Editorial Alaire

ÁNGELES

Tienen las manos débiles, delgadas,
indescriptiblemente pálidas.

En sus pupilas mezclan
el aire con el agua,
la niebla con el hielo
y sobreviven entre oraciones y plegarias.

Nadie cree en los ángeles. Ya nadie
los pinta ni venera: el ángelus forma parte
de otro tiempo
(por eso, en este siglo,
al pudrirse los lienzos que los nombran,
se desploman como pájaros desorientados).

Habitan la penumbra, los crepúsculos,
los ángulos inciertos.
Viven en campanarios, catedrales,
hacinados en grupos y en espacios
aislados de los hombres
(a veces se confunden con mendigos
por esa forma insólita de afrontar el mundo).


Pierden su condición alada en contacto con la sombra.
La pena les delata, la ofensa les deprime, nadie
consigue comprenderlos.
Se muestran fríos, íntimos, distantes.
Imploran fe con lágrimas azules, y no reciben
del reino de la tierra, consuelo ni esperanza.

Aun cuando los humildes y los limpios de corazón
creen en ellos, solo el moribundo
y los niños de pecho pueden verlos (se asoman
a sus pupilas grises cuando nacen o cuando exhalan
el último suspiro).

Sin embargo, hubo un tiempo en que las madres
miraban a sus hijos presintiendo
que en esta vida todos fuimos
ángeles arrancados de otro cielo.


--oOo--

Esos ángeles que ves están en ti haciendo compañía a tus versos. Hermoso poema ya leído anteriormente.
Besos
Pilar

Un poema que plantea aquello que en el fondo cautiva el alma.
Un placer de lectura, José Manuel
Abrazo

Preciosa manifestación de las apariencias transparentes. Dices que ya nadie pone el Agelus por bandera des sus actos?
En el ayuntamiento de Alcorcón podrías dar el cante a diario. A las doce en punto vuelan por encima del alcalde mil plegarias
dispuestas a hacer que todo sea como antes "bajo palio".

Tu poema es como un cuadro de figuras tan decorosamente aladas que se las ve volar y aterrizar como si nada fuera
hecho de pluma y de mentira.

un abrazo

[quote="jose manuel saiz"]ÁNGELES


José Manuel, yo sí creo que hay ángeles. En tu poesía los hay.
La verdad es que en estos tiempos que corren hablamos poco de estas cosas pero yo, todos los días a las 12 pm escucho es ángelus
Aclaro que soy radio oyente y en mi oficina tengo una emisora que me alegra el día.
Un placer leerte, como siempre, compañero.
Abrazos.

jose manuel saiz escribió:ÁNGELES


Tienen las manos débiles, delgadas,
indescriptiblemente pálidas.

En sus pupilas mezclan
el aire con el agua,
la niebla con el hielo
y sobreviven entre oraciones y plegarias.

Nadie cree en los ángeles. Ya nadie
los pinta ni venera: el ángelus forma parte de otro tiempo
(por eso, en este siglo,
al pudrirse los lienzos que los nombran
se desploman como pájaros desorientados).

Habitan la penumbra, los crepúsculos,
los ángulos inciertos.
Viven en campanarios, catedrales,
hacinados en grupos y en espacios
aislados de los hombres
(a veces se confunden con mendigos
por esa forma insólita de afrontar el mundo).

Pierden su condición alada en contacto con la sombra.
La pena les delata, la ofensa les deprime, nadie
consigue comprenderlos.
Se muestran fríos, íntimos, distantes.
Imploran fe con lágrimas azules, y no reciben
del reino de la tierra, consuelo ni esperanza.

Aun cuando los humildes y los limpios de corazón
creen en ellos, solo el moribundo
y los niños de pecho pueden verlos (se asoman
a sus pupilas grises cuando nacen o cuando exhalan
el último suspiro).

Sin embargo, hubo un tiempo en que las madres
miraban a sus hijos presintiendo
que en esta vida todos fuimos
ángeles arrancados de otro cielo.


--oOo--

José Manuel, yo también creo en los ángeles, los he tenido en mi hogar con los arcángeles, son energías sutiles, los esperé con el alma, los recibí con flores y velas aromadas.He sentido su presencia.
Tu poema es alado José Manuel. Un abrazo amigo.-

Jose Manuel, me gusta mucho, amigo. Me gusta la manera cómo afrontas el texto, como la descripción ingenua de una realidad sensible cualquiera: tienen esto, son así, hacen aquello... Cómo si estuvieses hablando de una especie animal, pero estás describiendo ángeles, nada menos. Este punto de vista, aparentemente ingenuo, cumple con el requisito poético de la mirada original, diferente. El texto en sí no resulta modificado en su uso habitual, pero la visión, el punto de vista sí lo es. Este sorprendente contraste entre un texto plano aplicado a puntos de vista mágicos, es una constante de tu obra, creo yo, uno de sus fundamentos.

A mí me gusta mucho.
Un abrazo.

Sí amigo, haberlos haylos . Yo he tenido la suerte de encontrármelos y por eso me ha emocionado tu poema. Este mundo parece que no está hecho para ellos pero es gracias a su energía y ejemplo que uno cree en la bondad del hombre, cuando tantos indicios apuntan a lo contrario.
Un abrazo