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Luciérnagas

Publicado: Lun, 29 May 2017 23:11
por Alejandro Costa
He sentido el miedo que la piedad no ha podido evitar.
Las tardes se han equivocado
desde aquel día de triste e inolvidable trasiego.
Adornado con la inseguridad de un reclamo perdido,
de una inusitada sensación de falta de hambre,
de inapetencia al respeto por mí mismo,
a mi propia carne, a mi espíritu,
a la ligazón de sentirme en constante desidia,
de pérdida de ego y de rotura total de mente.

He querido dejar a un lado la mísera idea
de que mañana se antojaba lejana
y que hoy podía ser el punto y final de mi decadencia,
pero el amargor del paladar no era una señal exacta,
ni acaso el sentirme oprimido por mi propia necedad, lo era,
pero sí saber que la puerta se me abrió por un instante,
y me invitó a cruzar su postigo.

Acaso debí ordenar mis dudas
antes de dejar que las luciérnagas dejaran de iluminarme,
o que los misterios de la mente
esclavizaran a placer la pocas ideas,
aparentemente seguras,
que circulaban con algún orden mínimamente correcto.

Pero el amanecer no estaba conmigo,
el futuro atardecer no pintaba de mejor manera,
y esas horas de oscuridad y silencio de la noche
podían ser el peor presagio de una locura en puertas.

Y las velas se hicieron amigas,
lloraban cera con el transcurrir de los minutos, de las horas,
de la casi interminable disputa de una noche sin estrellas,
y los ojos, calcinados,
no cejaban en el empeño de permanecer abiertos
en busca de algún halo de luz
capaz de infiltrarse por algún resquicio del habitáculo,
una astilla de la vieja ventana,
o por una sensación, aunque fuera errónea,
que me diera la esperanza de sentirme realmente vivo.

Y…, no sé si lo he sentido con la fuerza necesaria,
si he conseguido aniquilar al fantasma de los temores,
o por el contrario, pesadillas, angustias y pánico,
configuran el panel de mi existencia
con la soberanía que ejerce el miedo cuando la mente no funciona.

Pero un rayito de luz aparece por la ventana.

Es posible que la mañana no estuviera tan distante.

Re: Luciérnagas

Publicado: Mar, 30 May 2017 11:57
por jose manuel saiz
No es justo que este poema no haya recibido comentarios hasta ahora... Es un poema redondo y bien escrito, y de una profundidad que obliga a la reflexión. Arriba con él.
un abrazo.
J. Manuel

Re: Luciérnagas

Publicado: Mar, 30 May 2017 18:34
por Mirta Elena Tessio
Alejandro Costa escribió:He sentido el miedo que la piedad no ha podido evitar.
Las tardes se han equivocado
desde aquel día de triste e inolvidable trasiego.
Adornado con la inseguridad de un reclamo perdido,
de una inusitada sensación de falta de hambre,
de inapetencia al respeto por mí mismo,
a mi propia carne, a mi espíritu,
a la ligazón de sentirme en constante desidia,
de pérdida de ego y de rotura total de mente.

He querido dejar a un lado la mísera idea
de que mañana se antojaba lejana
y que hoy podía ser el punto y final de mi decadencia,
pero el amargor del paladar no era una señal exacta,
ni acaso el sentirme oprimido por mi propia necedad, lo era,
pero sí saber que la puerta se me abrió por un instante,
y me invitó a cruzar su postigo.

Acaso debí ordenar mis dudas
antes de dejar que las luciérnagas dejaran de iluminarme,
o que los misterios de la mente
esclavizaran a placer la pocas ideas,
aparentemente seguras,
que circulaban con algún orden mínimamente correcto.

Pero el amanecer no estaba conmigo,
el futuro atardecer no pintaba de mejor manera,
y esas horas de oscuridad y silencio de la noche
podían ser el peor presagio de una locura en puertas.

Y las velas se hicieron amigas,
lloraban cera con el transcurrir de los minutos, de las horas,
de la casi interminable disputa de una noche sin estrellas,
y los ojos, calcinados,
no cejaban en el empeño de permanecer abiertos
en busca de algún halo de luz
capaz de infiltrarse por algún resquicio del habitáculo,
una astilla de la vieja ventana,
o por una sensación, aunque fuera errónea,
que me diera la esperanza de sentirme realmente vivo.

