La tierra plana
Publicado: Mar, 30 May 2017 11:58
LA TIERRA PLANA
No te amo,
me dijiste, sin más, y me dejaste.
Y yo, que siempre anhelo lo que pierdo,
hice de ti un augurio con forma de equipaje.
Llegaste a ser un hito entre mis cosas
de alcanzar.
Te seguí por un tiempo en la distancia,
como un pájaro, pero tus pasos se alejaban
veloces de los míos.
De pronto, te sentí tan lejos, tanto,
que abandoné mi hatillo de esperanzas,
tracé una línea roja en el camino
y desistí.
Vi más nítido y más claro
mi olvido que tu rastro.
Te perdí. Te olvidé.
Ya no importaba nada dónde estabas,
qué hacías y con quién.
Mientras tanto seguías caminando,
circundando la tierra ajena a mí.
Pusiste entre los dos
meridianos de historias y paisajes.
Caminabas, volabas… corriste tan deprisa
que un día me alcanzaste… Apareciste,
de pronto, a mis espaldas.
Al verme se te hizo hermosa
la vida que dejaste… el de ese tiempo
perdido en tu memoria.
Y, como sabes cómo anhelo
las cosas que he perdido,
hoy deseas desandar lo que has andado; por eso
de nuevo quieres ver
la tierra como ayer.
Pero, al llevarme un mundo
entero de ventaja, tu horizonte,
siendo el mismo,
no es el mío.
Y es tan raro que vuelva por mis pasos,
tan difícil,
como que encuentres tú, frente a los tuyos,
mi hatillo de esperanzas.
No te amo.
No te quiero.
Para mí
el mundo no es un globo,
no es redondo.
Por mucho que yo corra
y tú te pares, no te alcanzo.
La tierra se ha hecho plana
delante de mis pies.
--oOo--
No te amo,
me dijiste, sin más, y me dejaste.
Y yo, que siempre anhelo lo que pierdo,
hice de ti un augurio con forma de equipaje.
Llegaste a ser un hito entre mis cosas
de alcanzar.
Te seguí por un tiempo en la distancia,
como un pájaro, pero tus pasos se alejaban
veloces de los míos.
De pronto, te sentí tan lejos, tanto,
que abandoné mi hatillo de esperanzas,
tracé una línea roja en el camino
y desistí.
Vi más nítido y más claro
mi olvido que tu rastro.
Te perdí. Te olvidé.
Ya no importaba nada dónde estabas,
qué hacías y con quién.
Mientras tanto seguías caminando,
circundando la tierra ajena a mí.
Pusiste entre los dos
meridianos de historias y paisajes.
Caminabas, volabas… corriste tan deprisa
que un día me alcanzaste… Apareciste,
de pronto, a mis espaldas.
Al verme se te hizo hermosa
la vida que dejaste… el de ese tiempo
perdido en tu memoria.
Y, como sabes cómo anhelo
las cosas que he perdido,
hoy deseas desandar lo que has andado; por eso
de nuevo quieres ver
la tierra como ayer.
Pero, al llevarme un mundo
entero de ventaja, tu horizonte,
siendo el mismo,
no es el mío.
Y es tan raro que vuelva por mis pasos,
tan difícil,
como que encuentres tú, frente a los tuyos,
mi hatillo de esperanzas.
No te amo.
No te quiero.
Para mí
el mundo no es un globo,
no es redondo.
Por mucho que yo corra
y tú te pares, no te alcanzo.
La tierra se ha hecho plana
delante de mis pies.
--oOo--