Editorial Alaire

Colocó las gotas el tiempo
de sangre extranjera en las venas
de cada habitante del aliento,
con delicadeza y gigantes detalles.

Abrieron las bocas secas de rotos labios
hacia un cielo empolvado,
germinado correr desesperado,
llevando de lado a lado
baile alocado a los pies.

Signos temporales hacia un nuevo hogar
saltado entre precipicios mentales,
parecían luces huyendo a la oscuridad,
mordiendo sus leguas para calmar la sed
y plantar bandera a orillas de la esperanza.

Patriotismo falso
fruto de la casualidad
del árbol de la migración
con sus hojas heladas
renegando sus ardientes raíces
asfixiadas en el exterior de la amnesia...
reconoce a tu hermano
que tardó bastante en llegar.

Porque galopea en cada corazón
sin condición ni privilegios
carente de raza y de bandera,
la misma sangre extranjera
que el tiempo olvidado
gota a gota en sus venas vertió.

La universalidad y la distancia de la sangre, David; intentamos acortar los pasos cuando estamos lejos. Somos los unos y los otros; la diferencias se hacen gotas de tiempo...

Gracias por compartir; salud y felicidad.

Si, al fin y al cabo todos somos hermanos y descendientes de extranjeros.

Arriba con este hermoso trabajo de David.

Gracias Rafel.

Extranjeros aún en nuestra propia casa!, como un estigma?, como una bendición?, escondido en el camino más oculto de los nómadas sin raíces pretendidas. Me ha llegado tu hondo canto a lo más íntimo del desarraigo.
Un abrazo

Gracias Xaime por dedicar de tu tiempo y tus palabras.

Arriba de nuevo con este hermoso trabajo de David.