Editorial Alaire

Cayeron trozos de cuerpos celestes,
ardieron en el abismo de los ojos,
era un otoño más severo,
podía ver el árbol desnudo del universo
secarse como una costra.
Las calles veían tu sombra...
a lo lejos.
A veces eras la lobreguez
y tu cuerpo sal negra,
porque de noche
todos los maullidos son azabaches.
Nada más brillante que el abismo,
los bolsillos guardaron un par de carcajadas,
la luna, a cucharadas devoraba la oscuridad
y no había otro otoño más severo.
Las estrellas nos dieron la espalda!,
y caminabas devorando el fruto del árbol desnudo,
te alejabas de mi,
como se alejan temerosos los pájaros callejeros.
Nadie más que uno puede deshojar su propio universo,
la soledad no existe alrededor,
existe dentro de nuestros harapos y la carne,
pero en los ataúdes abiertos de tus ojos
lo único que brillaba eran los cuerpos celestes,
ya que solo tu atravesabas el abismo.

Es muy cierta y, sobre todo muy íntima, la idea de contar el abismo desde los propios huesos.

Gracias por compartir, amigo; abrazo fuerte.

Antonio Satír escribió:Cayeron trozos de cuerpos celestes,
ardieron en el abismo de los ojos,
era un otoño más severo,
podía ver el árbol desnudo del universo
secarse como una costra.
Las calles veían tu sombra...
a lo lejos.
A veces eras la lobreguez
y tu cuerpo sal negra,
porque de noche
todos los maullidos son azabaches.
Nada más brillante que el abismo,

Antonio, una maravilla de poema. Cada verso es una límpida pincelada sonora... Eso escritura de lujo.

Un fuerte abrazo querido amigo .

Desde el primer verso quedé atrapada en el poema. Precioso decir.
Abrazos
Pilar

Qué preciosidad, Antonio:

Con un final espectacular nos deleitas con mucha belleza y pasión de la buena.

Felicitaciones, compañero
Un beso grande
Ana

Potente tu voz poética en esta entrega Antonio.
Me permito destacar estos versos, contundentes
tanto en su veracidad como en su belleza:

Nadie más que uno puede deshojar su propio universo,
la soledad no existe alrededor,
existe dentro de nuestros harapos y la carne,

Gran poema. Un abrazo.

La metáfora orgánica naturalizada, no sirve a la retórica. Aquí es más noble, bella y elevada porque en su vuelo es el mismo poema. Habla por sí sola y nos abre los ojos.

Mi enhorabuena por este majestuoso poema.

Un saludo, Antonio

Hallie Hernández Alfaro escribió:Es muy cierta y, sobre todo muy íntima, la idea de contar el abismo desde los propios huesos.

Gracias por compartir, amigo; abrazo fuerte.

Gracias Hallie por pasar y comentar, te dejo un abrazo hipérbole!.
Satír.

Antonio Satír escribió:Cayeron trozos de cuerpos celestes,
ardieron en el abismo de los ojos,
era un otoño más severo,
podía ver el árbol desnudo del universo
secarse como una costra.
Las calles veían tu sombra...
a lo lejos.
A veces eras la lobreguez
y tu cuerpo sal negra,
porque de noche
todos los maullidos son azabaches.
Nada más brillante que el abismo,
los bolsillos guardaron un par de carcajadas,
la luna, a cucharadas devoraba la oscuridad
y no había otro otoño más severo.
Las estrellas nos dieron la espalda!,
y caminabas devorando el fruto del árbol desnudo,
te alejabas de mi,
como se alejan temerosos los pájaros callejeros.
Nadie más que uno puede deshojar su propio universo,
la soledad no existe alrededor,
existe dentro de nuestros harapos y la carne,
pero en los ataúdes abiertos de tus ojos
lo único que brillaba eran los cuerpos celestes,
ya que solo tu atravesabas el abismo.

Es un poema de una vibracion de alto alcance, mi admirado y respetado Satir...la muerte si, pero algo que impacta al universo fisico, una tristeza de planos que se transforma en cuerpo celeste, en espiritu, y no se ve mas, porque no sabemos mas....es un poema esencialmente sublime. Un fuerte abrazo, ERA

Los universos del abismo y los abismos de tu universo templaron tu poema fehaciéntemente.

Mi saludo y aplauso . un abrazo

Un poema lleno de bellas tesituras.
El abismo y su complejo andamiaje, me ha gustado leerte.
Un abrazo, Antonio

Un intimista trabajo, Antonio. Las imágenes atrapan al lector con su lectura. Todo desprende armonía y belleza. Te felicito.
Un abrazo.
J. Manuel

Grandes obras de Antonio Satir.
Abrazos.

Hermosa y vibrante melancolía dibujan tus versos querido amigo... como un adiós resonando...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy