Editorial Alaire

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la belleza, está clarísimo, es la sencillez.

Pura elegancia.

Hay cosas que son muy difíciles de decir, muy poca gente consigue traspasar la piel
Pero usted es sin duda, unos de esos que sí, lo consigue, emociona, y hace fácil lo difícil.

Me ha encantado, me voy a quedar con esto, con su permiso, porque me gustan las cosas sencillas, las cosas normales, las cosas cotidianas, esas tan sencillas y cotidianas, Esas que están al alcance de muchos y que no valoran.

Esas, que algunos no tenemos, o han durado poco tiempo.


"Qué bello es si se pone
una jarra con agua
encima de la mesa.

Qué bello son dos vasos."

Un saludo.

elena morado escribió:la belleza, está clarísimo, es la sencillez.

Pura elegancia.

Hay cosas que son muy difíciles de decir, muy poca gente consigue traspasar la piel
Pero usted es sin duda, unos de esos que sí, lo consigue, emociona, y hace fácil lo difícil.

Me ha encantado, me voy a quedar con esto, con su permiso, porque me gustan las cosas sencillas, las cosas normales, las cosas cotidianas, esas tan sencillas y cotidianas, Esas que están al alcance de muchos y que no valoran.

Esas, que algunos no tenemos, o han durado poco tiempo.


"Qué bello es si se pone
una jarra con agua
encima de la mesa.

Qué bello son dos vasos."

Un saludo.

Antonia, si sigues llamándome de usted me vas a deprimir. Enseguida me di cuenta de que compartimos los mismos valores poéticos, y eso es difícil que suceda. Sí, la sencillez es formidable en poesía, pero hay que saberla decir para no resultar evidente y común.
Te agradezco tu opinión y tus amables palabras.

Un fuerte abrazo

Qué buen final, como siempre. Un poema que no necesita más pues en su sencillez es dulce y atractivo. Me gustó este registro tuyo.
Besos
Pilar

Manuel Sánchez escribió:Recuerdo cosas que nunca sucedieron,
las del mañana.
Escribo luego, posado en la memoria,
mi testimonio.

Qué bello es si se pone
una jarra con agua
encima de la mesa.

Qué bello son dos vasos.

Vivir donde no hay más,
humildemente.
Lejos de tanto mundo forastero.

Qué bello tener sed,
y dejar de tenerla.

Manuel, haz representado en Belleza la Belleza misma. Un arreglo simple, bien acompañado, la presentacion util, cristalina, esencial, vital, maravillosa, gratis, que sacia toda sed....tu exepcionalmente bello y evocador poema me recuerda el pre-trasantepenultimo versiculo del libro de REVELACION:

17 Y el espíritu*+ y la novia+ siguen diciendo: “¡Ven!”. Y cualquiera que oiga, diga: “¡Ven!”.+ Y cualquiera que tenga sed, venga;+ cualquiera que desee, tome gratis el agua de la vida.+

Poema a lo sencillo de tiempos pasados y futuros al compartir lo sencillo, humildemente... y al placer de disfrutarlo.
De puertas adentro... un placer leerlo.
Abrazo, Manuel, que entre las pequeñas necesidades se disfruta.

Aplaudo el énfasis de la complexión de los contrarios que abren hueco a la buena compañía.

un abrazo

Vivir donde no hay más,
humildemente.
Lejos de tanto mundo forastero.

Qué bello tener sed,
y dejar de tenerla.

Manuel: Un breve pero bellísimo poema, por su sencillez y gran sinceridad,
soy partidario de esos conceptos, esas cosas tan simples, una jarra de agua
dos vasos, pueden hacerte feliz por un rato yo lo siento así,
Estupendo poema, felicidades

Y un fuerte abrazo y disculpas por haberte confundido con Guillermo Cuesta. Quedo corregido


Rafael.

Manuel Sánchez escribió:

elena morado escribió:la belleza, está clarísimo, es la sencillez.

Pura elegancia.

Hay cosas que son muy difíciles de decir, muy poca gente consigue traspasar la piel
Pero usted es sin duda, unos de esos que sí, lo consigue, emociona, y hace fácil lo difícil.

Me ha encantado, me voy a quedar con esto, con su permiso, porque me gustan las cosas sencillas, las cosas normales, las cosas cotidianas, esas tan sencillas y cotidianas, Esas que están al alcance de muchos y que no valoran.

Esas, que algunos no tenemos, o han durado poco tiempo.


"Qué bello es si se pone
una jarra con agua
encima de la mesa.

Qué bello son dos vasos."

Un saludo.

Antonia, si sigues llamándome de usted me vas a deprimir. Enseguida me di cuenta de que compartimos los mismos valores poéticos, y eso es difícil que suceda. Sí, la sencillez es formidable en poesía, pero hay que saberla decir para no resultar evidente y común.
Te agradezco tu opinión y tus amables palabras.

Un fuerte abrazo

Usted perdone, no volverá a suceder. De ahora en adelante le tuteare. Pero de ahora en adelante

Ja, ja, ja. Ingeniosa frase, Antonia.