Editorial Alaire

Carmen Pla escribió:El último sonido fue el tintineo de las campanillas,
el significado de un pasaje de escenas
que hoy, parece envenenar la palabra.

Escribir atada de pies y manos
o escribir con acre sabor de boca,
mi derecho a gritar y a renegar
para desenmarañar lo que no es verdad.

Esa imposibilidad de lo posible
en las mareas negras de mi cara,
con el color de un recuerdo de lo que soy,
de lo que no seré y nunca fui.

Ese instante donde el campo muere en mis brazos
o a un recoveco de mi ser, porque sí.

Aquí y en letra que exulta del frío
un recuerdo me refresca los labios,
tejiendo mi alma con palabras
modosas y alegres;
un atardecer velado y abandonado
sobre mi hombro sin querer.

También palabras suaves e inocentes
que arden perpetuamente;
secando la leña por los recuerdos,
cebando los ardores prendidos
en los taludes resbaladizos de la lluvia.

Ahora me paseo lentamente sobre la falda fina
sagazmente caliente de la seda,
invadida por la mujer sin perfume que soy,
implícita, irreversible de palabras.
Sin memoria.

E. R. Aristy escribió:

Carmen Pla escribió:El último sonido fue el tintineo de las campanillas,
el significado de un pasaje de escenas
que hoy, parece envenenar la palabra.

Escribir atada de pies y manos
o escribir con acre sabor de boca,
mi derecho a gritar y a renegar
para desenmarañar lo que no es verdad.

Esa imposibilidad de lo posible
en las mareas negras de mi cara,
con el color de un recuerdo de lo que soy,
de lo que no seré y nunca fui.

Ese instante donde el campo muere en mis brazos
o a un recoveco de mi ser, porque sí.

Aquí y en letra que exulta del frío
un recuerdo me refresca los labios,
tejiendo mi alma con palabras
modosas y alegres;
un atardecer velado y abandonado
sobre mi hombro sin querer.

También palabras suaves e inocentes
que arden perpetuamente;
secando la leña por los recuerdos,
cebando los ardores prendidos
en los taludes resbaladizos de la lluvia.

Ahora me paseo lentamente sobre la falda fina
sagazmente caliente de la seda,
invadida por la mujer sin perfume que soy,
implícita, irreversible de palabras.
Sin memoria.

Suspendes el ahora Carmen, y eso no es fácil. Me ha gustado éste poema que respira autorreflexión y cambio. Abrazos, ERA

Rafel Calle escribió:Hermoso trabajo de Carmen.

Hallie Hernández Alfaro escribió:Carmen, cómo me han gustado esos últimos cinco versos de cierre; muy bueno el desarrollo de la idea, sus aristas precedentes.

Un gustazo pasar por tus letras.

Abrazo y felicitaciones.

Guillermo Cuesta escribió:El análisis poético que ciernes en esta inspiración congratula mi ánimo lector y me lleva por tu camino ala sinceridad de tus premisas y
respuestas gratificantes y sabrosas.

un abrazo

Carmen Pla escribió:El último sonido fue el tintineo de las campanillas.
El significado de un pasaje de escenas, que hoy
parece envenenar la palabra.

Escribir atada de pies y manos
o escribir con acre sabor de boca.
Mi derecho a gritar y a renegar
para desenmarañar lo que no es verdad.

Esa imposibilidad de lo posible
en las mareas negras de mi cara.
Con el color de un recuerdo de lo que soy,
de lo que no seré y nunca fui.

Ese instante donde el campo muere en mis brazos
o a un recoveco de mi ser - porque sí -

Aquí y en letra
donde el recuerdo exulta del frío
refrescando los labios,
tejiendo mi alma con palabras modosas.
Un alegre atardecer velado
que cae sobre mi hombro sin querer.

También palabras suaves e inocentes
que arden perpetuamente.
Secando la leña por los recuerdos,
cebando los ardores prendidos
en los taludes resbaladizos de la lluvia.

Ahora, me paseo lentamente sobre la falda fina
sagazmente caliente de la seda.
Invadida por la mujer sin perfume que soy.
Implícita, irreversible de palabras.
Sin memoria.

J. J. M. Ferreiro escribió:Ahora, me paseo lentamente sobre la falda fina
sagazmente caliente de la seda.
Invadida por la mujer sin perfume que soy.
Implícita, irreversible de palabras.
Sin memoria.

Estos versos constituyen toda una declaración de intenciones:

“Escribir atada de pies y manos
o escribir con acre sabor de boca.
Mi derecho a gritar y a renegar
para desenmarañar lo que no es verdad”


Un hermoso poema de reivindicación de una misma, como poeta y como ser humano

Todo un placer de lectura, querida amiga.

Un bico.

Carlos Justino Caballero escribió:

Carmen Pla escribió:El último sonido fue el tintineo de las campanillas.
El significado de un pasaje de escenas, que hoy
parece envenenar la palabra.

Escribir atada de pies y manos
o escribir con acre sabor de boca.
Mi derecho a gritar y a renegar
para desenmarañar lo que no es verdad.

Esa imposibilidad de lo posible
en las mareas negras de mi cara.
Con el color de un recuerdo de lo que soy,
de lo que no seré y nunca fui.

Ese instante donde el campo muere en mis brazos
o a un recoveco de mi ser - porque sí -

Aquí y en letra
donde el recuerdo exulta del frío
refrescando los labios,
tejiendo mi alma con palabras modosas.
Un alegre atardecer velado
que cae sobre mi hombro sin querer.

También palabras suaves e inocentes
que arden perpetuamente.
Secando la leña por los recuerdos,
cebando los ardores prendidos
en los taludes resbaladizos de la lluvia.

Ahora, me paseo lentamente sobre la falda fina
sagazmente caliente de la seda.
Invadida por la mujer sin perfume que soy.
Implícita, irreversible de palabras.
Sin memoria.

Ese derecho a ser poeta y ser mujer! Espléndida entrega, amiga! Mis besos.