Verde almendra
Publicado: Mié, 04 Ene 2017 19:19
Lo he visto invadida por su color
en su tristeza desconsolada.
A veces, le ato un largo lazo
en el calor de mi pecho.
Expuesto a todas las miradas
en su cortejo de palabras,
va formando una nube en mí,
con la transparencia de su pasado
y su grisáceo y opaco vuelo.
Dos veces temí perder su rastro,
dos veces sentí sus rocas tropezando
en su mundo destilando arbustos esparcidos
y el duro descenso de cada paso.
Pero el fragor del mar me distingue en sus sienes,
doblega la fluidez de mi fragilidad,
canturrea al andar su identidad furunculosa
y me arrastra sin romper en la otra orilla
su minada ola.
Se alza sobre mi cabeza y grita.
- Me despierta -
cuando caen las claras cortinas
y una especie de mueca
se destila.
En el fondo - sé - que es su sonrisa y el reflejo de sus labios
cuando aflora desde el fondo
de su agua removida.
Porque siempre, y como esa mañana,
he reclamado su instante,
su voz en mi cuello y sus labios encontrándonos.
Para que siempre el olvido suelte sus amarras.
Para siempre esta agitación de su existencia
que comporta en mi interior:
"ser su país conquistado"
en su tristeza desconsolada.
A veces, le ato un largo lazo
en el calor de mi pecho.
Expuesto a todas las miradas
en su cortejo de palabras,
va formando una nube en mí,
con la transparencia de su pasado
y su grisáceo y opaco vuelo.
Dos veces temí perder su rastro,
dos veces sentí sus rocas tropezando
en su mundo destilando arbustos esparcidos
y el duro descenso de cada paso.
Pero el fragor del mar me distingue en sus sienes,
doblega la fluidez de mi fragilidad,
canturrea al andar su identidad furunculosa
y me arrastra sin romper en la otra orilla
su minada ola.
Se alza sobre mi cabeza y grita.
- Me despierta -
cuando caen las claras cortinas
y una especie de mueca
se destila.
En el fondo - sé - que es su sonrisa y el reflejo de sus labios
cuando aflora desde el fondo
de su agua removida.
Porque siempre, y como esa mañana,
he reclamado su instante,
su voz en mi cuello y sus labios encontrándonos.
Para que siempre el olvido suelte sus amarras.
Para siempre esta agitación de su existencia
que comporta en mi interior:
"ser su país conquistado"