Editorial Alaire

[BBvideo 560,340][/BBvideo]

[tab=30][tab=30]AHORA.

Puedo quedarme a la sombra de los olivos,
mirar pasar a la muerte por la calle de tierra,
no esperar nada,
no esperar el amor porque ya es tarde,
no desear el olvido porque no hay dolor que olvidar,
sólo estos árboles de hojas oscuras silbando la última siesta del verano;
hay algún pájaro en el cielo sin nubes.

Recuerdo a Borges
sus versos son tenues como el horizonte.

Recuerdo el sabor de un vino viejo,
la risa fresca de una muchacha joven,
su cuerpo que también reía junto a mi cuerpo,
su boca dulce como las uvas;

pocas cosas son;
pocas cosas soy bajo este sol que huye:

como ese río de hormigas que miran desde el suelo sin arar,
camina mi mestiza sangre de América.

Una voluta de humo se hermana con el viento,
es bueno el tabaco
y los recuerdos;
momentos de otra vida.

Mi vida
como un sueño.

Puedo quedarme bajo estos árboles añejos,
sentir como cantan,
dejar pasar el día, la tarde,

a la luna nueva que corre.

El pesado aire ronronea en los altos chopos negros,
un manojo de estrellas
pintadas como pecas imperceptibles
guiñan sus ojitos blancos en el éter helado
de la noche.

Ahora:
puedo dejar con alegría
que la muerte se vaya en bicicleta
por la calle de tierra.


Mendoza 05/02/2017.
a Susana.

Poesía templada, sugerente, cercana, intima...a la manera de grandes autores. Buen poema, Gustavo. Ha sido un placer leer tu poesía y escuchar tu voz.

Un abrazo.

Gustavo Cavicchia escribió:[BBvideo 560,340][/BBvideo]

[tab=30][tab=30]AHORA.

Puedo quedarme a la sombra de los olivos,
mirar pasar a la muerte por la calle de tierra,
no esperar nada,
no esperar el amor porque ya es tarde,
no desear el olvido porque no hay dolor que olvidar,
sólo estos árboles de hojas oscuras silbando la última siesta del verano;
hay algún pájaro en el cielo sin nubes.

Recuerdo a Borges
sus versos son tenues como el horizonte.

Recuerdo el sabor de un vino viejo,
la risa fresca de una muchacha joven,
su cuerpo que también reía junto a mi cuerpo,
su boca dulce como las uvas;

pocas cosas son;
pocas cosas soy bajo este sol que huye:

como ese río de hormigas que miran desde el suelo sin arar,
camina mi mestiza sangre de América.

Una voluta de humo se hermana con el viento,
es bueno el tabaco
y los recuerdos;
momentos de otra vida.

Mi vida
como un sueño.

Puedo quedarme bajo estos árboles añejos,
sentir como cantan,
dejar pasar el día, la tarde,

a la luna nueva que corre.

El pesado aire ronronea en los altos chopos negros,
un manojo de estrellas
pintadas como pecas imperceptibles
guiñan sus ojitos blancos en el éter helado
de la noche.

Ahora:
puedo dejar con alegría
que la muerte se vaya en bicicleta
por la calle de tierra.


Mendoza 05/02/2017.
a Susana.

Hola Gustavo, que gusto me da volver a leerte, poeta. Me ha gustado mucho esta escena en la que el observador no es omnisciente, pero si fundido con el paisaje, con sus intensos y livianos sentimientos. Fuma desde una esquina como si fuera el paisaje que lo observe a el. Wow! quiero mas! E. R. Aristy

No ha bajado la calidad de tu poesía. Me alegra leerte de nuevo por aquí. Abrazos.

Manuel Sánchez escribió:Poesía templada, sugerente, cercana, intima...a la manera de grandes autores. Buen poema, Gustavo. Ha sido un placer leer tu poesía y escuchar tu voz.

Un abrazo.

Muchas Gracias, me alegra saber que te gusto. Saludos desde Mendoza.

Hola Gustavo, que gusto me da volver a leerte, poeta. Me ha gustado mucho esta escena en la que el observador no es omnisciente, pero si fundido con el paisaje, con sus intensos y livianos sentimientos. Fuma desde una esquina como si fuera el paisaje que lo observe a el. Wow! quiero mas! E. R. Aristy

También es un gusto saber de vos Era, estimada Poeta, mi más cordial saludo para vos desde Mendoza.

Ramón Carballal escribió:No ha bajado la calidad de tu poesía. Me alegra leerte de nuevo por aquí. Abrazos.

Me alegra saberlo Ramón, más viniendo de vos; un cordial saludo desde mi ciudad, Mendoza.

Poder evocativo en cada verso,
imágenes envolventes tanto en lo pictórico como en lo emotivo.
Grata experiencia, conocer tu poesía.
Saludos Gustavo.

Todo un refugio de sentir encuentro en tu poema, amigo. La elocuencia forma parte de lo que el poeta reconoce y valora.
disfruté de tu memoria y de tu poesía.

un abrazo

Un poema precioso y de una calidad indiscutible. Mis sinceras felicitaciones, Gustavo. Un cordial saludo poeta.

Muy buen poema, que me ha encantado. Hay una belleza singular en esas emotivas imágenes que son el auténtico cuerpo del poema, un poema que alude a la nostalgia. Un placer.

Un abrazo.

Muy bello trabajo de Gustavo.

Un poema extraordinario, penetra, consigues una buena obra.
Un placer leerte, Gustavo.
Un abrazo

Arturo Rodríguez Milliet escribió:Poder evocativo en cada verso,
imágenes envolventes tanto en lo pictórico como en lo emotivo.
Grata experiencia, conocer tu poesía.
Saludos Gustavo.

Nunca imagine que gustara este poema. Muchas gracias por comentarlo de esa manera tan elocuente y es un placer para mí conocerte tanbién. Saludos desde Mendoza.

Un poema genuino que te ha salido de los genes, de tu ADN. Me ha atrapado en ese vértigo de la siesta del verano, en ese horizonte donde el tiempo para detenerse en el "ahora".

Un abrazo, amigo.
Óscar