Editorial Alaire

Pilar Morte escribió:
Esperar no es en vano;
al río sin caudal le llegan dulces aguas
del manantial que recibió la lluvia.

Puedes observar como pasan
los coches llenos de sueños,
los transeúntes despojados del lodo de tristeza
mientras detienes la memoria en el vacío.

Esperar tiene la inacción en el rostro,
los pies atados con cordones sin color
y las manos sujetas al acero del puente.

Puede ser que de pronto los ojos entornados
miren de frente,
que los labios se abran deseando decir
y que los rostros se fundan cual vidrio transparente.

Esperar no es en vano,
a veces el mar detiene las olas,
pero no muere su deseo de arrastrarse a la playa.

Al final llega el día de poner en marcha el reloj,
de dejar que la luna asiente el ritmo de la vida
y active esos instantes mágicos
que reconocen los afectos.
La herida entonces, se cierra sin dolor
igual que bajamos la tapa de un piano desafinado.
Lavamos la palabra para que no confunda
y así, nítida, absorba el sentir que la nombra

Creemos que mereció la pena esperar,
ver crecer los tallos de la flor presentida,
el destino que hizo rumbo a la luz.

Pablo Ibáñez escribió:Pilar,

no, esperar nunca es en vano, si esperamos la belleza o la verdad o la justicia. Aunque no lleguen, siempre merece la pena esperarlas. Me gusta mucho la manera cómo afrontas el tema, cómo te aferras a la esperanza del que espera.

Un abrazo.

Marisa Peral escribió:

Pilar Morte escribió:
Esperar no es en vano;
al río sin caudal le llegan dulces aguas
del manantial que recibió la lluvia.

Puedes observar como pasan
los coches llenos de sueños,
los transeúntes despojados del lodo de tristeza
mientras detienes la memoria en el vacío.

Esperar tiene la inacción en el rostro,
los pies atados con cordones sin color
y las manos sujetas al acero del puente.

Puede ser que de pronto los ojos entornados
miren de frente,
que los labios se abran deseando decir
y que los rostros se fundan cual vidrio transparente.

Esperar no es en vano,
a veces el mar detiene las olas,
pero no muere su deseo de arrastrarse a la playa.

Al final llega el día de poner en marcha el reloj,
de dejar que la luna asiente el ritmo de la vida
y active esos instantes mágicos
que reconocen los afectos.
La herida entonces, se cierra sin dolor
igual que bajamos la tapa de un piano desafinado.
Lavamos la palabra para que no confunda
y así, nítida, absorba el sentir que la nombra

Creemos que mereció la pena esperar,
ver crecer los tallos de la flor presentida,
el destino que hizo rumbo a la luz.

Precioso poema lleno de esperanza que nunca se rinde. Me gusta, me gustan muchísimo todos y cada uno de sus versos que no pierden ritmo ni color.
Un beso muy grande.

Ramón Carballal escribió:Esperar para ver c´ómo madura la vida y todo lo que nos rodea. Qué hermoso pensamiento y qu´é bien expresado en tus letras. Enhorabuena y un beso.

J. J. M. Ferreiro escribió:La esperanza poética se llama Pilar Morte. De verdad, cada vez, escribes mejor. Si tenemos que preguntarnos sobre el tan polémico "evolucionismo" de Alaire, tú eres un claro ejemplo: trabajo, lectura, trabajo, lectura, más trabajo, más lectura... y autocrítica, mucha autocrítica... evolución, crecimiento

ENHORABUENA, querida amiga.

Bicos.