OTRO DESPERTAR
Publicado: Mar, 01 Jul 2008 12:24
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En aquella tarde nublada te encontré en la Place Vendôme.
Tú fuiste quien despertó mi pasión.
Todo ha sido en vano pues al perderte
me dejaste un inmenso dolor y cuando busco
desesperadamente mi nostalgia, mis días de ilusión,
solo leo en la bruma la ausencia de la palabra amor.
Todo pasó de repente, con angustia y lentitud.
Los recuerdos fueron la tortura de mis noches.
Las piedras blancas de París me preguntaban:
¿Adonde esta tu amor? Yo sólo murmuraba,
“lo he encontrado y lo he perdido”
y seguía absorto buscando un destino.
Al recorrer todos los bares del Quartier Latin,
viví experiencias diferentes en las mil y una noches de tu ausencia.
En todas busqué la esencia que grabaste aquella tarde.
Con todas viví lo que no fue sino una desesperada angustia.
Al amanecer, la nada.
¿Podré encontrar tu esencia en otra diferente?
¿Podrán mis sentimientos al fin desvanecerse?
¿Serás tú para siempre o habrá otro despertar?
No. Seguimos caminos diferentes.
Cuando te vas yo regreso, cuando me ausento ahí estás.
El tiempo transcurre lentamente y solo me confirma que no nos hallaremos.
Ya cierran el bar de la Place de Vosges, todos se fueron.
Las hojas secas del otoño se quiebran a mi paso.
El apartamento de Víctor Hugo está tan vació como este oscuro lugar.
En la calle, una luna llena ilumina una vía que no lleva a ninguna parte
y una lluvia fina moja mis ropas que lloran conmigo en esta noche triste,
que por muchas otras más siempre volverá...
© Iben Xavier Lorenzana
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En aquella tarde nublada te encontré en la Place Vendôme.
Tú fuiste quien despertó mi pasión.
Todo ha sido en vano pues al perderte
me dejaste un inmenso dolor y cuando busco
desesperadamente mi nostalgia, mis días de ilusión,
solo leo en la bruma la ausencia de la palabra amor.
Todo pasó de repente, con angustia y lentitud.
Los recuerdos fueron la tortura de mis noches.
Las piedras blancas de París me preguntaban:
¿Adonde esta tu amor? Yo sólo murmuraba,
“lo he encontrado y lo he perdido”
y seguía absorto buscando un destino.
Al recorrer todos los bares del Quartier Latin,
viví experiencias diferentes en las mil y una noches de tu ausencia.
En todas busqué la esencia que grabaste aquella tarde.
Con todas viví lo que no fue sino una desesperada angustia.
Al amanecer, la nada.
¿Podré encontrar tu esencia en otra diferente?
¿Podrán mis sentimientos al fin desvanecerse?
¿Serás tú para siempre o habrá otro despertar?
No. Seguimos caminos diferentes.
Cuando te vas yo regreso, cuando me ausento ahí estás.
El tiempo transcurre lentamente y solo me confirma que no nos hallaremos.
Ya cierran el bar de la Place de Vosges, todos se fueron.
Las hojas secas del otoño se quiebran a mi paso.
El apartamento de Víctor Hugo está tan vació como este oscuro lugar.
En la calle, una luna llena ilumina una vía que no lleva a ninguna parte
y una lluvia fina moja mis ropas que lloran conmigo en esta noche triste,
que por muchas otras más siempre volverá...
© Iben Xavier Lorenzana
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