Editorial Alaire

Deseo tener un día perfecto,
aunque esto significa resucitar recuerdos indeseados.
Deseo un sol para cada hormiga
que ha de macerar mi carne
en el viento.
Yo no tengo sarcófagos, amor.
Los he buscado y no los hay, sobre todo,
no en esta vida.
Extraño tu perfume a aspirinas
como un perro que ha nacido en el orfanato
y tu manera de decir no puedo
a los robles que exigen abrazos
para lamentarse en el medio de las rotondas.
Te pintabas las uñas como una adolescente,
pero a tu lado la noche tampoco sabía pintarse las uñas,
regaba oscuridad en ciertos lugares
y en otros contábamos estrellas fugaces.
Qué más cosas puedo recordar de ti.
Tal vez a ese payaso
que tenía
diez relojes colgando de su brazo.
Él hacía piruetas, y nos besabamos
con la locura de los que saben que el tiempo arde,
arde a fuego de cisnes.
Puedo recordar de ti
aquéllos cementerios de gente enamorada
donde el calendario amputa el nosotros.

Marius Gabureanu escribió: Deseo tener un día perfecto,
aunque esto significa resucitar recuerdos indeseados.
Deseo un sol para cada hormiga
que ha de macerar mi carne
en el viento.
Yo no tengo sarcófagos, amor.
Los he buscado y no los hay, sobre todo,
no en esta vida.
Extraño tu perfume a aspirinas
como un perro que ha nacido en el orfanato
y tu manera de decir no puedo
a los robles que exigen abrazos
para lamentarse en el medio de las rotondas.
Te pintabas las uñas como una adolescente,
pero a tu lado la noche tampoco sabía pintarse las uñas,
regaba oscuridad en ciertos lugares
y en otros contábamos estrellas fugaces.
Qué más cosas puedo recordar de ti.
Tal vez a ese payaso
que tenía
diez relojes colgando de su brazo.
Él hacía piruetas, y nos besabamos
con la locura de los que saben que el tiempo arde,
arde a fuego de cisnes.
Puedo recordar de ti
aquéllos cementerios de gente enamorada
donde el calendario amputa el nosotros.

No se puede recordar mejor, aunque la memoria nos devuelva la imagen distorsionada del pasado. Nos dejas ver como en en las superficies de esos espejos cóncavos y convexos que deforman nuestra imagen, pero no nuestro encanto. Abrazo y salud.

Cómo duele, querido Marius; este poema hermoso y fuerte es como una herida que resquebraja su epitelio, que mira entre los restos de la sangre coagulada el sitio venerable; creo que ese sitio, ese punto, ese universo, es como un fetiche que nos reclama lealtad, nos exige pagar en sus pupilas un peaje extremo; derechos que adquieren algunos sitiales que nos han costado más o menos la vida.
El poema de ayer resbalaba desde cumbres nuevas, con esa flexibilidad de las improntas que pliegan sus brazos mirando hacia la causalidad. Son dos extremos de un continuo infrarrojo y bellísimo que trazas con brillantez impresionante.

Estas cartas son curaciones poéticas, pasos firmes del hombre ejemplar en los caminos asignados.

Abrazo enorme, querido amigo.

Hermoso e interesante trabajo de Marius.

Bello poema que ha impregnado mi espíritu de la mejor poesía. Leerlo es un estímulo para desear seguir escribiendo. Las imágenes son únicas: dentro de la línea que reconocemos del autor. Yo diría que se trata de una "canción desesperada". Mis aplausos.

Un abrazo, estimado.
Óscar

La memoria va llenando de imagen y sonido tu poema. Colocas la metáfora al nivel preciso y todo verso se acopla a los recuerdos
necesarios desde tu visor abierto.

un abrazo

La memoria va llenando de imagen y sonido tu poema. Colocas la metáfora al nivel preciso y todo verso se acopla a los recuerdos
necesarios desde tu visor abierto.

un abrazo

Sabes dotar a tus poemas de bellas imágenes y profundo decir. Me gustó
Besos
Pilar

El dolor de la ausencia plasmado en versos de originalidad incuestionable. Ha sido un placer leer este poema. Un abrazo.

Qué preciosidad de poema. Y cualquier cosa que pueda decir ahora, está de más.

Un abrazo.