Repicando en el Telar

[Rafael Teicher]

Repicando en el telar





Quiero que me ames como aman las enfermeras de bonete.
Quiero que tapes mi jaula de caña con un sudario de terciopelo.

Quiero el pecho de tu mundo.

Primero quiero que existas ( y segundo también. )

Que seas como un acordeón, un alicate de reina, o la tetera de un cuento.

Sírveme el corazón de tu sonrisa batido en una jarra. Te beberé a la sombra de un baobab contando avestruces.

Llévame en un guardapelo como se llevan los botones caídos.
Piérdeme en una plantación de batatas, o en el excusado de un tren de montaña.

Piérdeme tú.

Pero no me dejes nunca. Tenme en el pañuelo como un juego de palitos chinos.
Perfuma tu valija con mi aliento —olor cobarde del sueño.

Y por sobre todas las cosas, como se desea a un huevo frito tembloroso, deséame.

Desea la balada de mis hombros, locamente.

Locamente.

Sé mía como un libro. Trépame como un tití de Kipling.

Lava mis jeans en el arroyo del deseo mientras te adueñas de mi carne como un puma.

Sé feliz como un columpio, o un gorro de dormir parecido a una ardilla. Sé perfecta.

Toma mi futuro de los sobacos y sácalo del abismo hacia los cardos.

Ponle un almohadón turco bajo la nuca.
Pásale tal vez la piedra pómez del silencio por los callos. Dale un lugar de privilegio.

Cuélgalo como un laúd sobre una chimenea.


Bésame con la mansedumbre del deshielo.

Mírame como se mira un campo de repollos al borde del grito.

Levanta la cuchara de membrillo y sonríe rabiosa como un diente.

Quiero que me plantes en una lata de zapallos en almíbar con pan de pasto y todo.

Que me críes como a una garrapata blanca en el fondo de un pote.

Quiero engordar como un mapamundi a la hora de tus senos.

Y que me enseñes la llave de judo de la verdad.


Ya no te aconsejo.
Dejo el teorema en vilo, repicando en el telar como el peligro.

Lo demás corre por cuenta del revólver de los reyes.


Rafael Teicher

[E. R. Aristy]

Repicando en el telar





Quiero que me ames como aman las enfermeras de bonete.
Quiero que tapes mi jaula de caña con un sudario de terciopelo.

Quiero el pecho de tu mundo.

Primero quiero que existas ( y segundo también. )

Que seas como un acordeón, un alicate de reina, o la tetera de un cuento.

Sírveme el corazón de tu sonrisa batido en una jarra. Te beberé a la sombra de un baobab contando avestruces.

Llévame en un guardapelo como se llevan los botones caídos.
Piérdeme en una plantación de batatas, o en el excusado de un tren de montaña.

Piérdeme tú.

Pero no me dejes nunca. Tenme en el pañuelo como un juego de palitos chinos.
Perfuma tu valija con mi aliento —olor cobarde del sueño.

Y por sobre todas las cosas, como se desea a un huevo frito tembloroso, deséame.

Desea la balada de mis hombros, locamente.

Locamente.

Sé mía como un libro. Trépame como un tití de Kipling.

Lava mis jeans en el arroyo del deseo mientras te adueñas de mi carne como un puma.

Sé feliz como un columpio, o un gorro de dormir parecido a una ardilla. Sé perfecta.

Toma mi futuro de los sobacos y sácalo del abismo hacia los cardos.

Ponle un almohadón turco bajo la nuca.
Pásale tal vez la piedra pómez del silencio por los callos. Dale un lugar de privilegio.

Cuélgalo como un laúd sobre una chimenea.


Bésame con la mansedumbre del deshielo.

Mírame como se mira un campo de repollos al borde del grito.

Levanta la cuchara de membrillo y sonríe rabiosa como un diente.

Quiero que me plantes en una lata de zapallos en almíbar con pan de pasto y todo.

Que me críes como a una garrapata blanca en el fondo de un pote.

Quiero engordar como un mapamundi a la hora de tus senos.

Y que me enseñes la llave de judo de la verdad.


Ya no te aconsejo.
Dejo el teorema en vilo, repicando en el telar como el peligro.

Lo demás corre por cuenta del revólver de los reyes.


Rafael Teicher

Estimado Rafael, me he deleitado enormemente con tu audaz salto a éstas imágenes de gran dinámismo original, e per se muove, un movimiento que deshabita de todo aquello que es inútilmente romántico. Sin perder la magia legendaria del enamoramiento, es un poema natural, actual, espontáneo.

[Rafael Teicher]

Me fascina tu comentario, es muy pero muy preciso, acertado

muchisimas gracias

un saludo cordial desde Argentina

Rafael

[Luis Oroz]

Lo que más me gusta de tu poesía es que jamás se intuye lo que nos espera al doblar la esquina del último verso leido, este poema es un colage de añoradas sensaciones, una vuelta de tuerca sobre la inamovible tuerca del amor.

Original, no cabe duda.

Un abrazo.

Luis Oroz.

[Sara Castelar Lorca]

Como siempre Rafael, dejando claro que el lenguaje es la argamasa necesaria para crear y que es igual de dónde vengan o a dónde vayan las palabras, como suenen o como resuenen, el caso es que en tus manos, todas, absolutamente todas son válidas, y es que todo el diccionario arroja su cosecha en tu obra, y de qué manera.
Esa manera tuya de compenetrarte con el lenguaje es sencillamente admirable, y todo lo que dices detrás de lo dicho es para detenerse a mirar con mucho detenimiento.

Tengo que destacar ésto:

Pero no me dejes nunca. Tenme en el pañuelo como un juego de palitos chinos.

Como siempre, un placer pasar por tus paisajes únicos.

Un abrazo

Sara

[Rafael Teicher]

Así entiendo el arte, como la revelación inesperada, inconexa, foránea, quizá cóncava o inmanente, pero incómoda

Muchas Gracias amigo

un saludo afectuoso

Rafael

[Rafael Teicher]

Gracias Sara, me agrada que los describas como paisajes, así los gesto y los tallo, como zonas de la memoria imposible donde se pueda hacer vivienda

Muchas Gracias por todo tu cariño y por tu constancia

Emocionado

Rafael

[Just Gafar]

cuánto lenguaje Rafael, cuántos detalles dentro del poema, linea a linea, hasta alborotarlo todo.

Una maravilla, una verdadera maravilla

abrazos en la distancia

[Rafael Teicher]

" Hasta alborotarlo todo" , me quedo en asana flor de loto dentro de dicha expresión

Hasta madurarlo todo, hasta que la primavera de mi cuerpo contagie la nieve

Gracias Just

Un saludo afectuoso

Rafael