Editorial Alaire

Estoy mendigando a las últimas brujas del atardecer
un color diáfano en mis huesos.
Los lagos tienen su eclipse
como versos de abismo.
El diluvio de verdades de la boca de una prostituta
llena mi vida.
Los robles son verdades que tienen prisa por desvanecerse,
las viudas son robles de Soledad.

Busco mi cielo entre tantos cielos sin banderas,
y de momento encuentro
setenta veces de amargura
en lo que el hombre es.
Y otras setenta, en lo que nunca va a ser.

Las brujas del atardecer tuercen el reloj
y me consume esa falta de ceniza de gaviotas
del pensamiento.
Craneos de soledad, escuchad.
Hay teatros donde podéis practicar
el monólogo de cenicienta del desierto.
La luz esgrime sus arañas
contra los camiones que bautizan el polvo del barrio.
A mis dedos les faltan seis soles de tu piel.

A mis dedos les faltan seis soles de tu piel.

Hermosísimo este verso final, querido amigo. El poema respira plegaria y emoción; tantísimos sentimientos esparcidos en la magia que atardece. El poema entero camina con firmeza y devoción; así es tu escritor, invencible.

Abrazos y mucha felicidad.

Neta , precisa y surealista la inspiración que vino del encantamiento de las brujas lleno de metáfora y condición.

un abrazo

Hermoso poema con un final que has bordado. Un placer
Besos
Pilar

Estoy mendigando a las últimas brujas del atardecer,
un color diáfano en mis huesos.
Los lagos tienen su eclipse
como versos de abismo.
El diluvio de verdades de la boca de una prostituta
llena mi vida.
Los robles son verdades que tienen prisa por desvanecerse,
las viudas son robles de Soledad.

Busco mi cielo entre tantos cielos sin banderas,
y de momento encuentro
setenta veces de amargura
en lo que el hombre es.
Y otras setenta, en lo que nunca va a ser.

Las brujas del atardecer tuercen el reloj
y me consume esa falta de ceniza de gaviotas
del pensamiento.
Craneos de soledad, escuchad.
Hay teatros donde podéis practicar
el monólogo de cenicienta del desierto.
La luz esgrime sus arañas
contra los camiones que bautizan el polvo del barrio.
A mis dedos les faltan seis soles de tu piel.
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Muy bello trabajo, amigo Marius. Otro más para tu colección de obras altamente considerables.
Te dejo algunas correcciones en negrita.
Ha sido un placer leerte. Felicidades.
Abrazos.

Sí, sí, mi estimado Marius, es un gran poema que me hace volar en las escobas de tus brujas/sueño, prostitutas irremediables de nuestra pasión.
Un abrazo amigo.

Marius Gabureanu escribió:
A mis dedos les falta seis soles de tu piel.

Qué belleza siempre en estos poemas surrealistas, querido Marius, te felicito por tu creativa sensibilidad.
Dejo el mismo verso que Hallie, me parece precioso.
Un beso.

Leer tu nombre es como apostar en un valor seguro,
no es la primera vez que tengo la suerte de disfrutar de tu poesía,genial...
Un abrazo, Marius.

Queridos amigos y amigas, la falta de tiempo y la pequeña pantalla de mi móvil me hace imposible responder a cada uno de sus comentarios. Me alegro que os ha gustado el poema y gracias por dedicar tiempo a leerme. Gracias, Rafel, por ayudarme a corregir los errores. Mis abrazabrazos sinceros y un fin de semana feliz.

Siempre es un acierto y un disfrute venir a uno de tus poemas.
Un abrazo.
Pepa

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