Editorial Alaire

Habrá quien implore por la semilla perdida,
igual que mamíferos
que acechan su corazón húmedo
mientras la luz escarba los planetas del olvido.

No voy a ti porque tu nombre aún exista,
tampoco por esa inmaculada voz
que en mis sueños fue surco,
ni por tus cabellos caídos sobre un hombro ausente
o por la desconocida mirada
con que alejas la vida o la muerte
que soy.

Voy a ti para heredar la pulsera
que un día dejaste en mi piel
y que hoy es una frase que prorrumpe insomne
y se instala en los ojos que callo,
en la sensatez que ignoro.

Todos los versos
se hicieron una vez paisaje: ríos, montes y mar,
aire vestido de cantos, bosques que agitaron sus ramas
contra la rotación de esta tierra
que nos cubre.

Somos el espacio de un vientre
que se mira en los espejos
de nuestra sombra.

Yo no sé si en los instantes
en que el tiempo yace como un pájaro quieto
tú regresas a las palabras que nos dijimos.

Tendrás entonces una palidez de ausencias
y un camino largo para recordar
los mil confines distantes.

Quizá descubras un sol en las arrugas que nos pueblan.

O un otoño cuyas flores vivieron
en la caricia rota de la separación.

Ufff, qué bien escribes, Ramón:

En los últimos tiempos escribes con mucha pasión.

Un poemazo...

Felicitaciones y aplausos para tanta belleza, a pesar de la nostalgia.
Un beso grande
Ana

"... en la caricia rota de la separación."

Alabo y admiro tu buen hacer poético, como queda reflejado en este intenso poema, donde en la ausencia aún arde una pequeña llama.

Enhorabuena.

Un abrazo.

Pues estoy de infinito acuerdo con Ana y Ramón; este poema es, como otros que he he leído estos días, una gran obra.
El espacio de las palabras dichas; ese torreón de certezas y sentimientos, hoy destemplado por el olvido.

Enhorabuena por tu entrega, amigo.

Abrazo.

Sentimientos que te llevan del recuerdo al ahora......Muy bello Ramón
Un abrazo
Maria

Ramón Carballal escribió:
Todos los versos
se hicieron una vez paisaje: ríos, montes y mar,
aire vestido de cantos, bosques que agitaron sus ramas
contra la rotación de esta tierra
que nos cubre.
..................
Yo no sé si en los instantes
en que el tiempo yace como un pájaro quieto
tú regresas a las palabras que nos dijimos. .

Una maravilla de poema, querido amigo. Estas dos estrofas son para enmarcar.

Unha forte aperta.

Ramón Carballal escribió:Habrá quien implore por la semilla perdida,
igual que mamíferos
que acechan su corazón húmedo
mientras la luz escarba los planetas del olvido.

No voy a ti porque tu nombre aún exista,
tampoco por esa inmaculada voz
que en mis sueños fue surco,
ni por tus cabellos caídos sobre un hombro ausente
o por la desconocida mirada
con que alejas la vida o la muerte
que soy.

Voy a ti para heredar la pulsera
que un día dejaste en mi piel
y que hoy es una frase que prorrumpe insomne
y se instala en los ojos que callo,
en la sensatez que ignoro.

Todos los versos
se hicieron una vez paisaje: ríos, montes y mar,
aire vestido de cantos, bosques que agitaron sus ramas
contra la rotación de esta tierra
que nos cubre.

Somos el espacio de un vientre
que se mira en los espejos
de nuestra sombra.

Yo no sé si en los instantes
en que el tiempo yace como un pájaro quieto
tú regresas a las palabras que nos dijimos.

Tendrás entonces una palidez de ausencias
y un camino largo para recordar
los mil confines distantes.

Quizá descubras un sol en las arrugas que nos pueblan.

O un otoño cuyas flores vivieron
en la caricia rota de la separación.

Simplemente de Ramón Carballal,
la calidad de su interior se asegura,
y al leerla se disfruta.

Un abrazo, compañero.

En verdad es un gran poema escrito con la pasión del que siente ausencia y nostalgia y las muestra en bellísimos versos. Me encantó.
Besos
Pilar

Ana Muela Sopeña escribió:Ufff, qué bien escribes, Ramón:

En los últimos tiempos escribes con mucha pasión.

Un poemazo...

Felicitaciones y aplausos para tanta belleza, a pesar de la nostalgia.
Un beso grande
Ana

Gracias por tu generosidad, Ana. Besos.

Ausencias conciencias y recuerdos gestando coincidencias para descubrir el son y el tono de la palabra callada y de ladicha,
a merced del verso y entreverso.

un gusto de lectura, Don Ramón

Mi abrazo

" Voy a ti para heredar la pulsera
que un día dejaste en mi piel
y que hoy es una frase que prorrumpe insomne
y se instala en los ojos que callo,
en la sensatez que ignoro. ..."

Después de esta estrofa, me quedo pensando la maravilla de la palabra usada, heredar la pulsera en una piel ¿hay algo más mágico?

Abrazos mediterráneos.

Muy bello poema de Ramón.

Fluyen tus versos como agua clara, cantando sonoros en su torrente,
empapándonos de tu lirismo envolvente. Gran poema.
Un abrazo Ramón.

Ramón Castro Méndez escribió:"... en la caricia rota de la separación."

Alabo y admiro tu buen hacer poético, como queda reflejado en este intenso poema, donde en la ausencia aún arde una pequeña llama.

Enhorabuena.

Un abrazo.

Muchas gracias, Ramón. Un abrazo.

Hallie Hernández Alfaro escribió:Pues estoy de infinito acuerdo con Ana y Ramón; este poema es, como otros que he he leído estos días, una gran obra.
El espacio de las palabras dichas; ese torreón de certezas y sentimientos, hoy destemplado por el olvido.

Enhorabuena por tu entrega, amigo.

Abrazo.

Mi agradecimiento por tu amable comentario. Un abrazo, Hallie.