Editorial Alaire

Se acordó de su casa,
la vieja residencia del amor
y sintió el corazón necesitado.

Francisco Brines


En aquella misión puso el empeño
de los necesitados.

Tenía dos razones para el mar
y una para la tierra.
Eligió ser comido por los peces.
No quiso ser ceniza
ni alimentar la sombra de los árboles.

Hubiera deseado un cielo gris,
un infinito azul lleno de pájaros
pero lo que no vuela se detiene
al final en el polvo.

Y él no quería el miedo para siempre.

Precioso, precioso poema. Y muy, muy reflexivo.
Y no sé porqué, pero me siento un tanto aliviado después de su lectura. Comprendo que a la gente, al ser humano le angustie en cierta manera su fin existencial. El final de la carne. Pero, eso a mí, no me preocupa. En absoluto. Y tu poema me deja aliviado porque nunca pondré en esa misión "el empeño de los necesitados" ni pensaré en las razones de si serán de tierra o de mar o de fuego, las del final de mi carne. Porque yo tengo claro mi final, el auténtico, mi yo, será un cielo azul, estrellado,"lleno de pájaros" hacía donde vuele mi espíritu. En eso creo. Y a mi me vale. ¿Estoy en lo cierto?, ni mucho menos. Pero me sirve para no sentir el "corazón necesitado". Esperanzado si. Corazón esperanzado. A mi me vale para ser feliz.
Gracias por tu poema. Me ha dejado aliviado. No siento la angustia. ¿Estoy equivoado? seguramente. Pero a mi me vale. ¿El fuego, la mar, la tierra?... qué más da ¡yo soy del aire!.

Precioso, precioso poema

Un beso.
J. manuel

Que bonito poema. Un placer pasar por tus versos
Un abrazo
Pilar

carmen iglesia,

Interesante poema..

Lleno de hermosas imágenes...


me encantó


Un abrazo fuerte, querida amiga

carmen iglesia escribió:
Hubiera deseado un cielo gris,
un infinito azul lleno de pájaros
pero lo que no vuela se detiene
al final en el polvo.

Y él no quería el miedo para siempre.

Bueno, es magnífico como todos los tuyos, Carmen. Tu lenguaje propio, tus códigos, tu elegancia suprema, etc.....La concisión y puntería. Y mucho más.

Creo que en los últimos versos apuntas la solución, por eso yo me prometí hace tiempo no dejar de volar nunca (lo que se dice nunca nunca), aunque me tomen por un ser no propio del planeta Tierra. jajaja

Un beso grande, poeta.


.

José Manuel Sáiz escribió:Precioso, precioso poema. Y muy, muy reflexivo.
Y no sé porqué, pero me siento un tanto aliviado después de su lectura. Comprendo que a la gente, al ser humano le angustie en cierta manera su fin existencial. El final de la carne. Pero, eso a mí, no me preocupa. En absoluto. Y tu poema me deja aliviado porque nunca pondré en esa misión "el empeño de los necesitados" ni pensaré en las razones de si serán de tierra o de mar o de fuego, las del final de mi carne. Porque yo tengo claro mi final, el auténtico, mi yo, será un cielo azul, estrellado,"lleno de pájaros" hacía donde vuele mi espíritu. En eso creo. Y a mi me vale. ¿Estoy en lo cierto?, ni mucho menos. Pero me sirve para no sentir el "corazón necesitado". Esperanzado si. Corazón esperanzado. A mi me vale para ser feliz.
Gracias por tu poema. Me ha dejado aliviado. No siento la angustia. ¿Estoy equivoado? seguramente. Pero a mi me vale. ¿El fuego, la mar, la tierra?... qué más da ¡yo soy del aire!.

Precioso, precioso poema

Un beso.
J. manuel

Precioso comentario el tuyo... y todo lo que a ti te valga para tí será lo bueno.... yo, sin embargo, siempre, siempre seré de agua...

Muchísimas gracias por leer de verdad.

Un beso,

Carmen

Pilar Morte escribió:Que bonito poema. Un placer pasar por tus versos
Un abrazo
Pilar

Me alegra que te gustara, Pilar.

Un abrazo fuerte y gracias por leer,

Carmen

Carmen me ha gustado tu poema, pero me he quedo muda con ese final...

Y él no quería el miedo para siempre.

No sabemos el final que tendremos,
pero la verdad es que casi no me detengo a pensar en eso...
de cualquier manera polvo somos...

Mi cariño para ti...

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Tenía dos razones para el mar
y una para la tierra.

Muy bueno, Carmen. Yo me quedaria tambien con el mar... APLAUSOS

Besos - IBEN


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carmen iglesia escribió:Se acordó de su casa,
la vieja residencia del amor
y sintió el corazón necesitado.

Francisco Brines


En aquella misión puso el empeño
de los necesitados.

Tenía dos razones para el mar
y una para la tierra.
Eligió ser comido por los peces.
No quiso ser ceniza
ni alimentar la sombra de los árboles.

Hubiera deseado un cielo gris,
un infinito azul lleno de pájaros
pero lo que no vuela se detiene
al final en el polvo.

Y él no quería el miedo para siempre.

Además de ser estéticamente grandioso, dejas en el poema esos síntomas de reflexión a priori, que luego ofrecen una gran elocuencia al conjunto. Existencial, sin amaneramientos de excesiva melancolía, contenido, brillante en el planteamiento donde se extrae, como en la mejor poesía no confesional, ese panteísmo personal que, en los mejores poemas, como digo, alcanza categoría de doctrina poética y filosófica. Muy bien. Un abrazo poetaza

Como siempre, tu palabra deja um grato sabor en los ojos Carmen. Por mi parte yo prefiero que sea la tierra la que me consuma, tengo el corazón en estas montañas. Y el mar sigue estando allá, a cientos de kilometros.


Abrazos, y muchas gracias por compartir

Ricardo Serna G escribió:carmen iglesia,

Interesante poema..

Lleno de hermosas imágenes...


me encantó


Un abrazo fuerte, querida amiga

Gracias, Ricardo. Me alegra que te gustara y que me lo hicieras saber.

Un abrazo grande,

Carmen

Me gustaria saber en que te inspiraste para este poema.
saludos
javier

Hermoso poema, amiga Carmen.
El ritmo me ha gustado, sin rompimientos, salvo en los dos últimos versos, dentro de una presentación polimétrica pulcra y muy bella.
Posiblemente tengas razón, aunque yo prefiero que me coman los gusanos, porque nadar se me da muy mal, lo mejor es ser comido. Por lo menos se aprovecha algo de nosotros. Y mira que en mi caso, aprovechar algo, creo que será una quimera.
En fin, ha sido un placer leerte.
Te mando un cordial abrazo.

La cita de Brines es perfecta si me la adjudico pero lo malo es que ni siquiera me la puedo apropiar del todo....en fin.


"Y él no quería el miedo para siempre"

Es cuestión de elegir y puestos a elegir, cualquier cosa mejor que el miedo para siempre.

Y que conste que yo nunca eligiría eso: Siempre mejor el riesgo y esa sensación en la garganta de estar vivo incluso con el miedo a cuestas.

Siempre digo me encanta, pero es que me ancanta.