos.
Siempre es un descubrimiento leerte, adivinarte.
Gracias y un abrazo.

Rosa Martín escribió:Lo bueno de un poema(al menos para mí)es la particularidad
de entrar en él y hacer el mismo recorrido que los versos,
algo así como sentir en carne propia las sensaciones de su autor,
no es tarea fácil pero algun@s lo consiguen.
Un placer de lectura.Saludos cordiales.

Sí, Rosa. Para conseguir eso que consideras lo bueno de un poema, eso que al final te hace necesarias varias lecturas más y te deja el espíritu sorprendido, y te hace disfrutar de la poesía, creo que debe coincidir la excelencia en tres aspectos fundamentales: de lo que se habla, lo que se dice, y cómo se dice. Y después todo está en manos del lector.

Me alegra mucho que este poema haya merecido tu atención y te haya arrancado una opinión positiva.
Muchas gracias y un abrazo.

Marisa Peral escribió:

Manuel Sánchez escribió:

Nunca te he conocido demasiado.

Hemos bebido apenas

unos litros de vino.

Fuimos juntos a ver al viento emborracharse

en las rocas del mar

y recorrimos luego el camino de Ítaca.

Entre tu voz acuosa y mi garganta estéril

han vivido las frases más humildes.

Apenas si sabemos

los muertos que nos comen las heridas.

No se puede decir que me conozcas.

Pero he visto tus ojos reflejarse en las yemas

heladas del invierno

físicamente expuestos a la luna,

recorrido contigo los mercados de flores,

la larga mansedumbre de nuestras avenidas.

Juntos hemos cuidado

las piedras del camino

y hemos sentido juntos los zumos de la tierra.

Hola amigo, yo estoy de acuerdo totalmente con Rosa y dejo que tu poesía me invada y me haga sentir toda la emoción que desprenden tus versos.
Siempre es un descubrimiento leerte, adivinarte.
Gracias y un abrazo.

Amiga Marisa, es una satisfacción que te sientas a gusto leyendo mi poesía. Espero poder publicar todavía algún que otro poema que te pueda gustar.
Muchas gracias, amiga. Eres muy amable, de verdad.

Un fuerte abrazo.