El último apretón de manos

[Carmen Pla]

He tenido una sensación extraña,
extraña no es la palabra precisa.

No es hacer cierta la callada fiebre
que sienten a menudo los dedos
cuando se ponen negros;
igual que las yemas de las hojas
en las primeras mariposas
y abren su precioso vestido
e interfieren en mí.

Son extraños sus impulsos y su embrujo,
el concierto de vegetación
en un mundo de palabras,
y todas las insensateces melódicas
que me embriagan.

Creo dormir en lo más sutil de mi existencia
vencida en aguacero,
en los desvíos obligados de almohadones partidos.
- Preguntando a la noche -
si el amanecer me hizo extraña y silenciosa
como un ladrón,
haciendo muecas y feos ruidos frente a la puerta
con mis nuevas ropas,
entre el hervor de las nubes frescas y serenas.

Creo en el soplo y en la brisa,
en el buen abrigo del viento.
En su barrer agitado despertando
la vecindad de mis deseos;
el brillo mate y regular
de todas las historias con mayúscula.

Creo en los detalles que escriben y despiden
desterrando premoniciones y augurios,
la fútil oportunidad y las buenas formas;
los huéspedes magníficos, ingenuos,
inquebrantables y llenos de alegría
en el eco de su voces
y en sus hálitos de frescuras.

Ya no importa...
No me importa lo que ocurra con la lluvia,
ni detrás de las puertas donde el agua susurra,
ni si su hoja se marchitó barrida por el viento
ni si es pequeña al lado de un vidrio.

He desconocido su estéril uniforme
mediante el abandono.
Sobre la arena del reloj que tiembla
las fronteras al borde de mi cuerpo,
y el tiempo que se escapa en mi interior.

[Hallie Hernández Alfaro]

Es como un final que retorna en cada imagen, que resiste valerosamente el duro golpe de la realidad. Vencida en aguacero... precioso verso. Creas una instantánea fina y evocadora donde resulta fácil estar en sintonía.

Un gustazo leerte, Carmen; abrazo y felicidad.

[Ramón Carballal]

Inspirado poema que he leído con agrado. Mi felicitación y un abrazo.

[Carmen Pla]

Es como un final que retorna en cada imagen, que resiste valerosamente el duro golpe de la realidad. Vencida en aguacero... precioso verso. Creas una instantánea fina y evocadora donde resulta fácil estar en sintonía.

Un gustazo leerte, Carmen; abrazo y felicidad.

Muchas gracias, Hallie.
Un gusto recibir tus palabras.
Un abrazo lleno de felicidad para ti.

[Guillermo Cumar.]

Imágenes preciosas para un poema con encanto y atracción muy personal. El intrínseco sentir de las maneras buenas
bien se merece un apretón de manos, de corazónes y de tripas.

un abrazo.

[Carmen Pla]

Inspirado poema que he leído con agrado. Mi felicitación y un abrazo.

Me alegra mucho que te guste, Ramón.
Gracias y un abrazo

[Carmen Pla]

Imágenes preciosas para un poema con encanto y atracción muy personal. El intrínseco sentir de las maneras buenas
bien se merece un apretón de manos, de corazónes y de tripas.

un abrazo.

Pues que así sea, Guillermo
Gracias por tus buenas palabras.
Un abrazo

[Pilar Morte]

Un poema para disfrutar bellas imágenes. Me gustó leerte
Besos
Pilar

[Rafel Calle]

Muy bello trabajo de Carmen.

[Rafael Zambrano Vargas]

He tenido una sensación extraña, extraña
no es la palabra precisa.
No es hacer cierta la callada fiebre
que sienten a menudo los dedos
cuando se ponen negros;
igual que las yemas de las hojas
en las primeras mariposas
y abren su precioso vestido
e interfieren en mí.

Son extraños sus impulsos y su embrujo,
el concierto de vegetación
en un mundo de palabras,
y todas las insensateces melódicas
que me embriagan.

Creo dormir en lo más sutil de mi existencia
vencida en aguacero,
en los desvíos obligados de almohadones partidos,
preguntando a la noche
si el amanecer me hizo extraña y silenciosa
como un ladrón,
haciendo muecas y feos ruidos frente a la puerta
con mis nuevas ropas,
entre el hervor de las nubes frescas y serenas.

Creo en el soplo y en la brisa,
en el buen abrigo del viento,
en su barrer agitado despertando
la vecindad de mis deseos,
el brillo mate y regular
de todas las historias que se escriben
con mayúscula.

Creo en los detalles que escriben y despiden
desterrando premoniciones y augurios,
la fútil oportunidad y las buenas formas,
los huéspedes magníficos, ingenuos,
inquebrantables y llenos de alegría
en el eco de su voces
y en sus hálitos de frescuras.

Ya no importa...
no me importa lo que ocurra con la lluvia
ni detrás de las puertas donde el agua susurra,
ni si su hoja se marchitó barrida por el viento
ni si es pequeña al lado de un vidrio.

He desconocido su estéril uniforme
mediante el abandono,
sobre la arena del reloj que tiembla
las fronteras al borde de mi cuerpo
y el tiempo que se escapa en mi interior.

Estimada amiga poeta Carmen: Creas un preciosa sinfonía
de metáforas en cada estrofa, a cual más hermosa y sugerente
En este magnífico poema, que como todos los que haces
contiene toda la sabiduría, inspiración y y belleza
de la poesía de vanguardia, sin descartar ese toque
romántico, que ensalza tu poesía

Mi enhorabuena

Un abrazo poeta

Rafael

[Carmen Pla]

Un poema para disfrutar bellas imágenes. Me gustó leerte
Besos
Pilar

Gracias, Pilar.
Me alegro que te guste.
Besos

[Carlos Justino Caballero]

He tenido una sensación extraña, extraña
no es la palabra precisa.
No es hacer cierta la callada fiebre
que sienten a menudo los dedos
cuando se ponen negros;
igual que las yemas de las hojas
en las primeras mariposas
y abren su precioso vestido
e interfieren en mí.

Son extraños sus impulsos y su embrujo,
el concierto de vegetación
en un mundo de palabras,
y todas las insensateces melódicas
que me embriagan.

Creo dormir en lo más sutil de mi existencia
vencida en aguacero,
en los desvíos obligados de almohadones partidos,
preguntando a la noche
si el amanecer me hizo extraña y silenciosa
como un ladrón,
haciendo muecas y feos ruidos frente a la puerta
con mis nuevas ropas,
entre el hervor de las nubes frescas y serenas.

Creo en el soplo y en la brisa,
en el buen abrigo del viento,
en su barrer agitado despertando
la vecindad de mis deseos,
el brillo mate y regular
de todas las historias que se escriben
con mayúscula.

Creo en los detalles que escriben y despiden
desterrando premoniciones y augurios,
la fútil oportunidad y las buenas formas,
los huéspedes magníficos, ingenuos,
inquebrantables y llenos de alegría
en el eco de su voces
y en sus hálitos de frescuras.

Ya no importa...
no me importa lo que ocurra con la lluvia
ni detrás de las puertas donde el agua susurra,
ni si su hoja se marchitó barrida por el viento
ni si es pequeña al lado de un vidrio.

He desconocido su estéril uniforme
mediante el abandono,
sobre la arena del reloj que tiembla
las fronteras al borde de mi cuerpo
y el tiempo que se escapa en mi interior.

Un credo casi universal en el mejor decir, amiga! Un placer leerte! Mis besos.

[Marimar González]

Regio poema, Carmen. Vuelve a atraparme ese hondo lirismo que proyectan tus exquisitos versos.
Con afecto May