Editorial Alaire

Pessoa, tengo que decirte
que al sol es fácil abdicar de todo
y convertir en plano blanco
las muchas crispaciones de la vida.
Y que al cerrar los ojos de la noche
se funde el mundo en un espacio sin fronteras;
se proyecta la bóveda sin cuerpo
de donde cuelgan las opciones del tiempo
en un vector que escapa de la curva de la muerte.
La plenitud es un vacío que repta en el silencio
cuando todo se calma
y se torna invisible.
Así debieron viajar antaño los poetas,
los bardos que escribieron del mar
y sus misterios;
en esa vacua convicción adormecieron
la luz pulsátil de sus errantes ojos.
Qué paradoja la noche,
la eternidad llameante de su huida
entre las blancas sombras
de las luces lejanas.
El Universo es un concepto,
una palabra huera,
un sonido que crece desbordante.
La onda que lo representa en un papel
se ha astillado en mil puntos de luz,
y en ese laberinto de polvo y lejanía
nos hemos descubierto viajando en el frío,
huérfanos de la palabra,
un esquema somero sobre un papel infinito.
Después de todo, al sol, abandonado el ser,
inhalamos la disolución final,
querido amigo.

Un precioso poema al poeta y al íntimo manejo del lenguaje poético, codificado y sugerente.
Un placer, Roberto
Abrazo

La plenitud es un vacío que repta en el silencio
cuando todo se calma
y se torna invisible.

Muy bueno, Roberto, enhorabuena. Todo el poema está lleno de aciertos. Mejor dicho, todo el poema es un acierto.

Un fuerte abrazo.

Viajaste tú con los poetas de antaño y abriste suscripción a la nostalgia. Con los de ahora, libertad para que en el futuro
sepa cada cual cuál es su antojo. y así llegar donde el final anuncia otro final para regocijo de la limpia y sana inspiración
que te dio por inventar y compartir,

un abrazo

Roberto López escribió:Pessoa, tengo que decirte
que al sol es fácil abdicar de todo
y convertir en plano blanco
las muchas crispaciones de la vida.
Y que al cerrar los ojos de la noche
se funde el mundo en un espacio sin fronteras;
se proyecta la bóveda sin cuerpo
de donde cuelgan las opciones del tiempo
en un vector que escapa de la curva de la muerte.
La plenitud es un vacío que repta en el silencio
cuando todo se calma
y se torna invisible.
Así debieron viajar antaño los poetas,
los bardos que escribieron del mar
y sus misterios;
en esa vacua convicción adormecieron
la luz pulsátil de sus errantes ojos.
Qué paradoja la noche,
la eternidad llameante de su huida
entre las blancas sombras
de las luces lejanas.
El Universo es un concepto,
una palabra huera,
un sonido que crece desbordante.
La onda que lo representa en un papel
se ha astillado en mil puntos de luz,
y en ese laberinto de polvo y lejanía
nos hemos descubierto viajando en el frío,
huérfanos de la palabra,
un esquema somero sobre un papel infinito.
Después de todo, al sol, abandonado el ser,
inhalamos la disolución final,
querido amigo.

Excelentísimo trabajo, Roberto.

Propuesto desde hoy como patrimonio de la humanidad.

Abrazo, salud y sólo lo mejor para el 2017.

Roberto:

Un homenaje a Pessoa hermoso, extraordinario, lleno de emoción y buen decir.

Aplausos a montones, compañero
Un fuerte abrazo y feliz año nuevo 2017
Ana

Me gusta el tono cercano con que interpelas al poeta. Un poema grande.
Un abrazo.
Pepa

Profundo y solemne este poema, se eleva a las esferas de lo trascendente guiado por esas "... blancas sombras
de las luces lejanas" hasta donde la luz reina sin ser vista. Un disfrute enorme su lectura Roberto.
Abrazos.

Roberto López escribió:Pessoa, tengo que decirte
que al sol es fácil abdicar de todo
y convertir en plano blanco
las muchas crispaciones de la vida.
Y que al cerrar los ojos de la noche
se funde el mundo en un espacio sin fronteras;
se proyecta la bóveda sin cuerpo
de donde cuelgan las opciones del tiempo
en un vector que escapa de la curva de la muerte.
La plenitud es un vacío que repta en el silencio
cuando todo se calma
y se torna invisible.
Así debieron viajar antaño los poetas,
los bardos que escribieron del mar
y sus misterios;
en esa vacua convicción adormecieron
la luz pulsátil de sus errantes ojos.
Qué paradoja la noche,
la eternidad llameante de su huida
entre las blancas sombras
de las luces lejanas.
El Universo es un concepto,
una palabra huera,
un sonido que crece desbordante.
La onda que lo representa en un papel
se ha astillado en mil puntos de luz,
y en ese laberinto de polvo y lejanía
nos hemos descubierto viajando en el frío,
huérfanos de la palabra,
un esquema somero sobre un papel infinito.
Después de todo, al sol, abandonado el ser,
inhalamos la disolución final,
querido amigo.

Cuanto talento en Alaire! Que maravilla poética nos compartes aquí, Roberto. Un homenaje a Pessoa de alto vuelo. Una tras otras las imágenes que plasmas son perfectamente bellas y evocadoras. Que placer he sentido al leerte, poeta! Abrazos, ERA

Un monólogo íntimo que expresa la profunda visión cosmológica de la voz poética, y el conocimiento de la conciencia existencial del gran poeta portugués. Un poema rico en sugerencias y en acicates para la emoción, amén del carácter admirablemente intelectual del texto. Me resulta un poema valioso.

Un abrazo grande, amigo.
Óscar

Carmen Pla escribió:Un precioso poema al poeta y al íntimo manejo del lenguaje poético, codificado y sugerente.
Un placer, Roberto
Abrazo

Me alegra de que lo hayas disfrutado, Carmen. Un saludo.

Celia Puerta escribió:La plenitud es un vacío que repta en el silencio
cuando todo se calma
y se torna invisible.

Muy bueno, Roberto, enhorabuena. Todo el poema está lleno de aciertos. Mejor dicho, todo el poema es un acierto.

Un fuerte abrazo.

El acierto es que tú estés cercana, Celia. Un abrazo.

Una maravilla de poema, de enorme belleza. Semeja, a mi parecer, una confesión en voz alta. Mi enhorabuena y aplauso.

Un abrazo.

Tan bello como interesante trabajo de Roberto.