Editorial Alaire

Suelo cerrar los ojos
y adentrarme desnudo
en la porosa carne de las piedras.
Me hago preguntas
mientras palpo
resecas galerías
y lamo las paredes
de interminables corredores.
Te busco, aunque no sé
si tú, también evanescente
como una tarde nublada de domingo,
ocultas tu verdad en fútil pensamiento.
A veces, permanezco
paralizado y mudo,
y me dejo rodar
en el fondo agostado de un arroyo
primitivo.
Entonces siento el mundo
alrededor,
salgo del ensimismamiento
de mi vida anterior entre los coches
y el humo de las chimeneas.
Quiero permanecer así,
fundido con la tierra antigua,
el esplendor de lo que fue
la juventud del tiempo.
Hasta que, poco a poco,
se desprenden de mí
las geometrías
y vuelvo en mí,
sentado en mi sillón,
un poco más frustrado
y fósil.

Me encanta por todo el simbolismo, desde el cotidiano hastío de una tarde de domingo haces tu cuerpo poema, y ni más ni menos , te conviertes en fósil . Me ha recordado también el mito de Narciso, por lo menos a mí esto me sugiere el poema.

En todo caso, me ha gustado mucho, Roberto.

Un abrazo.

El silogismo según Aristóteles fue la representación del pensamiento, como la conclusión que se extrae del razonamiento, así leo el poema, llegas a una coherente y formal manifestación extrayendo la experiencia.
Un placer de lectura, Roberto
Un abrazo

Nos presentas una composición que cualquiera pudiera revivir y desmerecer. La paz así no llena los requisitos del hambre
aunque suene a desdén tanto remanso de ajados sentires y resuelllos-

un abrazo

Es hora de esperar la noche y que los sueños, por favor, vuelvan a hacer de las suyas reviviendo miradas fósiles.
Un abrazo

Un día cualquiera en un sentir diario...., pero más fosilizado?.... seguro que no!!!!
Un abrazo Roberto
Maria

Me ha gustado leer este poema Roberto. El ensimismamiento de pensamientos lleva al entrelazar de sendas y al trazar una nueva idea de uno mismo. Y qué mejor momento para volver a autoretratarse que una tarde de domingo. Hay tambien manifiesta una libertad frustrada que trae consigo otra exitosa: la de la poesía.
Bellos versos son éstos amigo.
Saludos,
Juan Cruz.

Es un poema de la deconstrucción, me ha encantado la forma peculiar en la que desarrollas el tema, haciendo un paseo por la rutina y permitiendo que las cosas cotidianas se conviertan en piedras, dejando vivo sólo el rostro de un amor perdido. Abrazos, Roberto.

Magnífica entrega, amigo Roberto. Un fresco poético sobre el viaje del tiempo, la nostalgia y el deseo.

Un placer de lectura, querido amigo.

Un fuerte abrazo

Hermoso e interesante trabajo de Roberto.

Qué bien plasmas esta despersonalización ideológica, tan humana que produce escalofrios.

De principio a fin un gran trabajo, Roberto.

Salud, aplausos y felicidad.

Quedarnos quietos y dejar que la vida nos pase por encima es lo que nos petrifica. Me gusta mucho el modo en que afrontas el poema.
Un abrazo.
Pepa