Y…, no sé si lo he sentido con la fuerza necesaria,
si he conseguido aniquilar al fantasma de los temores,
o por el contrario, pesadillas, angustias y pánico,
configuran el panel de mi existencia
con la soberanía que ejerce el miedo cuando la mente no funciona.

Pero un rayito de luz aparece por la ventana.

Es posible que la mañana no estuviera tan distante.

Me ha gustado leerte, Pero necesito más tiempo. Volveré para expresar mi comentario como se merece.
Un beso enorme , tu mirada es correcta.-

Re: Luciérnagas

Publicado: Mar, 30 May 2017 21:09
por Pilar Morte
Hermoso poema que lleva entre líneas un ápice de esperanza a pesar de la desilusión que acarrea la vida
Besos
Pilar

Re: Luciérnagas

Publicado: Jue, 01 Jun 2017 6:35
por Rafel Calle
Hermoso trabajo de Alejandro.

Re: Luciérnagas

Publicado: Mar, 20 Jun 2017 23:36
por Alejandro Costa
jose manuel saiz escribió:No es justo que este poema no haya recibido comentarios hasta ahora... Es un poema redondo y bien escrito, y de una profundidad que obliga a la reflexión. Arriba con él.
un abrazo.
J. Manuel
Gracias por tu visita y comentario.

Un abrazo.

Re: Luciérnagas

Publicado: Mar, 20 Jun 2017 23:37
por Alejandro Costa
Mirta Elena Tessio escribió:
Alejandro Costa escribió:He sentido el miedo que la piedad no ha podido evitar.
Las tardes se han equivocado
desde aquel día de triste e inolvidable trasiego.
Adornado con la inseguridad de un reclamo perdido,
de una inusitada sensación de falta de hambre,
de inapetencia al respeto por mí mismo,
a mi propia carne, a mi espíritu,
a la ligazón de sentirme en constante desidia,
de pérdida de ego y de rotura total de mente.

He querido dejar a un lado la mísera idea
de que mañana se antojaba lejana
y que hoy podía ser el punto y final de mi decadencia,
pero el amargor del paladar no era una señal exacta,
ni acaso el sentirme oprimido por mi propia necedad, lo era,
pero sí saber que la puerta se me abrió por un instante,
y me invitó a cruzar su postigo.

Acaso debí ordenar mis dudas
antes de dejar que las luciérnagas dejaran de iluminarme,
o que los misterios de la mente
esclavizaran a placer la pocas ideas,
aparentemente seguras,
que circulaban con algún orden mínimamente correcto.

Pero el amanecer no estaba conmigo,
el futuro atardecer no pintaba de mejor manera,
y esas horas de oscuridad y silencio de la noche
podían ser el peor presagio de una locura en puertas.

Y las velas se hicieron amigas,
lloraban cera con el transcurrir de los minutos, de las horas,
de la casi interminable disputa de una noche sin estrellas,
y los ojos, calcinados,
no cejaban en el empeño de permanecer abiertos
en busca de algún halo de luz
capaz de infiltrarse por algún resquicio del habitáculo,
una astilla de la vieja ventana,
o por una sensación, aunque fuera errónea,
que me diera la esperanza de sentirme realmente vivo.

Y…, no sé si lo he sentido con la fuerza necesaria,
si he conseguido aniquilar al fantasma de los temores,
o por el contrario, pesadillas, angustias y pánico,
configuran el panel de mi existencia
con la soberanía que ejerce el miedo cuando la mente no funciona.

Pero un rayito de luz aparece por la ventana.

Es posible que la mañana no estuviera tan distante.

Me ha gustado leerte, Pero necesito más tiempo. Volveré para expresar mi comentario como se merece.
Un beso enorme , tu mirada es correcta.-

Un besazo para tí.

Mil gracias por estar conmigo.

Re: Luciérnagas

Publicado: Mar, 20 Jun 2017 23:37
por Alejandro Costa
Pilar Morte escribió:Hermoso poema que lleva entre líneas un ápice de esperanza a pesar de la desilusión que acarrea la vida
Besos
Pilar
Gracias Pilar por acercarte a mi jardín..
Un besazo.

Re: Luciérnagas

Publicado: Mar, 20 Jun 2017 23:38
por Alejandro Costa
Rafel Calle escribió:Hermoso trabajo de Alejandro.
Gracias Rafael.

Seguiremos luchando por crecer un poquito más en este mundo maravilloso.

Un abrazo.