Editorial Alaire

Al principio un cuerpo es solo un signo.

Alas que viajan al futuro,
un desliz impronunciable.

Los primeros pasos viven en la luz
porque todos los espejos fantasean
y no hay huellas
ni estrategia
ni aludes que los nieguen.

La enfermedad brilla en la piel de un niño,
se desnuda como un ave veloz
que no existe aún en la memoria.

Yo soy el azafrán de los días,
a veces sol que ilumina los espacios que poblaré,
otras veces callado manantial
entre abruptos senderos de inquietud.

He huido como un faro más allá del resplandor,
lo supongo por el mercurio que bulle en mi fiebre
cuando recuerdo los paisajes perdidos,
la niebla boscosa de un roce.

Hoy y aquí
mi caricia se inhibe,
está cansada,
su abril murió en la perplejidad del invierno,
sus heridas no retornan a la astucia de las miradas
que se encuentran en la pregunta
o en la simetría volátil del color.

¡Qué frialdad de relojes
cuando su máxima es la aventura
de soñar vidas y ayer,
lluvia que jamás cesa
en su infantil gesto de añoranza!

Desde los años
un solo segundo grita como una madre
que llora el desdén infinito de no saberse luz,
prodigio que fluye,
madurez de la edad
en mí.

Ramón, eres impresionante. No sé como siempre tus poemas son buenos, éste tiene la sabiduría del presente mirando el pasado. Me encantó.
Besos
Pilar

Estoy de acuerdo con Pilar; es impresionante la calidad mantenida de tus poemas; éste lleva un no sé qué especial en las venas, es como mirar muy adentro y muy profundo; entonces las similitudes en las raíces y en los días pasados adquieren una importancia propia, inexplicable.

Felicitaciones, amigo; y un abrazo grande.

Un poema muy íntimo, muy tuyo con tu propio vuelo poético.
Siempre es un placer leerte, Ramón.
Un abrazo

Hermoso y evocador trabajo de Ramón.

Pilar Morte escribió:Ramón, eres impresionante. No sé como siempre tus poemas son buenos, éste tiene la sabiduría del presente mirando el pasado. Me encantó.
Besos
Pilar

Te agradezco esas generosas palabras. Un beso, Pilar.

Hallie Hernández Alfaro escribió:Estoy de acuerdo con Pilar; es impresionante la calidad mantenida de tus poemas; éste lleva un no sé qué especial en las venas, es como mirar muy adentro y muy profundo; entonces las similitudes en las raíces y en los días pasados adquieren una importancia propia, inexplicable.

Felicitaciones, amigo; y un abrazo grande.

Muchas gracias, Hallie, por tu amable comentario. Un fuerte abrazo.

Gran canto, Ramón, un estouro xordo o remate que o anoa todo nun mollo enxel pero moi rexo.
Unha aperta, meu. felicidades

xaime oroza carballo escribió:Gran canto, Ramón, un estouro xordo o remate que o anoa todo nun mollo enxel pero moi rexo.
Unha aperta, meu. felicidades

Moitas grazas, Xaime. Unha forte aperta.

Tanto tiempo en la experiencia de la vida.
Muy bello Ramón
Maria

Me ha encantado este poema tuyo, Ramón. Considero que el pasado es una cantera infinita de tesoros poéticos; pero, para aprovecharlo, debe existir el talento, esa forma de decir, de contar las cosas, que emocionan. Eres un gran poeta, amigo. Cada día creces, maduras, y nunca te das por satisfecho. ¡Albricias!

Un abrazo grande.
Óscar

Maria Rodriguez escribió:Tanto tiempo en la experiencia de la vida.
Muy bello Ramón
Maria

Gracias, María, por tu amable comentario. Un abrazo.

Óscar Distéfano escribió:Me ha encantado este poema tuyo, Ramón. Considero que el pasado es una cantera infinita de tesoros poéticos; pero, para aprovecharlo, debe existir el talento, esa forma de decir, de contar las cosas, que emocionan. Eres un gran poeta, amigo. Cada día creces, maduras, y nunca te das por satisfecho. ¡Albricias!

Un abrazo grande.
Óscar

Gracias por tu generosidad, Óscar. Un fuerte abrazo.

Se palpa la nostalgia de esos paisajes vírgenes de la infancia, su inextinguible luz, siempre presentes en tu magnífica obra.

Todo un placer de lectura, Ramón.

Un abrazo.

Rosa Marzal escribió:Se palpa la nostalgia de esos paisajes vírgenes de la infancia, su inextinguible luz, siempre presentes en tu magnífica obra.

Todo un placer de lectura, Ramón.

Un abrazo.

Muchas gracias, Rosa. Un abrazo.