A pesar de las canas de tu armario
Publicado: Lun, 05 Jun 2017 23:09
Dime si me he enmarcado en un sueño,
porque cuando me abrazo a la almohada
siento como el placer de su seda
me recorre con la suavidad de un duende
y la esencia de un cuento de hadas.
Dime si tal vez debo desperezarme,
o acaso dibujar una escena de teatro
donde la mente se libere y viaje en la fantasía,
dime si es así como debería,
o por el contrario,
deba dejar un cascabel al ritmo de un susurro.
Dime si hay capítulos donde el cuento sea triste,
si así fuera, tomaría el atajo del bosque
aunque me perdiera entre la oscuridad,
que tenebrosa, anidara cada uno de mis temores
para no poder hallar la esencia de la quimera.
Y dime, si tienes párrafos que enamoren,
que te hagan sentir algo especial,
como especial pueda y deba ser su entorno,
dime si lo has previsto,
porque de no hacerlo,
¿qué cuento habrá forjado tu mente?
¿qué cuento habrá escrito tu pluma?
Dime, si a veces, cuando no lo sabes o no lo esperas,
tu mente se deriva por cauces dispares,
escribes con pasión y no te apasionas,
escribes con fantasía y no la sientes,
escribes con amor y no te enamoras,
escribes con el alma…,
… y queda huérfana.
Si así es, si ha sido así, no desesperes,
es posible que no tengas un carruaje de calabaza,
unos zapatitos de cristal,
una bruja mala o un príncipe enamorado,
pero siempre te quedará la ternura infantil
a pesar de las canas de tu armario.
Y… ¡sí!
sigue abrazándote a la almohada
que aún te quedan muchas hadas y muchos duendes.
Dime que no es cierto…
porque cuando me abrazo a la almohada
siento como el placer de su seda
me recorre con la suavidad de un duende
y la esencia de un cuento de hadas.
Dime si tal vez debo desperezarme,
o acaso dibujar una escena de teatro
donde la mente se libere y viaje en la fantasía,
dime si es así como debería,
o por el contrario,
deba dejar un cascabel al ritmo de un susurro.
Dime si hay capítulos donde el cuento sea triste,
si así fuera, tomaría el atajo del bosque
aunque me perdiera entre la oscuridad,
que tenebrosa, anidara cada uno de mis temores
para no poder hallar la esencia de la quimera.
Y dime, si tienes párrafos que enamoren,
que te hagan sentir algo especial,
como especial pueda y deba ser su entorno,
dime si lo has previsto,
porque de no hacerlo,
¿qué cuento habrá forjado tu mente?
¿qué cuento habrá escrito tu pluma?
Dime, si a veces, cuando no lo sabes o no lo esperas,
tu mente se deriva por cauces dispares,
escribes con pasión y no te apasionas,
escribes con fantasía y no la sientes,
escribes con amor y no te enamoras,
escribes con el alma…,
… y queda huérfana.
Si así es, si ha sido así, no desesperes,
es posible que no tengas un carruaje de calabaza,
unos zapatitos de cristal,
una bruja mala o un príncipe enamorado,
pero siempre te quedará la ternura infantil
a pesar de las canas de tu armario.
Y… ¡sí!
sigue abrazándote a la almohada
que aún te quedan muchas hadas y muchos duendes.
Dime que no es cierto…