Editorial Alaire

No doy tregua.
Yo Acuso.
Soy quien husmea en su aura
de sombras.
Ven,
sigue la flecha de mi gesto, afila
la navaja de tu lengua
en sus vísceras.
¿Qué es la verdad,
al fin y al cabo?
La verdad es una mueca del cielo,
un espejo viciado,
y ya hemos devorado suficientes
derrotas.
Llevo a la serpiente enroscada
en mi hígado;
un dolor como a bilis nevada
en la sangre
del miedo.

Y tú me preguntas
¿para qué tanto incendio?
¿para qué tanta escarcha?

Simplemente
la muerte de la luz me alimenta.
Crezco
si vomito silencios
de acero.
Puedo hundir una flota
liberando mi odio.

Simplemente,
soy más fuerte cuando ulcero
la duda.
Simplemente,
Yo Acuso.

Rosa Marzal escribió:No doy tregua.
Yo Acuso.
Soy quien husmea en su aura
de sombras.
Ven,
sigue la flecha de mi gesto, afila
la navaja de tu lengua
en sus vísceras.
¿Qué es la verdad,
al fin y al cabo?
La verdad es una mueca del cielo,
un espejo viciado,
y ya hemos devorado suficientes
derrotas.
Llevo a la serpiente enroscada
en mi hígado;
un dolor como a bilis nevada
en la sangre
del miedo.

Y tú me preguntas
¿para qué tanto incendio?
¿para qué tanta escarcha?

Simplemente
la muerte de la luz me alimenta.
Crezco
si vomito silencios
de acero.
Puedo hundir una flota
liberando mi odio.

Simplemente,
soy más fuerte cuando ulcero
la duda.
Simplemente,
Yo Acuso.

Me ha gustado este directo y enérgico mensaje. Versos cortos que le dan fuerza, brío, ritmo potente. Mis aplausos.

Un abrazo fraterno.
Óscar

El desahogo a veces es necesario, (también hay desahogos en silencio), y que caiga quien caiga. Un poema hermoso y potente. Mis felicitaciones Rosa. Un gran abrazo amiga.

Como un cuchillo tus versos nos dan una herramienta de trabajo, de pensamiento para destripar alguna verdad establecida por interés y bastante indigerible.
Un ritmo trepidante acorde a la idea: rasga.
Un abrazo

Óscar Distéfano escribió:

Rosa Marzal escribió:No doy tregua.
Yo Acuso.
Soy quien husmea en su aura
de sombras.
Ven,
sigue la flecha de mi gesto, afila
la navaja de tu lengua
en sus vísceras.
¿Qué es la verdad,
al fin y al cabo?
La verdad es una mueca del cielo,
un espejo viciado,
y ya hemos devorado suficientes
derrotas.
Llevo a la serpiente enroscada
en mi hígado;
un dolor como a bilis nevada
en la sangre
del miedo.

Y tú me preguntas
¿para qué tanto incendio?
¿para qué tanta escarcha?

Simplemente
la muerte de la luz me alimenta.
Crezco
si vomito silencios
de acero.
Puedo hundir una flota
liberando mi odio.

Simplemente,
soy más fuerte cuando ulcero
la duda.
Simplemente,
Yo Acuso.

Me ha gustado este directo y enérgico mensaje. Versos cortos que le dan fuerza, brío, ritmo potente. Mis aplausos.

Un abrazo fraterno.
Óscar

Gracias, Óscar. He tratado de poner en evidencia ciertas actitudes mezquinas que casi todos hemos sufrido alguna vez, contándolas en primera persona. Me alegra que te haya gustado, amigo.
Un abrazo.

Luis M. escribió:El desahogo a veces es necesario, (también hay desahogos en silencio), y que caiga quien caiga. Un poema hermoso y potente. Mis felicitaciones Rosa. Un gran abrazo amiga.

Sí, Luis, hay desahogos en silencio y desahogos que necesitan plasmarse en palabras.
Gracias por dejarme tus impresiones, querido amigo.

Un gran abrazo.

Armilo Brotón escribió:Como un cuchillo tus versos nos dan una herramienta de trabajo, de pensamiento para destripar alguna verdad establecida por interés y bastante indigerible.
Un ritmo trepidante acorde a la idea: rasga.
Un abrazo

Así es, Armilo. La palabra incisiva es un arma poderosa en varios sentidos. Gracias por detenerte en mis versos y dejarme tu inteligente reflexión.

Un abrazo.

Me ha encantado esta poesía tuya Rosa. Esa situación que todos impulsivamente atravesamos al ser presas de una emoción negativa, es denunciada aquí. Ello demostraría que es necesario usar la razon en equilibrio con los sentimientos.
Saludos,
Juan Cruz.

Con qué fuerza van tus versos a recuperar mención y forma. El poema vence al ritmo sin tregua,igual que la idea que sustenta.

un abrazo

Rosa Marzal escribió:
Simplemente,
soy más fuerte cuando ulcero
la duda.
Simplemente,
Yo Acuso.

Fuerza y potente energía en estos versos, Rosa. A veces es necesaria esta explosión y, simplemente acusamos. Me ha encantado.
Abrazos.

Querida amiga, un poema afilado, me ha gustado mucho cómo has desarrollado el tema. Magníficas metáforas, preguntas existenciales que devoran la memoria una y otra vez, hasta reinventarse. Muchas gracias por compartir, Rosa. Un gran abrazo.

Rosa Marzal escribió:No doy tregua.
Yo Acuso.
Soy quien husmea en su aura
de sombras.
Ven,
sigue la flecha de mi gesto, afila
la navaja de tu lengua
en sus vísceras.
¿Qué es la verdad,
al fin y al cabo?
La verdad es una mueca del cielo,
un espejo viciado,
y ya hemos devorado suficientes
derrotas.
Llevo a la serpiente enroscada
en mi hígado;
un dolor como a bilis nevada
en la sangre
del miedo.

Y tú me preguntas
¿para qué tanto incendio?
¿para qué tanta escarcha?

Simplemente
la muerte de la luz me alimenta.
Crezco
si vomito silencios
de acero.
Puedo hundir una flota
liberando mi odio.

Simplemente,
soy más fuerte cuando ulcero
la duda.
Simplemente,
Yo Acuso.

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¡Muy bello poema, otro más que añadir a tu obra, amiga Rosa.
Exprimes los recursos de la versificación en aras de realzar lo más importante de tu discurso; la terminología, como siempre escogida con exactitud cirujana, se ve enormemente potenciada, el mensaje es rotundo.
Ha sido un placer leerte. Felicidades, compañera.
Un fuerte abrazo.

Hay mucha fuerza y una pasión que se desborda por los versos. Un poema genial, me gustó mucho
Besos
Pilar