Editorial Alaire

Estoy llorando en una pizzería
como los que no saben dónde llorar.
Como los que no saben si llorar de verdad
o si las lágrimas son una mezcla de alcohol y desesperanza.
Como los que han olvidado su infancia
y ahora viajan en el microbús de los recuerdos
junto a otros demonios.
Al semáforo le faltan luces.
Luces que pudieran perdonar
la noche de gatos perturbados
que mistifican el balcón más desolado
desoyendo el silencio.
La insignia de los que aúnan la soledad
es un espejo de cicatrices.
Estoy llorando en una pizzería
y nada me recuerda que estoy vivo
salvo una muchacha que mezcla varios idiomas
para pedir lo que una muchacha le pide a la primavera:
de todo, menos dioses,
menos arañas jubiladas que han renunciado a tejer su tela
a cambio de estar suspendidas en un hilo.

Como siempre, Marius, un gran poema lleno de certeras imágenes surrealistas llenas de fuerza.

Un beso grande
Ana

Muchas gracias, Ana. Mis abrazos, querida amiga.

Tu visión del mundo Marius, amigo, queda plasmada en cada uno de tus poemas de una forma precisa, a través de metáforas que nos hacen, a tus lectores, más asequible la emoción, lo que las palabras no pueden decir sin esa ruptura semántica.
Un abrazo grande mi estimado.

Tus poemas son mundos finisimamente desarrollados; con éste me ha sucedido algo muy intenso, ya estoy acostumbrada con todo lo que escribes; es como si existieran resortes que saltan al hacer contacto con el universo MG; la resonancia es compleja y muy profunda. Esta escena, esta historia, esta instántanea, la conozco; he llorado yo, sin mojarme el rostro, en una pizzería, lejos en el mapa; para ser más exacta, en la burbujeante calle Corrientes de Buenos Aires; recuerdo también que alguien me hizo regresar de mis lágrimas - es cierto, iban tras la muerte-; y ahora leo que un poema tuyo viajó en el tiempo y me ha mirado desde el espejo.

Los versos finales son arrolladoramente buenos.

Abrazo y felicidad, querido amigo.

Hola mARIUS, te vine a visitar. me acerqué a buscar un rato de palabras y encima la encuentro a la hallie que se acuerda de haber llorado en buenos aires. tardé un rato largo para reubicar la contraseña de las sorpresas hasta que salió, tenía que ser, tenía ganas de acercarme a ver como hacés para rascar la superficie de las cosas desde adentro y reconocerme en alguna de esas cosas que sabés decir, cuando arriesgás por mover la piel de las cosas. un beso, un abrazo fuerte para vos. siempre es siembra lo tuyo, sembrar de noche, nadar en la oscuridad y lejos de la orilla hasta encontrar texturas frías, filigranas, memorias de la luz que se fueron rezagando.

Pareciera que las lárimas en la pizzería pudieran ser de cocodrilo o de pelar cebollas. Cada verso está lleno de figuras
que recogen la resurrección de un sueño de primavera, irreal pero fantástico.

un abrazo

Estimado amigo Armilo, muchas gracias por hacer sentida tu presencia, gracias por dejar un comentario tan hermoso, es una gran satisfacción el saber que alguien comprende mi mundo y la emoción que intentan transmitir mis versos. Un gran abrazo.

Hallie, a mí me ha emocionado tu comentario. Cuando el recuerdo se apodera de nosotros, muchas veces es como si volviéramos a vivir aquellos momentos que han afectado nuestras vidas.Muchas gracias por hacer sentida tu presencia, querida amiga. Un gran abrazo.

Carlos, hola querido amigo, es una alegría saber de ti, después de tanto tiempo, necesitaba saber de ti y por el comentario que me has dejado me doy cuenta que la poesía nunca te abandona, te imagino escribiendo y escuchando jazz, ojalá volvieras a publicar. Muchos abrazos.

Guillermo gracias por leerme y hacer sentida tu valiosa presencia. Un gran abrazo, amigo.

[quote="Marius Gabureanu"]

Estoy llorando en una pizzería
y nada me recuerda que estoy vivo
salvo una muchacha que mezcla varios idiomas
para pedir lo que una muchacha le pide a la primavera:
de todo, menos dioses,
menos arañas jubiladas que han renunciado a tejer su tela
a cambio de estar suspendidas en un hilo.[

/quote]


Muy hermoso poema, Marius, con una parte final que me gustó sobremanera. Mis felicitaciones y abrazos, querido amigo.

Cuando nos desborda la nostalgia nos sentimos así, como suspendidos del hilo de la vida, que transcurre ajena a nosotros.

Tu magnífica poesía siempre consigue tocar de manera magistral las cuerdas de la emoción.

Me ha encantado, querido amigo.


Un fuerte abrazo.

Escribes desde las entrañas y nos llevas a tu universo tan rico. Felicidades.
Besos
Pilar

Muy bello trabajo de Marius.