Desintoxicándose
Publicado: Vie, 07 Abr 2017 10:00
A galope corre, que no me alcance
la costra que mis sueños estructura
en forma de verruga o de gusano
la dignidad humana,
que no me salgan veinte dedos
ni la otra verdad arrebatada;
la que destrona al amor
en este reino de diferencia.
El fuego sacro engrandece las estrellas,
la más sutil verdad que sanea
el peso abrumador de las espaldas
en la ignominia del suplicio.
¡Cuánto amor desperdiciado!.
Llegar a la frontera
y amanecer como un pelele
desde una nueva dirección,
desde un foco pestilente
para la moral pública.
Esa desesperada lucha
en el grito de dolor contemplando,
ese mar de tristezas que recibe el germen
de una creación en lo hermoso,
en lo sublime,
en el espíritu mismo de la vida,
y en todo lo que está al lado
de los que luchan por la luz.
Que no se detengan las vorágines promesas
ni las ondas inundadas de indiferencia,
he de menester limpiarme las regañas
esparciendo el dolor sobre mi sombra,
a mí misma enlazarme sobre mi pecho
donde avanza la esperanza
que ve fin a los infiernos.
la costra que mis sueños estructura
en forma de verruga o de gusano
la dignidad humana,
que no me salgan veinte dedos
ni la otra verdad arrebatada;
la que destrona al amor
en este reino de diferencia.
El fuego sacro engrandece las estrellas,
la más sutil verdad que sanea
el peso abrumador de las espaldas
en la ignominia del suplicio.
¡Cuánto amor desperdiciado!.
Llegar a la frontera
y amanecer como un pelele
desde una nueva dirección,
desde un foco pestilente
para la moral pública.
Esa desesperada lucha
en el grito de dolor contemplando,
ese mar de tristezas que recibe el germen
de una creación en lo hermoso,
en lo sublime,
en el espíritu mismo de la vida,
y en todo lo que está al lado
de los que luchan por la luz.
Que no se detengan las vorágines promesas
ni las ondas inundadas de indiferencia,
he de menester limpiarme las regañas
esparciendo el dolor sobre mi sombra,
a mí misma enlazarme sobre mi pecho
donde avanza la esperanza
que ve fin a los infiernos.